Descubren 2.000 cabezas de carnero momificadas en un templo de Abidos
A un kilómetro del centro funerario de Abidos se han encontrado dos mil cabezas de carnero momificadas ¿Qué llevó a los antiguos egipcios a semejante ofrenda?

En tiempos de la dinastía XIX del Antiguo Egipto, en el siglo XIII a.C., el faraón Seti I erigió un magnífico templo funerario en el centro religioso de Abidos, a unos 500 km al sur de El Cairo. La elección de aquel lugar no fue azarosa, pues todo indica que el faraón, hijo de Ramsés I, un antiguo general del faraón Horemheb que carecía de sangre real, escogió aquel enclave porque, según la tradición, en Abidos se encontraba la tumba de Osiris, señor del más allá. De esta forma, al ubicar su templo funerario en el mismo lugar donde se creía que estaba la tumba del dios, Seti I buscaba legitimar su poder, vinculándose con uno de los dioses más importantes de la mitología egipcia.
Dos mil cabezas de carnero
ras Seti I, su hijo Ramsés II hizo otro tanto, pues construyó otro templo a un kilómetro de distancia del que había levantado su padre. Ha sido precisamente allí, en el santuario creador por Ramsés II, donde un equipo arqueológico de la Universidad de Nueva York ha sacado a la luz un hallazgo que ha sorprendido a los investigadores: en el lugar han aparecido nada menos que más de 2.000 cabezas de carnero, datadas en la época ptolemaica (332-30 a.C.). Además, también ha sido descubierto un gran edificio cuyo origen se remonta a tiempos mucho más remotos, concretamente a la dinastía VI (2305-2118 a.C.).

En declaraciones a la prensa, Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, ha señalado que el hallazgo «revela detalles importantes sobre la vida y la historia del templo de Ramsés II en Abidos y sus alrededores, contribuyendo enormemente a conocer este emplazamiento y la vida que albergó durante más de dos mil años». Además, Waziri explicó que los arqueólogos neoyorquinos también descubrieron en las proximidades del templo de Ramsés II otro espacio en al que se hallaron otros animales momificados, entre los que se encuentran ovejas, cabras salvajes, perros, ciervos o vacas, entre otros.
¿Por qué razón se depositaron miles de cabezas de carnero momificadas? ¿Son ofrendas?
Más allá de subrayar la enorme importancia de este templo, el reciente hallazgo ha planteado una serie de interrogantes a los arqueólogos: ¿por qué se depositaron allí semejante cantidad de cabezas de carnero momificadas? En opinión de Sameh Iskander, responsable de la misión arqueológica, los restos de estos animales se colocaron allí a modo de ofrendas, algo sobre lo que hasta ahora no había precedentes en Abidos en época ptolemaica. Iskander también señaló que el hallazgo sugiere que el culto a Ramsés II continuó en el Antiguo Egipto hasta mil años después de su muerte. Esto, a su vez, hace surgir una nueva pregunta: ¿por qué se siguió venerando al faraón tantos siglos después de su fallecimiento?
En lo que respecta a la estructura arquitectónica descubierta en el lugar, y que dataría nada menos que de la dinastía VI (siglos XXIV a XXII a.C.), los especialistas consideran que su estudio servirá para valorar de manera diferente las actividades y la arquitectura del Imperio Antiguo en el centro religioso de Abidos, levantado mucho antes de que Ramsés II y su padre Seti I decidieran construir allí sus respectivos templos funerarios. También permitirá tener una idea más exacta del «sentido del antiguo paisaje de Abidos antes de la construcción del templo de Ramsés II», añadió Iskander.

Además, Mohamed Abdel Badi, responsable de la Administración Central de las Antigüedades del Alto Egipto, añadió que la misión de la universidad neoyorquina también localizó partes del muro norte que circunda el templo, y explicó que este hallazgo servirá para cambiar la idea que se tenía sobre el diseño del templo de Ramsés II desde descubrimiento hace más de 150 años.
Comentarios
Nos interesa tu opinión