Mueren 200 'cobayas humanas'

La justicia del país carioca ha iniciado la investigación del tratamiento con proxalutamida, procurada a decenas de pacientes. El estudio fue realizado en el Estado de Amazonas y, conforme denuncia de la Comisión Nacional de Ética en la Investigación (Conep), estaría repleto de irregularidades. Un documento emitido por dicha comisión recoge que "es urgente que, si se demuestran las irregularidades, se investigue a todos los implicados, incluidos los equipos de investigación, así como las instituciones responsables y los patrocinadores, nacionales y extranjeros, y se les exija responsabilidades éticas y legales".

Las autopsias de los fallecidos revelaron que habían muerto por disfunciones renales o hepáticas

En principio, todo el ensayo siguió los derroteros formales habituales. Fue aprobado en enero de 2021 bajo la dirección del endocrino Flávio Cadegiani y un consorcio de hospitales privados. Pero los requisitos teóricos no fueron llevados a la práctica convenientemente. Lejos de administrarse el fármaco a pacientes leves y moderados como estaba previsto, las autopsias de los fallecidos revelaron que habían muerto por disfunciones renales o hepáticas, propias de enfermos graves. "Hay dos hipótesis básicas: digamos que lo que están diciendo sea verdad y que la sustancia tiene un efecto espectacular para combatir la COVID-19, ellos cometieron un error gravísimo, porque tendrían que haber interrumpido la investigación tras la muerte de los participantes. La otra hipótesis es que hayan falsificado totalmente el resultado. Abocaron a la muerte a 200 personas en una investigación que no tiene ningún valor científico, es un completo absurdo", advirtió el coordinador de la Conep, Jorge Venâncio, al diario español El Mundo.

Más contundente fue el hijo de una fallecida de 70 años, Sueli Olivera, quien en declaraciones a la prensa denunció indignado que a su madre "la usaron como una cobaya humana, como el nazi Mengele hacía en Alemania".

Cadegiani ya había levantado sospechas en el Hospital de la Brigada Militar de Porto Alegre, donde había tratado con proxalutamida a varios pacientes sin la correspondiente autorización de la agencia oficial que supervisa los ensayos clínicos con humanos.

Muchas clínicas distribuyeron, con trágicas consecuencias, supuestos kits anticovid de dudosa o nula eficacia frente a la vacuna

CONTRA LA VACUNACIÓN

En Brasil resulta públicamente conocido que el presidente Jair Bolsonaro ha preferido los medicamentos contra la COVID-19 a la vacunación. Esta directriz y respaldo del gabinete presidencial ha motivado que muchas clínicas experimentaran o distribuyeran, con trágicas consecuencias, supuestos kits anticovid de dudosa o nula eficacia frente a la vacuna. Uno de los casos más sonados ha sido protagonizado por la red de hospitales Prevent Senior. El escándalo se ha llevado por delante a dos ministros al confirmarse su implicación en dicho consorcio sanitario que recetaba un "kit anticovid" y empleó "cobayas humanas" con fatales resultados. "Soy un sobreviviente de este macabro complot. Esto es algo horrible", declaró al Senado Tadeu Frederico Andrade, de 65 años y que salvó la vida milagrosamente después de pasar 120 días en un hospital Prevent Senior, sometido al citado kit farmacológico.