Civilizaciones perdidas
01/04/2005 (00:00 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)

La Sábana Santa, ¿más antigua de lo que se creía?

La más famosa reliquia de la Cristiandad ha vuelto a la actualidad con un nuevo estudio que rechaza los resultados obtenidos mediante el C-14, otorgándole una antigüedad mucho mayor. Por su parte, los escépticos reafirman su postura de que el sudario es una falsificación medieval. La polémica está servida…

01/04/2005 (00:00 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
Desde que en 1988 tres afamados laboratorios independientes de Oxford (Inglaterra), Zurich (Suiza) y Tucson (EE UU) determinaran mediante la prueba del Carbono 14 que la Sábana Santa era una falsificación medieval –con una datación entre los años 1260 y el 1390–, sindonólogos y científicos escépticos han mantenido una encarnizada controversia para defender sus respectivas posturas.

Tras el «jarro de agua fría» que supusieron los resultados del C-14 para expertos y creyentes, pronto comenzaron a surgir las primeras voces discordantes, y fueron varios los sindonólogos que argumentaron que los resultados obtenidos mediante la prueba del carbono podrían no ser validos, ya que habrían quedado alterados a consecuencia de los incendios sufridos por el lienzo que, además, se había visto expuesto durante siglos al humo de los cirios e incluso al contacto con los devotos.

Ahora, diecisiete años después del inicio de la gran polémica, un nuevo estudio ha reavivado el debate, al asegurar que la sagrada reliquia es en realidad mucho más antigua de lo que aseguró la datación del C-14. Según un reciente artículo publicado en el número de enero de la revista Thermochimica Acta, y escrito por el químico y antiguo miembro del STURP (Proyecto de Investigación del Santo Sudario de Turín) Raymond Rogers, «la muestra utilizada para averiguar la edad del lienzo en 1988 fue tomada de un área restaurada del sudario. El tejido tiene el mismo engarzado que la parte principal del lienzo, y fue envejecido para que el color coincidiera».

Según Rogers, la zona restaurada de la que se habrían tomado las muestras para realizar la prueba del Carbono 14 en 1988 correspondería a un remiendo –conocido como «paño holandés– realizado por un grupo de monjas tras uno de los incendios sufridos por el sudario. Para realizar su estudio, el científico estadounidense comparó las muestras utilizadas en 1988 con otras del sudario que él había tomado con anterioridad. «Como parte del proyecto del STURP, tomé treinta y dos muestras adhesivas de todas las zonas de la sábana en 1978, incluyendo algunos remiendos y del paño holandés. También obtuve las muestras auténticas utilizadas en la prueba de datación por Carbono 14», aseguró Rogers.

Entre otras cosas, el químico descubrió que la muestra empleada por los laboratorios de Oxford, Zurich y Tucson tenía unas propiedades químicas diferentes a las mostradas por la parte principal de la Sábana Santa. «La muestra del C-14 había sido teñida, seguramente para hacerla coincidir con la parte del lienzo más antigua, de color sepia. Esta parte fue teñida con una tecnología que comenzó a aparecer en Italia en la época en que el último bastión de los Cruzados cayó ante el ataque de los turcos en 1291. Por lo tanto los fragmentos utilizados en 1988 no pueden ser más antiguos de 1290, coincidiendo con la edad determinada por la datación del C-14. Sin embargo, el sudario en sí es realmente mucho más antiguo», explica Rogers en el artículo publicado por Thermochimica.

Entre 1.300 y 3.000 años

Para llegar a esta conclusión, Rogers realizó una serie de pruebas microquímicas para datar con exactitud la edad del lienzo. Éstas mostraron la presencia en las muestras utilizadas en las pruebas del C-14 y en el «paño holandés» de una sustancia conocida como vainillina aunque, por el contrario, no había rastro de ella en el resto del sudario. Este elemento químico está presente en algunos tejidos, y su cantidad va reduciéndose con el paso del tiempo. Según Rogers, «la vainillina es fácilmente detectable en tejidos medievales, pero no puede ser encontrado en otros más antiguos, como en los rollos del mar Muerto».

Utilizando los datos obtenidos por las pruebas microquímicas, el antiguo miembro del STURP determinó que el sudario tiene «una antigüedad de entre 1.300 y 3.000 años», lo que hace posible que la reliquia sea contemporánea de la época de Jesús.

Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar, y destacados escépticos como Joe Nickell, miembro del CSICOP (Comité para la Investigación Científica de afirmaciones sobre lo paranormal) han rechazado los resultados de las pruebas realizadas por Rogers. Según asegura Nickell en un artículo publicado en Internet tan sólo unos días después de la aparición del trabajo de Rogers, éste utiliza una «lógica tortuosa y evidencias selectivas», y niega que el químico del STURP haya analizado las muestras utilizadas en la prueba del C-14, ya que éstas «fueron destruidas durante el proceso». En cuanto a la afirmación de Rogers de que los laboratorios de 1988 tomaron fragmentos de remiendos, Nickell lo niega rotundamente, afirmando que, precisamente, los expertos textiles tuvieron «un cuidado especial para escoger muestras no pertenecientes a parches o arreglos».

Ante tales circunstancias, y puesto que ambas partes enfrentadas se apoyan continuamente en anteriores trabajos científicos y en sus propios análisis e investigaciones, todo parece indicar que la polémica –y por extensión la incertidumbre sobre la edad real del sudario– se mantendrá viva durante mucho tiempo.
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