Enigmas y anomalía
14/04/2022 (20:02 CET) Actualizado: 14/04/2022 (20:02 CET)

El Cristo de los milagros

En Villalba del Rey (Cuenca) una casa protege la imagen de un Cristo crucificado que todavía hoy es objeto de veneración, y cuya historia tiene relación con algunos sucesos extraños

14/04/2022 (20:02 CET) Actualizado: 14/04/2022 (20:02 CET)
El Cristo de los milagros
El Cristo de los milagros

En la localidad conquense de Villalba del Rey nos topamos con un singular dibujo plasmado en la pared. Cuenta la historia que hace muchos años vivía en el pueblo un matrimonio de labradores en una casa bastante grande. Era una familia adinerada, e incluso contaba con criada, algo inusual en aquellos tiempos. Eran buenos y bondadosos, ayudaban a todo aquel que lo necesitara.

Una tarde lluviosa llegó a la puerta de la casa del matrimonio un viajero. Era un hombre de avanzada edad que estaba empapado y tiritando de frío. Acudía en busca de algo de comida caliente y refugio, ya que la tormenta lo había sorprendido y no tenía dinero para pagar un techo donde dormir aquella noche. La mujer hizo pasar al viajero, ofreciéndole un pedazo de pan. Agradecido, el hombre entró en la casa y se sentó junto al fuego. Caía la noche y la tormenta no arreciaba, así que cuando llegó el marido decidieron darle cobijo. Le prepararon una estancia en una casa cercana a la vivienda, ya que en otras ocasiones los necesitados se habían alojado en una cueva que forma parte de la casa principal.

A la mañana siguiente, el extraño había desaparecido

EL VISITANTE

Pero el tiempo no acompañaba, y concluyeron que estaría más cómodo en un cuarto de la casa. No tendría grandes lujos, pero un colchón y algo de luz no le faltaría. A la mañana siguiente, cuando la criada se levantó, se dispuso a visitar al inesperado huésped. Se llevó una gran sorpresa, porque la puerta estaba abierta y un gran resplandor emanaba del interior de la habitación. Al acercarse pudo comprobar que el hombre no estaba, pero vio la figura de un Cristo de más de un metro que había sido dibujado en la pared. Se supone que el misterioso viajero lo hizo como muestra de agradecimiento a la caridad de los dueños de la casa. Con el deseo de conocer más sobre este asunto nos citamos en la plaza del pueblo con Rosa, nuestro contacto con la familia propietaria de la vivienda. Diez minutos después ya nos encontrábamos frente a una casa normal y corriente, pero cuando Rosa abrió la puerta vimos decenas de velas encendidas a los pies de una pequeña habitación. Al entrar, observamos cuadros, fotos y objetos que han ido dejando las personas que visitan al singular Cristo. En un primer reconocimiento del lugar no localizamos la imagen porque buscábamos una figura de pequeño tamaño. Incluso sospechábamos que la imagen había sido creada por la humedad.

El Cristo presenta una marca que podríamos interpretar como la herida provocada por la lanza de Longinos

Velas
 

Enseguida salimos de dudas, puesto que nuestra informante no tardó en mostrarnos el dibujo del Cristo. Porque eso es precisamente de lo que se trata. Al pasar nuestras manos sobre el Cristo notamos que su superficie estaba mas fría que el resto de aquel muro. Sorprendidos, descubrimos un detalle bastante curioso: en cierta zona presenta una marca que podríamos interpretar como la herida provocada por la lanza de Longinos, donde la pared hace una forma caprichosa a modo de reguero de sangre provocado por la herida.

Marca
 

La historia popular relata que cuando el viajero desapareció era domingo, por eso muchos pudieron observarlo mientras se desplazaba por la calle de forma muy extraña, puesto que no caminaba sino que levitaba: avanzaba sin poner los pies en el suelo. Además, al pasar por la puerta de la iglesia, apoyó sus manos delante del portón y este se abrió sin necesidad de empujarlo. Al salir, volvió a levantar las manos y las pesadas puertas se cerraron sin que nadie las tocara.

La gente sigue acudiendo al Cristo para pedir por su propia salud o la de familiares y amigos

¿UNA TELEPLASTIA?

La historia que acabamos de relatar ha permanecido en Villalba del Rey durante generaciones, interpretada por la mayoría como un suceso milagroso. De hecho, hoy en día siguen acudiendo personas a la casa en la que se encuentra el dibujo del Cristo para pedir por su propia salud o la de familiares y amigos, para agradecer los deseos cumplidos o simplemente para rezar. Durante nuestro periplo por la localidad conquense también averiguamos que los propietarios de la vivienda únicamente pusieron una condición a la familia que custodia al Cristo: que cuidara también de un olivo que habían plantado, y que con el aceite que obtuvieran debía estar siempre alumbrada la habitación del Cristo.

Algunos apuntan que esa familia no hizo caso a la petición y el olivo se secó. Pero nuestra anfitriona nos aseguró que el olivo sigue dando aceitunas y que al Cristo no le ha faltado nunca luz.

Parece que entre las propiedades del Cristo está la de regenerarse, como si se tratara de un teleplastia, puesto que un vecino nos contó que cuando era pequeño y estaba jugando al fútbol con unos amigos, le propinaron un pelotazo a la figura, que se descascarilló, perdiendo parte de su color ocre. Pero con el tiempo, y sin que nadie tocara el dibujo, el color volvió a resurgir espontáneamente poco a poco. Incluso una parte que se raspó sin permiso de la familia no hace mucho, parece que va tomando el tono original.

Sheila Gutiérrez y Miguel Ángel Linares dirigen y presentan el programa Misterios en Viernes y son autores de los libros Antimanual del Investigador Paranormal y Vallekas paranormal.

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