OBAMA: PROFECÍAS Y DESAFÍOS

Cuando estuve frente a él, no se me ocurrió sospechar de la alta posición que iba a ocupar este hombre de color ni de que lo haría en un momento crucial para este planeta. Mi intuición falló estrepitosamente. Lo tuve frente a mí y lo menosprecié olímpicamente.
Corría diciembre de 2005 y yo asistía a una fiesta, junto a muchos autores de todo el mundo invitados a la Feria del Libro de Miami. Y allí estaba él, firme y expresivo, envuelto por una nube de gente deseosa de estrechar su mano, de expresarle su apoyo, de tenderle su libro para que estampase en él su firma, como si fuese su ídolo. No tuve que preguntar quién era. Lo había leído en la prensa local: el senador Obama, un político en ascenso. Al igual que tantos otros, me apresuré a juzgarlo como un cuentista más, que usaba su color y su inteligencia para cazar votos. Y di media vuelta, desperdiciando la oportunidad que me brindaba el destino de sentir muy cerca el magnetismo del hombre que sólo tres años después iba a saber encarnar el mito más poderoso de nuestro tiempo.
Si acudimos a esa caja de Pandora que es Internet no encontraremos más que un panorama sombrío, descreído y desmoralizante. Lo más sorprendente es que en esta coalición virtual anti-obamista participan tanto los supuestos representantes de la llamada izquierda «progresista» como los de la llamada derecha conservadora, que no pararon de acosarle con las acusaciones más diversas a lo largo de toda la campaña. Y para todos ellos su triunfo parece ser el peor de los males. Es mucho peor que Bush, afirman algunos, porque a éste se le veían los cuernos y el rabo detrás de su disfraz tontorrón, pero su sucesor es un engañabobos infinitamente más eficaz.
Más allá de toda esta maraña, sólo sus hechos futuros nos dirán quién es realmente y qué pretende. A cualquier gobierno se le juzga sólo tras sus primeros cien días. Pero en cuanto llegó al poder, Obama tomó positivas decisiones, en línea con lo que prometió.
¿SALVADOR O ANTICRISTO?
Durante su campaña aparecieron casi un millón de páginas en Internet en las que el nombre de Obama aparece ligado a la palabra anticristo. Muchos ven que la palabra Mabus con la que Nostradamus describiría a su tercer anticristo…, teniendo en cuenta los juegos propios del lenguaje verde que utilizaban en su época los iniciados y el propio profeta, podría ser una contracción de los nombres obaMA-BUSh, o bien de osaMA-Barack-hUSsein, pero también de osaMA (Bin Laden) o deMahmUd ABbaS, el presidente palestino, por ejemplo. Lo cierto es que muy pocas de la treintena de características que los estudiosos bíblicos atribuyen a este personaje arquetípico encajan con ninguno de los dos. Y si bien Abbas podría encajar con las profecías árabes, según las cuales el anticristo nacerá entre Iraq y Siria, según los evangelistas americanos éste será un líder europeo. Por lo que resulta absurda cualquier insinuación en este sentido, salvo que Obama metiese sus narices en Jerusalén mucho más allá de lo concebible en cualquier dirigente extranjero. En El retorno del mesías (Robinbook), William Henry estudia la figura arquetípica del Salvador, encarnada por cientos de personajes, en las épocas y culturas más diversas. Y configura un perfil con ocho características que suelen darse en ellos: 1) ¿Era llamado el Salvador? Los nombres Barack Hussein significan el Bendito y el Bueno, y podría ser conocido como el Salvador si logra realizar su misión de sacar a su país de la compleja situación a la que se enfrenta. 2) ¿Aparece agua en su leyenda? Obama es el único presidente que nació en una isla y cruzó el mar reiteradas veces durante su infancia. 3) ¿Recibieron enseñanza directa de Dios? Tras estudiar sus obras y palabras, sospecho que cree haber tenido algún tipo de revelación, al igual que Washington y otros muchos personajes que cambiaron la historia. 4) ¿Surgieron para guiar a su pueblo durante un período de crisis? Es obvio que sí, como los presidentes cuyo nombre todos recordamos; otra cosa es que lo consiga. 5) ¿Instauraron una forma democrática de gobierno? Más que ningún otro parece dispuesto a fortalecerla, en un momento en que se veía seriamente amenazada. 6) ¿Instauraron la Teoría de la Paz? Parece que ese es uno de sus grandes objetivos. 7) ¿Facilitaron el camino para la construcción de Tula? Tula significa equilibrio y es el arquetipo de la utopía o Tierra Prometida; lo obamistas tienen como lema la Esperanza y como sueño la construcción de una Nueva Era, simbolizada por su logotipo. 8) ¿Llevaban la Llave de la Vida o cetro mesiánico? Henry interpreta ésta como el símbolo de un conocimiento o tecnología prediluviana que el Salvador recupera. Aunque tendría multitud de variantes, la forma más conocida de la misma es la cruz ansata egipcia. La parte superior de ésta se asemeja al logotipo de Obama y la inferior es la cruz ligada a su fe cristiana, mayoritaria entre sus conciudadanos. ¿Podemos pedir más? Sí: que siga su camino y no le desvíen, convirtiéndose en un héroe salvador y no en un tirano mesiánico, lo cual en su difícil situación es pedir casi un imposible.