Parapsicología
18/07/2016 (13:53 CET) Actualizado: 01/07/2019 (17:25 CET)

El sexto sentido en la red de redes

Fundir nuestro cuerpo con Internet ya no es una vaga utopía. Es una realidad cada vez más sólida. Científicos, artistas y biohackers están experimentando con la más innovadora tecnología para incorporarla en el organismo y conectarlo directamente a la Red de Redes. Nace así la reprogramación de nuestros sentidos y su ampliación infinita. Una inédita manera de percibir el mundo y relacionarnos con él cuyas consecuencias revolucionarias apenas empezamos a atisbar. ¿Será para bien o estamos cerca d

18/07/2016 (13:53 CET) Actualizado: 01/07/2019 (17:25 CET)
EL SEXTO SENTIDO EN LA RED DE REDES
EL SEXTO SENTIDO EN LA RED DE REDES

Internet ha penetrado en nuestras vidas, pero todavía no ha penetrado en nuestros cuerpos. Hace unos años, el conocido físico y divulgador científico Michio Kaku aventuraba que, más temprano que tarde, prescindiremos de la pantalla del ordenador a la hora de navegar por la red. Cualquier consulta en Google o rastreo de una página web resultará un puro ejercicio mental. El cerebro operará online, sin intermediarios gráficos de ningún tipo. Conectando, sencillamente, nuestros pensamientos a la tecnología. Cuando ese momento llegue, la concepción tradicional que tenemos del cuerpo humano saltará en mil pedazos. La Red se convertirá en nuestra segunda piel. Una prolongación de nosotros mismos, como ahora lo son nuestras extremidades, nuestros ojos o nuestros oídos. «Nos fundiremos con Internet», sintetizaba Kaku. «Podremos compartir pensamientos y emociones en Red» bajo algo que el físico norteamericano proponía denominar brainnet: una red de cerebros acoplados cibernéticamente entre sí. En su obra El futuro de nuestra mente postuló que «los pensamientos y las emociones se enviarían electrónicamente de un lugar a otro del mundo. Incluso los sueños se podrían grabar y después enviar de un cerebro a otro a través de Internet». Una experiencia de comunicación total como nunca antes ha sucedido.

Cuando ese día nos alcance, nuestras facultades sensoriales se verán incrementadas exponencialmente. La percepción que tenemos del mundo cambiará por completo y no ocurrirá gracias a los poderes extrasensoriales, tan perseguidos durante décadas por los parapsicólogos, sino gracias a haber incorporado Internet dentro del organismo, funcionando como un auténtico sexto sentido. 

INTERNET BIOLÓGICA

Determinar cuánto tiempo falta para que ese horizonte tecnológico se cumpla, es la pregunta obvia que cualquiera se formularía. Pero la respuesta inesperada es que ese horizonte tecnológico ya está aquí. Desde hace unos pocos años, existen personas con sus cuerpos directamente acoplados a Internet. Sus organismos reciben determinadas informaciones de la Red sin ningún mediador gráfico, pantalla táctil o artilugio similar. Aún son pocos, pero día a día consiguen sumar a más, organizándose en partidos políticos, fundaciones y empresas donde diseñan nuevos sentidos cibernéticos para implantárselos en la piel o la cabeza, dispositivos que les permiten conectarse con satélites orbitales o servidores donde obtener los datos necesarios vía wifi. 

Con estos pioneros está naciendo una suerte de «biointernet» dispuesta a franquear todas las barreras, anular las distancias y doblegar al tiempo. Desde luego, asoma inminente un cambio radical donde las primeras en caer serán las barreras tecnológicas y biológicas. Pero también las mentales, porque, en ocasiones, la zancadillas que salen al paso de estas innovaciones vienen más impuestas por los prejuicios culturales y el rechazo social que por la ciencia. Al fin y al cabo, esta clase de implantes sensoriales anuncian un futuro «cuerpo humano 2.0» que en estos mismos instantes comienza a ser presente(Continúa en AÑO/CERO 313).

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