La reencarnada de Autol

En la mañana de febrero de 1995, Valentín Jiménez, alcalde de la localidad riojana de Autol, recibió una misteriosa llamada desde Dinamarca. Al otro lado de la línea se encontraba una señora que le explicaba su gran interés por acudir hasta dicha localidad con un programa de televisión de la cadena Strix (una de las más importantes del país nórdico), que estaba realizando un especial sobre la reencarnación. Según afirmaba, ella había vivido en aquel lugar en otra vida, cientos de años atrás.

Ante las dificultades lógicas que supone una conversación telefónica en un idioma extranjero, ambos prefirieron continuarla personalmente y concertaron una cita para días después. Tras la despedida, el alcalde, perplejo, se preguntó si había entendido bien aquella conversación. Acto seguido, comenzó a organizar la visita de la mejor manera posible. Lo primero fue contratar a un intérprete. La elegida fue Maite Martínez, profesora de inglés de la localidad, que se convirtió en testigo fundamental de aquella historia imposible.

Todo estaba preparado cuando, ya en la última semana de febrero, apareció en Autol un automóvil con los cristales tintados. En su interior, con los ojos vendados y aguardando en el asiento trasero, se encontraba la presunta reencarnada

Cuando el vehículo llegó al ayuntamiento, de su interior bajó una redactora del canal Strix, al objeto de avisar a las autoridades de su llegada y para explicar con más detalle el porqué de aquella visita.

Según relató a Valentín Jiménez (gracias a la intermediación de Maite Martínez), el programa de Strix iba a abordar un especial sobre la reencarnación, razón por la cual se ofrecieron vías de contacto para que cualquier persona que creyera haber vivido otra vida pudiera comunicarse con ellos. Jette Toft fue uno de los casos más interesantes que les llegó. Ella aseguraba soñar con unos padres que no eran los suyos desde que tenía uso de razón. También con otras calles, con otras caras e incluso con otras costumbres. Como una constante sensación de déjà-vu.

Regresión hipnótica

Tras someterla a diversas experiencias con regresión hipnótica, la señora Toft empezó a hablar, casi en trance, sobre olivos, un molino, un recóndito pueblecito de la península Ibérica y acerca de un alcalde llamado Gerardo González. Por si fuera poco, también aseguraba recordar el apellido que tenía en aquella supuesta otra vida: Beamonte. Con dichos datos, el equipo de televisión danés empezó a buscar la localidad en Andalucía. Pasaron semanas llamando a distintas poblaciones, pero ninguna parecía corresponderse con los datos que Jette había ofrecido en estado de semitrance.

Finalmente, en una nueva sesión de hipnosis, la protagonista ofreció un último dato que sería decisivo para encontrar la localidad: habló de la Virgen de Nieva, y de haber vivido allí en torno a 1850. (Continúa en AÑO/CERO 285).