Resuelve tus problemas mientras sueñas
A continuación, mostramos una sencilla técnica para encontrar soluciones a nuestros problemas empleando nuestro tiempo de sueño.
El primer paso para utilizar el poder de los sueños con el fin de encontrar soluciones a nuestros problemas, consiste en aprender cómo recordar nuestras experiencias oníricas. Después de un sueño, en la mayoría de las ocasiones, solo recordamos vagamente algunas escenas del mismo, que acabamos olvidando a las pocas horas. Sin embargo, existen algunas sencillas técnicas para recordarlos y de este modo aprovecharnos de sus enseñanzas. Veamos:
1. Seleccione un periodo de días tranquilos o de vacaciones.
2. Coloque un cuaderno y un bolígrafo, o mejor una grabadora, en un lugar al que pueda acceder fácilmente desde la cama.
3. Mantenga los ojos cerrados tanto tiempo como le sea posible mientras registra su sueño en el papel o en el magnetófono. Hágalo nada más levantarse, pero no trate de entenderlo, simplemente anótelo.
Solo nuestro inconsciente, nuestro «yo profundo», puede mostrarnos la verdad que no queremos reconocer
4. A menudo solo recordamos la última escena de un sueño. Utilícela para llegar a escenas previas.
5. Las frases, nombres o poemas deben de escribirse en primer lugar, pues es lo que antes olvidamos de un sueño.
Cuando haya realizado este experimento en repetidas veces, le será mucho más fácil acceder al contenido de sus sueños sin tener la necesidad de realizar todos los pasos que le indicamos anteriormente.
La respuesta está en el mundo onírico
Cuando sea capaz de recordar sus sueños sin demasiada dificultad, puede emplear otras técnicas para «pedir» respuestas a los problemas de su vida que le inquietan. Por supuesto, la respuesta está en usted, no hay nada de sobrenatural, pero en muchas ocasiones nos negamos a ver la realidad de modo consciente, y solo nuestro inconsciente, nuestro «yo» profundo, puede ponernos la verdad con toda su crudeza delante de nuestras narices. Siga las siguientes indicaciones:
1. Elija una noche en la que no esté demasiado cansado.
2. Antes de acostarse es conveniente que ordene los sentimientos y emociones que ha vivido a lo largo del día. Para ello es recomendable que registre sus experiencias en un cuaderno.
3. Piense en la situación que le preocupa y analícela concienzudamente y sin prisas (causas del problema, posibles soluciones...).
4. Tiéndase en la cama y repítase la frase continuamente. Cuando le entre el sueño, olvídese de todo lo anterior, simplemente céntrese en dormir apaciblemente.
5. Resuma en una sola frase lo que le preocupa, expresando su deseo de solucionar la situación. Por ejemplo: «Ayúdame a entender porque mi jefe nunca me tiene en cuenta».
6. Trate de recordar el sueño tan pronto como se despierte. Quizá le proporcione alguna pista para encarar su problema.
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