Hallan misteriosas figuras antropomorfas en Tanzania
Un friso de arte figurativo incluye tres misteriosas figuras antropomórficas con cabezas de enormes dimensiones: aún se desconoce qué representan
A poco más de cincuenta kilómetros de Babati (Tanzania), se extiende la Reserva de caza Swaga Swaga que da refugio a elefantes y otros animales vulnerables. Es un lugar de turismo cinegético que, en febrero de 2021, vio renovado su interés por un hallazgo singular.
Un arqueólogo polaco publicó en la revista Antiquity, del mes de febrero, haber descubierto arte rupestre en un refugio rocoso llamado Amak'hee 4.
Era uno de los 52 refugios rocosos documentados por el Dr. Maciej Grzelczyk, investigador del Instituto para el Estudio de las Religiones de la Universidad Jagellónica de Cracovia, Polonia, desde junio de 2018.
En él identificó figuras antropomorfas realizadas con tinte rojizo (salvo tres en blanco) que contenían cabezas de búfalo, una cabeza y el cuello de una jirafa y ganado domesticado que dataría de cientos de años atrás.
Quedó impresionado por una escena centrada alrededor de tres sugestivas imágenes antropomorfas dotadas de una gran cabeza.
En 2018, también se hallaron figuras atropomorfas de gran cabeza en las cuevas de Charama, en el estado central de Chhattisgarh (India). Un grupo de arqueólogos indios se dirigió entonces a la NASA y a la Agencia India de Investigación Espacial para que les ayuden a descifrar si las pinturas prehistóricas podían estar representando seres de otros mundos.
"Los hallazgos sugieren que los humanos prehistóricos podrían haber visto o imaginado a seres de otros planetas, algo que sigue despertando la curiosidad de la gente y de los investigadores", comentó el arqueólogo JR Bhagat al Daily Star.
Estas figuras de 10.000 años de antigüedad competían con las famosas representaciones de la Capilla Sixtina de la prehistoria, me refiero a la meseta de Tassilli, en Argelia, donde numerosos exploradores han documentado la presencia de los llamados 'cabezas negras' junto a humanos, sugiriendo que los antiguos habitantes de la meseta.
Grzelczyk no cree en extraterrestres y por eso cree que el misterioso trío podría estar representando cabezas de búfalo estilizadas. Las formas, según puedes ver en la fotografía, recuerdan la depresión central en el perfil de la cabeza del búfalo desde donde se elevan los dos cuernos y luego se curvan hacia afuera alejándose de la cabeza, así como las orejas hacia abajo.
Los descendientes de quienes crearon las pinturas no disponen de elementos de antropomorfización de los búfalos
Los investigadores comprobaron como los Sandawe, descendientes de quienes crearon las pinturas, no disponen de elementos de antropomorfización de los búfalos, ni creencia en la posibilidad de transformación de las personas en estos animales, sin embargo, hallaron algunos aspectos rituales que ofrecer paralelismos.
CONTRA LA BRUJERÍA
Los Sandawe son un pueblo de cazadores-recolectores que ha mantenido un notable distanciamiento con otras etnias del país, por lo que muestra un aislamiento que se remonta miles de años atrás. Realizan el llamado ritual simbó, en el que los practicantes entran en un estado de trance. Motivados por transformarse en leones, los miembros de la tribu realizan un baile ritual para comunicarse con los espíritus gracias a una cerveza alucinógena. Tanzania es la mayor reserva de estos felinos y 120 ejemplares viven en la reserva que alberga las pinturas.
Mientras los hombres buscan piedras llamadas kisango durante el trance, cuyo hallazgo es una señal para completar el ritual, las mujeres hacen percusión con cuernos de búfalo. Después colocarán los kisango dentro de los cuernos para conseguir una poderosa medicina contra la brujería.
En otro ritual, relacionado con la fertilidad, las mujeres levantan la mano de tal manera que simbolizan cuernos de animales de caza, en referencia también a la forma de la Luna. Según los especialistas, todos estos elementos podrían indicar que los búfalos han sido históricamente trascendentes para los pueblos de la región, motivando las figuras descubiertas.
"Como actualmente no existe una datación absoluta del arte rupestre del centro de Tanzania, es difícil especificar la edad aproximada de las pinturas Amak'hee 4", aunque el científico polaco estimó que, "debido a la degradación del tinte y la falta de, por ejemplo, motivos que representen ganado domesticado, se puede suponer, que pertenecen al período de cazadores-recolectores, por lo que tienen al menos varios cientos de años".
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