Historia oculta
01/03/2022 (13:30 CET) Actualizado: 01/03/2022 (14:36 CET)

Ocultura: De regreso a Eleusis

Fuera de los circuitos turísticos al uso, todavía se conservan los cimientos del recinto sagrado en el que se celebraban los llamados "misterios de Eleusis"

Javier Sierra autor web

Periodista y escritor

01/03/2022 (13:30 CET) Actualizado: 01/03/2022 (14:36 CET)
Ocultura: De regreso a Eleusis
Ocultura: De regreso a Eleusis

Acabo de juramentarme con tres caballeros para acabar con uno de los grandes enemigos de nuestro tiempo. Vive en la región de Ática, no muy lejos de Atenas, y regenta una pensión entre la Acrópolis y el antiguo santuario de Eleusis. Los rumores sobre lo que ocurre en su establecimiento son  erribles. Procusto –o "el estirador", pues así llaman al posadero en cuestión– recibe con sonrisa falsa a sus clientes y los invita a descansar en una cama de hierro que ya es legendaria. Lo que dicen de él –y que mis amigos y yo damos por cierto– es que una vez dormidos, Procusto mide cuidadosamente a sus huéspedes, y aquellos que exceden las medidas del lecho son serrados por las piernas hasta que encajan en sus dimensiones. La atrocidad no queda ahí. También los que no llegan a ocuparla por completo son descoyuntados para que sus miembros se ajusten a su longitud. Procusto es, pues, un psicópata de la uniformidad. 

Los tres caballeros con los que me he confabulado para darle su merecido son tres espadas de nuestras letras: Fernando Sánchez Dragó, Luis Alberto de Cuenca y David Hernández de la Fuente. A finales del mes que viene, coincidiendo con la entrada de la primavera y la celebración de los  lamados "ritos menores" eleusinos, viajaremos hasta Grecia para combatirlo. Procusto –citado una y otra vez en los viejos mitos helenos– encarna a la perfección el tiempo que vivimos: uno que no tolera la diferencia, la disensión, y que desespera por ubicarnos a todos dentro de un mismo molde. Sus hijos ocupan hoy puestos relevantes en la política, la vida social e incluso entre la comunidad científica. Están por todas partes, cometiendo crímenes en aras de un pensamiento único que imponen con dolor y sin discernimiento. 

Las ceremonias de los misterios de Eleusis garantizaban el contacto con lo sobrenatural

Según el mito, fue Teseo –el mismo que más tarde daría muerte al Minotauro– el que consiguió que Procusto se acostara en su propia cama y se durmiera. Y aunque allí el héroe lo decapitó, es evidente que su macabra costumbre aún pervive. Por eso mis amigos y yo vamos a buscarlo. Sospechamos que sigue muy vivo. Y estamos seguros de que le daremos caza en el marco de uno de los Encuentros Eleusinos que desde 2013 viene organizando Sánchez Dragó en torno a los más diversos temas y en lugares como El Escorial, Benarés en la India, Kampot en Camboya o Chaouen en Marruecos, y que los próximos días 23 al 27 de marzo se celebrará, ¡por fin!, por primera vez en la ciudad griega que les da su nombre: Eleusis.

La nuestra no es una meta cualquiera. Fuera de los circuitos turísticos al uso, todavía se conservan los cimientos del recinto sagrado en el que se celebraban los llamados "misterios de Eleusis". Eran estas ceremonias secretas en las que se recordaba a los neófitos el drama de Deméter y Perséfone, garantizándoles una experiencia inefable de contacto con lo sobrenatural. El ejercicio orbitaba en torno a un relato que todos conocían. Madre e hija habían sido separadas cuando Hades, el dios ctónico de los mundos subterráneos, secuestró a esta última y la dejó encinta. Deméter emprendió entonces su búsqueda, esterilizando y secando la tierra por la que pasaba. Dice el mito que la muerte que fue dejando se hizo tan insoportable a ojos de los dioses que Zeus intervino logrando que Hades aceptara retener a Perséfone solo unos meses al año. Los del invierno.

Tras el mito se esconde una evidente metáfora agraria. Perséfone se comporta como las semillas que deben ser enterradas antes de fertilizar. Cuando Deméter la rescató, quiso bendecir a Eleusis inspirando un santuario a la vida que estuvo operativo durante casi dos milenios. Allí, donde simbólicamente nació la agricultura –madre, dicho sea de paso, de toda cultura y ocultura–, es donde me encontraré con quien desee acompañarnos para ajusticiar a los "Procustos" y ser testigos de cómo Deméter y Perséfone siguen cumpliendo con la sagrada misión de seguir fecundando la tierra con disidentes. Con seres únicos imposibles de aserrar. Un objetivo, en definitiva, más que oportuno en esta etapa final de la pandemia que atravesamos. Eso sí, prometo que vigilaremos de cerca para que nadie ose hospedarnos en cama de hierro. 

Quien desee asistir a este Encuentro Eleusino único en Grecia, tiene más información del viaje en www.encuentroseleusinos.com

Sobre el autor
Javier Sierra autor web

Es periodista y escritor. Fue galardonado con el prestigioso Premio Planeta en el año 2017 por su novela El Fuego Invisible. Asimismo, sus novelas han sido traducidas a más de cuarenta idiomas y es el único escritor español en el Top Ten de la lista de los más vendidos de Estados Unidos, elaborada por The New York Times, gracias a La Cena Secreta. También es creador y director de la serie Otros Mundos para Movistar +

Relacionados
Lo más leído

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Nos interesa tu opinión

Revista

Año cero 403

Nº 403, marzo de 2024