Historia oculta
20/04/2020 (12:00 CET) Actualizado: 20/04/2020 (12:00 CET)

Los orígenes paganos del cristianismo

En realidad, el cristianismo de hoy en día tiene unos orígenes paganos, pues las prédicas de Jesús, con los años, se mezclaron con otras creencias mágicas y religiones mistéricas.

20/04/2020 (12:00 CET) Actualizado: 20/04/2020 (12:00 CET)
Los orígenes paganos del cristianismo
Los orígenes paganos del cristianismo

El bautismo, anteriormente al siglo IV solía hacerse por inmersión tras un periodo de introspección que podía durar varios años, en el cual el neófito tenía que decidir si estaba o no dispuesto a vivir bajo las directrices de Cristo. Pero con la Iglesia católica se convertirá en un mero ritual infantil por el cual se tatuaba en el alma la impronta de Cristo y se extirpaba el pecado original, algo a lo que incluso Tertuliano y Justino Mártir, primeros Padres de la Iglesia, se opusieron con fuerza más de ciento veinte años antes.

La celebración del día de descanso, el Sabbat, fue trasladado al domingo por el decreto de Constantino el 7 de marzo del año 321, para vincularlo con la adoración del Sol Invictus según la antigua creencia asociada a Mitra; la cual siguió siendo cooficial a la católica hasta que el emperador Teodosio la prohibiera en el edicto de Tesalónica el 27 de febrero del 380. Empero, las tradiciones del Sol Invictus ya habían calado de lleno en el cristianismo niceno, situando por ejemplo la Natividad del Señor el mismo día del nacimiento de Mitra y adscribiéndose el culto a la diosa, que tendrá su correspondencia en la virgen María.

El culto a Mitra, procedente de Persia, se había extendido por todo el imperio romano, sobre todo entre los siglos I y III, desarrollándose a través de sociedades secretas que se camuflaban con los cultos de la época intentando pasar desapercibidas. El mitraísmo era una religión mistérica de corte masculino donde los secretos de los iniciados se pasaban de maestros a discípulos en la más absoluta discreción. Mitra usualmente era representado matando al toro primordial, lo que tal vez derivó en las fiestas taurinas que, unidas al legado minoico, se siguen celebrando en nuestro país.

El culto a Mitra

Algunos estudiosos sugieren que los cristianismos posteriores al siglo II se dejaron impregnar por el culto a Mitra, uniendo en su canon el compendio de rituales propios del paganismo a un pseudo monoteísmo judío que pronto dejaría de serlo. De la misma manera, el mitraísmo fue impregnando también el culto al Sol Invictus, que tuvo su máximo apogeo con Juliano el Apóstata. Después del sueño de Constantino, donde se supone que vio el Crismón descendiendo del cielo y escuchó la frase In hoc signo vinces –con este signo vencerás–, el emperador creyó que Jesús era en realidad el verdadero Sol Invictus, por lo que resolvió darle culto tras su victoria en la batalla de Puente Milvio.

Llegados a este punto, mucho me temo que las prácticas que impuso san Atanasio poco tuvieron que ver con las de los judíos-nazarenos, discípulos directos de Jesús; y menos aún con las del mismísimo Jesucristo. Aunque algunas conservaron su nombre, la forma y el contenido eran diametralmente distintos. Desde el bautismo, pasando por la celebración de la eucaristía, hasta la confesión de los pecados, con el pasar de los años y el olvido de las raíces hebreas, acabaron convirtiéndose en otra cosa: los Sacramentos…

Las prácticas que impuso san Atanasio poco tuvieron que ver con las de los judíos-nazarenos, discípulos directos de Jesús; y menos aún con las del mismísimo Jesucristo

La palabra sacramento deriva del vocablo griego mysterion, que los padres del catolicismo importaron de la cultura judía para referirse al mapa de carreteras trazado por Jesús. Empero, este trazado posterior ya no incluía el sometimiento a las leyes noájidas, ni la celebración de las festividades judías del Pesaj, Shavuot y Sucot. El cristianismo niceno reinterpretaría también estos signos para crear unos sacramentum por los cuales los seres humanos eran salvados por medio, no de Dios, sino de la Iglesia, que a partir de ese momento ocupará un lugar principal en los cielos y en la tierra, pues Dios perdonará o condenará a sus hijos, no de acuerdo a las leyes de Moisés, sino basándose en las reformas de Roma.

Mitra, baluarte de las clases adineradas, así como de las milicias romanas, seguirá dejando su impronta en la Cátedra de Pedro, a veces con signos externos tan descarados como el gorro frigio –emblema inequívoco del mitraísmo– que tanto el Santo Padre como algunos cargos con dignidad episcopal utilizarán durante los oficios litúrgicos. Un tocado al que curiosamente llamarán «mitra». Hasta el siglo XI, la mitra era un gorro cónico en nada diferente al que vemos en la cabeza del dios persa, cuya estatua matando al toro primordial curiosamente puede admirarse en los Museos Vaticanos. Con el tiempo, el birrete se hará cada vez más pomposo, acabando en punta e incrustándosele piedras preciosas, así como bordados, perdiendo su forma antigua para asemejarse cada vez más al casco de los faraones egipcios. 

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Comentarios (1)

Sergio Hace 3 años
Hola. Pues si muy interesante. Y eso le quedó corto. Falta los cumpleaños la primera comunión. Los matrimonios... Halowenn el día de los Santos. Inclinación años reyes.. Y mucho más. Gracias

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