Historia
12/04/2023 (08:00 CET) Actualizado: 12/04/2023 (08:00 CET)

Descubren un mural en Perú con 'conexiones cósmicas'

Aparece en un yacimiento arqueológico de Perú, un mural con una extraña representación de un 'hombre' con dos caras.

Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo

12/04/2023 (08:00 CET) Actualizado: 12/04/2023 (08:00 CET)
El extraño mural moche
El extraño mural moche

Los arqueólogos peruanos llevan más de 60 años investigando en el yacimiento arqueológico de Pañamarca, situado en el bajo valle de Nepeña, desde que en 1958 se descubriera allí un primer mural de la cultura moche o mochica. Sin embargo, hasta ahora nunca habían encontrado unas pinturas como las que el equipo de investigadores sacaron a la luz en agosto de 2022 y cuyas características han sorprendido a los especialistas.

Los nuevos murales –dos, en concreto–, tendrían una antigüedad de entre 1.200 y 1.400 años, y están decorando distintas partes de un mismo pilar, en el interior de lo que fue en su día una sala ceremonial. Las pinturas, que habrían sido realizadas entre los años 550 y 800 d.C., muestran a dos hombres de aspecto realmente singular, pues ambos poseen dos caras y sostienen en sus manos objetos insólitos.

Un hombre con doble cara sostiene un abanico de plumas en una mano y un recipiente del que beben colibríes 

La enigmática figura moche
La enigmática figura moche

El mural ubicado en la parte superior del pilar muestra a uno de estos hombres bifaces sostiene en sus manos un abanico de plumas, mientras con la otra sujeta una copa en la que beben cuatro colibríes. Más abajo, en el mismo pilar, el otro hombre representado con dos caras sujeta también un abanico de plumas en una de sus manos, pero a diferencia del anterior, en su otra mano sostiene lo que parece ser un palo, aunque en este caso resulta difícil afirmarlo con rotundidad, pues la pintura no se conserva completa. Además, las dos figuras visten un atuendo similar, pues ambas aparecen tocadas con una especie de corona, se adornan con ropajes coloridos y llevan grandes cinturones.

La singular iconografía de las pinturas ha desconcertado a los arqueólogos, y por el momento la razón por la que los moche representaron estas figuras es un auténtico enigma. «No hay nada parecido en la arqueología sudamericana», explicó en declaraciones a Live Science Lisa Trever, una de las líderes del equipo de investigación y profesora asociada de historia del arte precolombino en la Universidad de Columbia. «Es posible que los artistas estuvieran experimentando con la forma de mostrar el movimiento, y dos momentos narrativos al mismo tiempo», añadió.

La razón por la que los moche representaron estas figuras es un auténtico enigma

Detalle del hombre de dos caras
Detalle del hombre de dos caras

Otro de los misterios que rodea a las pinturas es la incógnita que supone la identidad de los personajes representados. Los estudiosos valoran la posibilidad de que se trate de algún tipo de divinidades, aunque Trever señala que éstas suelen mostrar características muy concretas: «Normalmente, las deidades representadas en el arte moche muestran características no humanas, como colmillos, o el rostro, colas y alas de distintas criaturas. En este caso, y a excepción de los dos rostros, las figuras parecen totalmente humanas», explicó.

La sala descubierta hace décadas en el yacimiento de Pañamarca está decorada con otros murales, que incluyen representaciones tan variadas como las de una serpiente y un murciélago o una sacerdotisa. A pesar de los años de estudio (desde la década de los años 60 del siglo pasado), los arqueólogos e historiadores todavía ignoran cuál fue la función concreta de este espacio. En cualquier caso, uno de los detalles que llama su atención es el gran número de pinturas realizadas en este lugar, al que, según todos los indicios, no debía acceder mucha gente. «Sin duda, se trataba de un lugar vetado al público, pues los pasadizos y el espacio interior era muy estrecho», explicó la historiadora a la prensa. «Debió ser un lugar muy especial, posiblemente sólo abierto a los líderes o ancianos de la comunidad».

Las figuras con dos rostros podrían ser mortales que intentaban convertirse en un ente sobrenatural

Otro especialista, Edward Swenson –director del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto, quien no ha participado en la excavación– ofreció sus valoraciones acerca de las pinturas a Live Science. En su opinión, las figuras con dos rostros podrían ser mortales que intentaban hacerse pasar –o convertirse– en un ente sobrenatural, mientras que la copa en la que beben los colibríes, podría ser una representación alusiva al sacrificio, una práctica de gran importancia en la cosmovisión moche, por lo que los murales descubiertos podrían estar vinculados con los «reinos cósmicos» de la mitología Mochica.

Sobre el autor
Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo especializado en temas de arte, historia y viajes. Ha publicado sus trabajos en medios como El Mundo, GEO, Lonely Planet, Condé Nast Traveler Destinos, entre otros. Autor de varios libros, como Historia negra de los Papas, Ars Secreta o Héroes y villanos. Fue jefe de edición de Año/Cero, y actualmente dirige el magazine de viajes y cultura Wanderer.es

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