Civilizaciones perdidas
01/04/2004 (00:00 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
Los hijos de la svástica
"Después de innumerables ensayos hallé, por fin, la fórmula definitiva: una bandera de fondo rojo, atravesada por una banda blanca que en el medio luciera una cruz gamada negra. Al cabo de mucho estudiar, tomé una resolución acerca de las debidas proporciones entre el tamaño de la bandera, el de la banda transversal, y el tamaño y grosor de nuestro emblema; desde entonces, nuestra divisa no ha sufrido alteraciones". Mi lucha, Adolf Hitler.
Si te ganas a los jóvenes, entonces el futuro será tuyo". Así se expresaba ante las cámaras Bill Riccio, líder del "Frente Nacional Ario", una comuna de jóvenes skins de Alabama EEUU, en un reportaje emitido por "Documentos TV" La 2 el 26 de octubre de 1995.
Es dentro del ambiente de desamparo, de ausencia de expectativas, donde estos grupos logran nutrirse de jóvenes que no dudan en abrazar una estética y unos ideales que les permitan evadirse de ese entorno que se les presenta como hostil. Dependiendo de la marginalidad del barrio y de su contexto político o sociocultural, la bandera será el águila y la svástica, o la hoz y el martillo. Poco importan banderas o símbolos adoptados cuando se trata de canalizar un desencanto juvenil que será traducido en fanatismo y, posteriormente, en apología de una intolerancia que puede desencadenar brotes de violencia.
De hecho, el movimiento skin surgió dentro de las corrientes de marginalidad de los barrios obreros de Londres allá por los sesenta y setenta del pasado siglo, donde los más jóvenes adoptaron la estética del "rapado" como un símbolo de rebeldía contra la imposición del sistema por aquel entonces estaba de moda llevar el pelo largo. Ya en sus inicios, este inconformismo juvenil se traducía en un rechazo hacia ciertas minorías étnicas. Gradualmente, y a comienzos de los ochenta, la estética skin se fue nutriendo de nuevos elementos adoptados del nacionalsocialismo, de los que se mantendrían al margen los sharp o red skins. Era como si el germen legado por el nazismo necesitase encontrar ese exponente joven, sediento de una serie de expectativas y necesidades, para poder expandirse y volver a instaurar de nuevo un IV Reich. Pero, ¿hasta qué punto existe una amenaza real en la actualidad?
Es dentro del ambiente de desamparo, de ausencia de expectativas, donde estos grupos logran nutrirse de jóvenes que no dudan en abrazar una estética y unos ideales que les permitan evadirse de ese entorno que se les presenta como hostil. Dependiendo de la marginalidad del barrio y de su contexto político o sociocultural, la bandera será el águila y la svástica, o la hoz y el martillo. Poco importan banderas o símbolos adoptados cuando se trata de canalizar un desencanto juvenil que será traducido en fanatismo y, posteriormente, en apología de una intolerancia que puede desencadenar brotes de violencia.
De hecho, el movimiento skin surgió dentro de las corrientes de marginalidad de los barrios obreros de Londres allá por los sesenta y setenta del pasado siglo, donde los más jóvenes adoptaron la estética del "rapado" como un símbolo de rebeldía contra la imposición del sistema por aquel entonces estaba de moda llevar el pelo largo. Ya en sus inicios, este inconformismo juvenil se traducía en un rechazo hacia ciertas minorías étnicas. Gradualmente, y a comienzos de los ochenta, la estética skin se fue nutriendo de nuevos elementos adoptados del nacionalsocialismo, de los que se mantendrían al margen los sharp o red skins. Era como si el germen legado por el nazismo necesitase encontrar ese exponente joven, sediento de una serie de expectativas y necesidades, para poder expandirse y volver a instaurar de nuevo un IV Reich. Pero, ¿hasta qué punto existe una amenaza real en la actualidad?
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