MAYAS Y EGIPCIOS: SU ORIGEN ATLANTE

Numerosos arqueólogos e investigadores del pasado están convencidos de que algunos de los supervivientes de la catástrofe natural que acabó con la Atlántida, llegaron a las tierras del actual Egipto y fundaron la civilización que todavía hoy maravilla a cualquiera que contemple sus pirámides. De otro modo, aducen, difícilmente se podría haber desarrollado un imperio de tal magnitud en un espacio de tiempo tan corto. ¿De dónde provenían sus asombrosos conocimientos arquitectónicos, medicinales o astronómicos? ¿Acaso de los supervivientes de unas tierras sumergidas por las aguas? A lo largo de nuestro planeta azul, un buen puñado de culturas, surgidas en distintas épocas y espacios geográficos, coinciden en que sus orígenes se encuentran en una civilización anterior, desaparecida violentamente. Encontramos relatos similares en los cinco continentes, por lo que muchos estudiosos han llegado a la conclusión de que el mito del Diluvio Universal, la Atlántida y otros similares, en realidad aluden a una época –quizá de cientos o miles de años– en la que las aguas experimentaron una espectacular crecida, anegando islas y territorios costeros, por lo que habrían desaparecido docenas o cientos de civilizaciones, de las que cada cierto tiempo se hallan ruinas que los expertos no pueden encuadrar dentro de la «historia oficial». Los mitos fundacionales de diferentes culturas de Mesoamérica, como mayas y aztecas, también aluden a un «territorio originario» del que partieron sus fundadores, cuya sabiduría propició el nacimiento de los pueblos que levantaron las impresionantes construcciones de Chichen Itzá, Palenque, Uxmal, etc. Es más, como veremos más adelante, los parecidos entre la cultura maya y el Antiguo Egipto son absolutamente sorprendentes, tanto en lo que respecta a su interpretación de la realidad, creencias y ritos religiosos, como a sus templos o conocimientos astronómicos… (Continúa en AÑO/CERO 246).