Lugares mágicos
02/08/2017 (11:21 CET) Actualizado: 02/08/2017 (11:21 CET)

Bosques encantados de Gran Bretaña

En otros tiempos, brujos, nigromantes, druidas y hechiceros de la actual Gran Bretaña eligieron vivir en bosques apartados y solitarios, buscando el aislamiento que les ofrecían estos misteriosos parajes. Allí les fue posible profundizar en sus conocimientos telúricos y practicar sus rituales sin ser molestados.Texto: Tomas F Ruiz

02/08/2017 (11:21 CET) Actualizado: 02/08/2017 (11:21 CET)
Bosques encantados de Gran Bretaña
Bosques encantados de Gran Bretaña

Hoy, son las asociaciones de parapsicólogos británicos las que tienen su atención centrada en estos inquietantes lugares. Sus investigaciones han confirmado que en algunos de estos bosques se dan fenómenos inexplicables. Desde espectros de todo tipo que vagan errabundos por la espesura, hasta gritos y sonidos aterradores que provocan reacciones de terror entre los ocasionales visitantes. En sus informes recogen testimonios de visitantes que han experimentado mareos y náuseas en puntos determinados del bosque; otros han vivido experiencias tan sobrecogedoras que han marcado profundamente sus vidas. Voces de ultratumba y susurros inexplicables han quedado grabados en los registros de sus cámaras de vídeo… La actividad  paranormal que se registra en los bosques británicos, los hace puntos especialmente calientes para los investigadores de este tipo de fenómenos.

Bajo condiciones especiales y con tecnologías avanzadas, los parapsicólogos han realizado estudios que confirman una intensa actividad poltergeist en algunos de los bosques de Gran Bretaña.

GRITOS NOCTURNOS
Screaming Wood (Bosque de los gritos), este paraje se encuentra localizado al sur de Inglaterra, en el condado de Kent, y es conocido en medios paranormales por la intensa actividad acústica detectada en su entorno.

El  nombre hace referencia a los asesinatos que se cometieron allí hace tiempo. Robert Du Bois, un salteador de caminos, murió víctima de su propia trampa: atravesado por espadas dentro del tronco hueco de un roble donde se ocultaba para atracar a los viajeros. En Screaming Wood pueden oírse los gritos del más de medio centenar de víctimas que Du Bois asesinó en este bosque.

Equipos de parapsicólogos y buscadores de fantasmas, entre ellos la UK Ghost Hunting Society y el Essex Ghost Hunters han visitado Screaming Wood y conseguido inquietantes registros de todo tipo de fenómenos anómalos, en especial ruidos y luces inexplicables que han quedado grabadas en sus equipos. Entre otras interesantes muestras acústicas, se han grabado pasos bien definidos que surgían de la nada. En los vídeos de algunos visitantes también han quedado registrados este tipo inquietantes ruidos.   

El paraje de Epping Forest (condado de Essex, al nordeste de Londres) está atravesado por una carretera local y delimitado por campos de cultivo y edificios. A pesar de su localización, en una zona de continua presencia humana, Epping es otro de los bosques ingleses donde más testimonios sobre presencias paranormales se han registrado.

También es conocido por haber servido de refugio al legendario bandolero Dick Turpin (siglo XVIII), que vivió junto con su compañero de andanzas, Tom King, en una cueva localizada en el paraje conocido como High Beach (Playa Grande), extraño nombre para un lugar que se encuentra a más de medio centenar de kilómetros de la costa más cercana. Dick Turpin fue ejecutado a la temprana edad de 34 años en el condado de York, a más de medio millar de kilómetros del bosque de Epping. Se cuenta que él mismo se tiró de la escalera que lo sujetaba de la soga para ahorrar el trabajo a su verdugo. Tras su entierro en una modesta parroquia de York, se dio la insólita circunstancia de que su cadáver fue robado. La teoría de que el mítico bandolero se encuentre en realidad enterrado en el bosque de Epping, donde vivió sus años dorados, fundamenta la creencia popular de que su espectro permanezca también atrapado en este paraje (AÑO/CERO, 253).

Jane Reekie, que visitó el bosque de Epping en abril del 2011, compartió la siguiente experiencia en la popular web Ghosthunters: «Oímos un crujido fuerte sobre la hojarasca, que sonaba como si hubiera un jinete cerca. Estaba muy oscuro, aunque no lo bastante como para que no pudiéramos ver a un par de metros de distancia. A cada segundo esperábamos ver aparecer algo frente a nosotros. Sin embargo, el sonido de los casos se cortó de repente, y no volvimos a oírlo».

En este paraje se han podido registrar también fenómenos tan extraños como una curiosa alteración de la gravedad, que hace caer los vehículos hacia adelante en una carretera cuesta arriba.  

En Wychwook Forest, localizado en Oxforshire, al norte de Londres, los visitantes refieren con frecuencia sensaciones de sentirse observados y perseguidos mientras recorren el paraje. Algunos incluso dicen haber sentido que alguien les tocaba en el hombro o en la espalda, sin ver a nadie cuando se daban la vuelta. Una de las emociones más repetidas es la de presentir que se está atrapado en un ambiente que todos definen como «terriblemente opresivo». Algunos aseguran haber visto la silueta de un monje espectral vagando sin rumbo por la espesura, mientras otros hablan de gritos en la noche.

En el bosque de Wychwood se repiten los mismos fenómenos que en los anteriores parajes, aunque los testigos también afirman haber sido presa de sensaciones muy desagradables.  

En Cannock-Chase, en Staffordshire, al norte de Birmingham, hay testimonios de un extraño ser de aspecto canino que causa pánico entre los visitantes y que, cuando corre, lo hace sólo sobre sus patas traseras. Este aterrador personaje ha sido visto por varios testigos. Todos aquellos que han tenido oportunidad de contemplarlo, lo han hecho en horas nocturnas, lo que no les ha permitido delimitar mucho sus rasgos corporales. Aun así, hablan de una extraña criatura con aspecto de perro gigantesco y musculoso, con orejas puntiagudas y ojos muy brillantes.  «Era un animal de gran tamaño y distinguimos perfectamente sus ojos, muy brillantes. Nos causó pavor nada más verlo, pero aquella criatura, fuera lo que fuese, no debía sentirse cómoda con nuestra presencia, pues corrió a refugiarse en la espesura», explicó uno de los testigos de tan aterradora presencia.

La floresta de Highgate es un área de naturaleza virgen, absorbida por Londres desde hace más de un siglo y localizada al noreste del centro histórico. Fue parte del mitológico bosque de Middlesex, mencionado como lugar privilegiado en el Libro del Fin del Mundo (Domesday´s book).  De hecho, hasta bien entrada la Edad Media, ambos lugares formaban parte de la misma masa boscosa. En el cementerio de Highgate se producen fenómenos extraños muy a menudo, anomalías que algunos estudiosos del misterio vinculan con la presencia de supuestos vampiros enterrados en el recinto. Por ejemplo, en junio de 2012, un espectro se apareció  a una pareja de investigadores que acudieron al camposanto a estudiar las inquietantes historias que circulan sobre el mismo. Se trataba de Mickey Gocool y Louise Roche, parapsicólogos del North London Paranormal Investigations (NLPI), quienes, pese a su experiencia en estos ámbitos, no pudieron evitar el natural sobresalto inicial: « No obstante, cuando más tarde investigué, descubrí que aquella entidad se correspondía con las descripciones del espíritu de un empresario de pompas fúnebres enterrado en Highgate, espectro con el que se han topado varios visitantes del cementerio»  

 Integrado por Mark Adams, Paula Heath y su hermano Adam, el Forest Paranormal Investigation (FPI) está especializado en el estudio de los frecuentes fenómenos misteriosos que se dan en los bosques británicos. Para ello, utilizan aparatos tecnológicos de última generación: cámaras de vídeo térmicas de alto espectro, detectores de movimiento, láseres estáticos, receptores y grabadores de voz, sensores electromagnéticos de plasma, barridos con haces de rayos… Este sofisticado material les permite conseguir registros de las tan a menudo fugaces actividades paranormales. «Los dispositivos que utilizamos nos ayudan a recopilar información y a procesarla debidamente –afirma Mark Adams–, de forma que cuando aislamos algún fenómeno extraño, disponemos de una base de datos en la que organizar los registros de audio y visuales que acreditan la extrañeza de los fenómenos».

Otro de estos bosques legendarios está a apenas unos treinta kilómetros de Edimburgo.  Se trata del intrincado y pantanoso Devilla Forest, que en gaélico significa bosque de la Isla Negra. Este paraje fue sede de importantes asentamientos prehistóricos, entre los que aún destacan los restos de una primitiva necrópolis y un círculo de piedras cuya función se desconoce. Los estudiosos del tema entroncan estos ruinas con los crómlech megalíticos que aparecerían en todo el territorio británico en tiempos del Neolítico.

Unas cinco millas hacia al norte de Dean Forest, cerca de Waltford y del famoso castillo de Goodrich, se encuentra la Inn on The Wye, una posada medieval que toma el nombre del sinuoso río que baña el bosque del Dean. Se investigó el relato de un cliente, escéptico en materia de fantasmas, que afirmaba haber sido despertado a altas horas de la madrugada por la figura espectral de una mujer. Según su testimonio, la dama, que vestía atuendos medievales, apareció sentada junto a la ventana y miraba fijamente hacia el exterior, como hipnotizada por la visión del castillo de Goodrich, una imponente construcción de arquitectura normanda levantada en el siglo XII . 

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