"Todos nacemos con los dones básicos de clarividencia" Entrevista al médium Mikel Lizarralde
Charlamos en profundidad con el afamado médium Mikel Lizarralde con motivo de la publicación de su nuevo libro
Esta es la historia real de un aprendiz de médium que siguió las señales para vivir su sueño. Diario de un médium es el cofre en el que están guardados todos los secretos de un joven vasco decidido a seguir las señales que ha recibido y que viaja a Montreal para desarrollar su don al lado de Marilyn Rossner. Cuando se conocen, la médium más importante del mundo le dice: "Te estaba esperando. Sabía que un día vendrías". Ese viaje cambia a tal punto la vida de Mikel que ha dejado de importarle cuándo volverá a casa.
Así, Mikel Lizarralde aprendió a abrazar la misión de su vida: ayudar a las personas transmitiéndoles los mensajes de los espíritus.
PREGUNTA: En 2003, a la edad de 24 años, tomas la decisión de viajar a Canadá para formarte y desarrollar tus capacidades mediúmnicas, para lo que incluso tienes que "mentir" a tu familia. ¿Cómo llegas a ese punto?
RESPUESTA: Toda mi vida había sido diferente en muchos aspectos. Siempre supe que existía "algo más", que como yo me sentía no era lo habitual y me había encontrado muchas veces con la incomprensión, la incertidumbre e incluso la burla de mis congéneres. Soñaba con encontrar a alguien que me formara, que me cogiera de la mano y me explicara lo que era aquello, que me enseñara a lidiar con lo que me ocurría... Pero también sabía que mi familia no lo comprendería. Algo en mi interior me decía que sí, que más adelante lo harían. No les quedaría otro remedio. De hecho, en mi pueblo natal había una mujer que encontraba personas desaparecidas y ayudaba a la gente con sus dones de videncia. Era conocida de mi madre. Varias veces, cuando yo era pequeño, mi madre le habló sobre mí y, la mujer, siempre con una extraordinaria disposición, le comentó que me llevara con ella. Ella me enseñaría lo que sabía y hacía. Sin embargo, mi madre nunca me llevó. Le daba miedo.
Este era un camino que yo debía emprender solo. Como muchas de las grandes lecciones espirituales que la vida nos presenta, era un camino en soledad. Al menos aparente.
En realidad no mentí a mi familia, sino que les conté una versión parcial de la realidad. Oculté que iba a estudiar mediumnidad y les dije que mejoraría mi inglés y aprendería francés, lo cual era cierto.
Los médium, que trabajamos al servicio de la humanidad, debemos formarnos más que nadie
P: Normalmente, sabemos o somos capaces de imaginar cómo es la formación de un médico, un arquitecto, un mecánico… Pero, ¿cómo es la formación de un médium? ¿Qué clases y materias se imparten?
R: Sería muy largo y complicado de explicar en unas breves líneas, pero intentaré resumirlo lo mejor que pueda. Tienes razón en lo que dices, y uno de los problemas que vemos es que nuestro campo no está reglado, y sí lo están esos otros gremios, como los que comentas. Por un lado, existe la creencia de que, al ser un don espiritual que "dios" te ha dado, no hace falta formarse. Esto es un gran error. Nosotros, que trabajamos al servicio de la humanidad, debemos formarnos más que nadie. Primero se debe trabajar en acallar la mente a través de meditación, oración, contemplación etc. Es imperativo trabajar tus propias emociones (miedos, bloqueos, etc.) para no hacer una proyección personal sobre el otro. Debemos saber qué personajes influyeron en este campo y de qué manera; debemos comprender la fisicalidad del don Mediúmnico, qué partes de nuestro cuerpo influyen y cómo, saber sí existen organismos y mecanismos corpóreos que facilitan esa comunicación, y aprender sobre el lenguaje único que tienen los espíritus.
Es un don que esta vivo y evoluciona, al igual que lo hace la relación que tienes con el mundo de los espíritus
Pero sobre todo es algo muy experiencial, como caminar, hablar o correr. Cada persona lo hace de manera única e individual. Cada uno debe de aprender los mecanismos del lenguaje de la intuición y del mundo de los espíritus, sus códigos, pero también cómo cada uno entiende, interpreta, recibe y codifica esos códigos. Y ahí es donde se encuentra una de las dificultades más grandes que nos encontramos, que las personas a menudo no quieren ahondar y hacer ese trabajo personal consigo mismos o bien no practican lo suficiente como para profundizar en ese lenguaje. No olvidemos que es una relación de dos, entre tú y el espíritu, que es un don que esta vivo y cambia a lo largo del tiempo, evoluciona, al igual que lo hace la relación que tienes con el mundo de los espíritus. Eso hay que trabajarlo deforma diaria y no todo el mundo tiene la disposición para hacerlo.
P: ¿Se requiere una capacidad innata para la mediumnidad o puede desarrollarse desde cero si uno se empeña?
R: Sí y no. Todo el mundo puede aprender esos códigos de los que hablábamos y todo el mundo puede desarrollar los dones, al menos hasta un punto, pues todas las personas nacemos con los dones básicos de clarividencia, clariaudiencia y clarisentiencia. Después está, por supuesto, la capacidad innata de cada uno y cuanto trabajes en ti mismo y en esa relación con tu don y el mundo de los espíritus.
Todo el mundo puede cantar, pero no todo el mundo afina…después están los 'Pavarottis' o los 'Andrea Bocellis', que eso ya es otra liga.
P: ¿Cómo fue el accidente de 2007 y de qué modo cambia tu vida?
R: Casi me mato. Debo a los espíritus el estar vivo hoy. Cuando echo la vista atrás comprendo que hubo muchas señales de qué debía hacer o, mejor dicho, no hacer. Regresaba de una misa recordatorio de mi abuelo y otros familiares, mi hermano mayor me pidió que me quedara con él tomando algo y otra serie de situaciones que me indicaban que me quedara, que no me fuera. Pero no le hice caso y pagué el pato.
La dirección de mi coche se rompió tras haber caído (y haber salido) de una cuneta. La dirección no respondía y mi pequeño coche, ya invadiendo el carril contrario, se dirigía de frente contra un 4x4 y no podía hacer nada para evitarlo. La sensación era horrible. Los mandos no respondían. Recé a mi abuelo y a todos en los que pensar en ese momento. Por suerte, en el último instante, mi coche milagrosamente giró 40 grados, chocando de lado y no de frente. Salí disparado al lado opuesto, dando a parar al único hueco de la carretera donde no existía un muro alto y donde no venía ningún otro coche que me pudiera envestir.
Quiero pensar que no solo hay estafadores, sino también gente con muy buenas intenciones, pero con poca formación o mucha inexperiencia y desconocimiento
Aquello realmente me puso en mi camino, mi camino de alma. Hasta ese momento yo hacía algunas consultas de videncia y mediumnidad, pero las compaginaba con un trabajo que nada tenía que ver con lo que yo quería hacer. Supongo que busqué la seguridad, sacrificando la felicidad. Sabía que tenía que dejarlo, que aquello no podía ser, pero me resistía.
Este accidente, aunque fue un jarro de agua fría y lo pase muy mal en el terreno de la salud y también en el económico, fue una bendición pues hizo que las personas empezaran a venir a mi casa en busca de sesiones de mediumnidad. Tenía el tiempo y pude dedicarme a eso al 100%. Eso es lo que me encaminó hacia mi destino, a la plena realización, a lo que soy ahora. Fue, como dicen los ingleses, una bendición disfrazada de tragedia.
No deberíamos pasar por una desgracia para abrirnos a la espiritualidad
P: Como uno de los grandes médiums del mundo, ¿qué consejo darías a la gente que nos lee para no caer en las garras de un estafador que afirma ser médium y contactar con el más allá, aprovechándose del dolor y la esperanza?
R: Quiero pensar que no solo hay estafadores, sino también gente con muy buenas intenciones, pero con poca formación o mucha inexperiencia y desconocimiento. Dejando esto aparte, les diría que busquen las evidencias. Cuando un contacto mediúmnico comienza, el médium te va a dar evidencias: qué aspecto tiene la persona, de qué murió, qué cosas le gustaban, etc. Es importante que esto lo hagan sin preguntar, dando las evidencias. Solemos pensar que eso son los mensajes, y no lo son, se llaman evidencias y nos van a servir para saber quién es el que habla. Cabe recordar que el médium no escoge las evidencias, sino que el espíritu da las que quiere y puede.
P: La mediumnidad ha sido mirada con reticencia, sino con desprecio, por determinados sectores que, desde finales del XIX, la consideran un engañabobos: ¿cómo vives las críticas y la incredulidad respecto a tus capacidades?
R: Antiguamente lo pasada peor, me entristecía que alguien pudiera pensar eso de mí, me apenaba que las personas no supieran de ese maravillosos mundo y de las magníficas oportunidades de sanación y paz que ofrece. Me enfadaba cuando, intentando convencerles de lo contrario, se enrocaban aún más en sus ideales. Con el tiempo he aprendido que no podemos gustar a todo el mundo y que cada persona tiene su momento. No deberíamos pasar por una desgracia, (como el accidente que yo sufrí), para abrirnos a la espiritualidad, aunque a menudo es así.
He aprendido que cada uno tenemos nuestro camino y nuestro momento, y que existen personas que no quieren ser convencidas, pues si lo hiciera, cambiarían todos los cimientos sobre los que fue edificada su vida. He aprendido también que voy a enfocarme en ayudar a sanar a esos corazones que están sufriendo, intentando ayudar a cuantas más personas posibles, dando la bienvenida a aquellas que me quieran escuchar y haciendo oídos sordos a quienes no. Siempre habrá personas a las que no gustemos y ante eso no puedo hacer nada más que seguir mi camino y enfocarme en el amor.
El mundo de los espíritus nos dice que estamos ante una nueva revolución, que lo que hagamos en los siguientes 5 años condicionará todo nuestro futuro
P: Cuando alguien alcanza tus certezas sobre la vida tras la muerte, ¿a qué le tiene miedo? ¿Qué le genera incertidumbre?
R: Ja ja ja…muchas cosas… ¡No te creas que soy de piedra! Aunque, tal vez no lo llamaría incertidumbre…
Le tengo mucho miedo a la maldad que veo en algunos líderes políticos y en la pasividad que veo en la ciudadanía en general. Me entristece ver cómo hoy en día hay muchas personas muy desconectadas de la espiritualidad y viven en un materialismo extremo…poseyendo cosas y teniendo en lugar de siendo. Personas que piensan que se puede matar por matar creyendo que no tendrá represalias…
No entiendo (y me genera mucha incertidumbre) el tema del cambio climático. ¿Por qué no se llena de árboles el planeta? ¿Por qué no llenamos España de placas solares? ¿Por qué aplaudimos que una nación envíe un satélite a marte que ha costado miles y miles de millones de euros, cuando ese dinero podía haberse utilizado para reforestar el planeta, limpiar los océanos o ayudar en la erradicación del hambre?
El mundo de los espíritus nos dice que estamos ante una nueva revolución, que lo que hagamos en los siguientes 5 años condicionará todo nuestro futuro, como individuos y también como planeta. Hagamos algo por favor.
Sufro mucho con las injusticias, las guerras o la pobreza… Pero también me inquietan el bienestar y la salud de mis familiares. El mundo de los espíritus me ha enseñado a no dar lugar a esa incertidumbre, a ensanchar mi corazón, ponerlo en primera fila como conductor de mi vida y a seguir el camino que me marca.
Siempre he buscado desestigmatizar este campo del conocimiento
P: ¿Qué es el Instituto Izarpe?
R: Es un lugar de encuentro para el crecimiento personal, donde se dan cita muchas disciplinas. Sin dogmas, ni credos.
Después de experimentar en primera persona el sufrimiento de aquellos que acudían a videntes, tarotistas, etc. que hablaban muchas veces sin saber, pensé crear un lugar seguro que actuara de oasis para esas personas y donde pudieran recibir formación sería de las, a menudo denostadas, terapias alternativas.
Mi objetivo fue crear un grupo de personas bien formadas, serias y con integridad, que pudieran guiar a aquellas que buscaban respuestas y también a las que deseaban formarse en este campo. Siempre he buscado desestigmatizar este campo y a través de Instituto Izarpe, estamos haciéndolo, intentando, además de formar personas que trabajen con integridad y herramientas adecuadas, de alguna manera; reglarlo.
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