Parapsicología
19/03/2020 (16:50 CET) Actualizado: 19/03/2020 (16:51 CET)

La Ley de Atracción funciona, si se utiliza correctamente

Como motivación diaria, concebir el Universo como una fuente de recursos y oportunidades que podemos emplear solo al pensarlo, nos reconforta como seres humanos. Siempre y cuando se sigan unas pequeñas recomendaciones, la Ley de la Atracción puede ser efectiva.

19/03/2020 (16:50 CET) Actualizado: 19/03/2020 (16:51 CET)
La Ley de Atracción funciona, si se utiliza correctamente
La Ley de Atracción funciona, si se utiliza correctamente

Félix Torán, quien se ha destacado en los últimos años como uno de los autores en habla hispana más lúcidos a la hora de hablar de la Ley de la Atracción, asegura sin titubeos que «como ley universal y por definición, funciona siempre, en todo lugar y bajo cualquier circunstancia». Otra cosa muy distinta, apostilla, «es que den los resultados esperados. Eso no depende de las leyes universales, sino de cómo las utilicemos».

Torán, que es doctor en ingeniería electrónica y trabaja desde 2000 en la Agencia Espacial Europea, ya abordó la Ley de la Atracción en 2008 en su exitoso La respuesta del Universo (Gaia), un asunto presente en la docena de libros que ha publicado desde entonces y sobre el que también vuelve en Cuestión de talento. Una voz sin duda autorizada para poder encajar desde la comprensión una de las grandes evidencias con las que cualquiera se encuentra cuando se aproxima a este tema. Para Torán, nosotros decidimos las causas que creamos. «Las leyes universales operan. Y los resultados aparecen en consonancia con las causas creadas. Con las leyes físicas los efectos son inmediatos. Con las leyes universales los efectos pueden tardar más o menos, puesto que dichas leyes operan en un plano en el que no existe el tiempo y el espacio, y lo que experimentamos es su reflejo en el plano material».

Con su discurso coincide Romain Liebs. Liebs, quien tras años de estudio y experimentación con el asunto ha creado su propio Taller de la Abundancia, no pone en duda la existencia de la Ley de la Atracción y también apela a los ritmos del Universo para que cristalice lo que deseamos. Desde su punto de vista:

«La Ley de la Atracción funciona si se aplica desde la abundancia. Si se visualiza una posible salida fortuita con toda la alegría que eso implica, la atraemos. Atraemos porque al mismo tiempo confiamos en la inconmensurable abundancia del Universo, produciéndose lo que podríamos denominar una especie de ‘reconocimiento’. Así, todo lo que es reconocido, comienza a vibrar. Es como si activáramos un interruptor y la plena confianza, el amor y el agradecimiento nos convirtiera en recipientes de la riqueza en su sentido más amplio».

 

Los obstáculos de la ley

El factor «tiempo» parece fundamental, máxime en la vertiginosa época de la inmediatez y del aquí y el ahora en la que vivimos. Pero los impedimentos no parecen reducirse a ese único aspecto. Liebs apunta directamente «a la desconfianza, al miedo y a la preocupación» como los principales obstáculos, mientras que para Torán la lista es más larga. A su juicio, entre las principales armas de nuestro autoboicot, además de las resistencias mentales, se encuentra no visualizar correctamente y no hacer caso a las emociones, «que son una guía de inestimable ayuda».

Por tanto, a la paciencia para que cristalice lo que deseamos hemos de añadir la convicción, la confianza en que es posible y, además, la certeza de que somos merecedores de ello. «Deshacer limitaciones es otro factor fundamental –añade Liebs–. Nuestro subconsciente alberga antiguos instintos de autoprotección, miedos y preocupaciones. Ganar conciencia acerca de ellos y disolverlos es importante.» 

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