Creencias
01/05/2004 (00:00 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
La Olimpiada se reencuentra con sus orígenes mágicos
Para los antiguos griegos que los crearon se trataba de un solemne evento religioso en honor de Zeus, el dios que presidía el Olimpo. La fuerza, la destreza y la voluntad tenían el valor de una ofrenda y una plegaria. A pesar de que en nuestros días su celebración ha perdido la espiritualidad original, lo cierto es que conserva mucho de su simbolismo sagrado y mágico.
En el año 2004 los Juegos Olímpicos vuelven a Olimpia, hoy ciudad, pero anteriormente santuario donde se rendía culto a Zeus, ofrendándole unos ejercicios religiosos en los que predominaban la belleza, fuerza y destreza humanas, para asegurarse el favor del dios supremo. De estos ritos sacros proceden muchos elementos de su ceremonial actual. Todavía en 1972, los Juegos de Sapporo fueron inaugurados con arreglo a la liturgia del sintoísmo, cuyo nombre significa en japonés «el camino de los dioses»...
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