La rotación del núcleo de la Tierra se ha detenido y podría estar invirtiéndose
Científicos chinos han descubierto que este parón puede tener efectos globales, tanto en la duración de los días como influir en el clima y el nivel del mar
Un grupo de investigadores de la Universidad de Pekín ha descubierto que alrededor del año 2009, la rotación del núcleo sólido interno de la Tierra se ha detenido y podría estar ahora invirtiéndose. Dicho así estremece.
Ni el efecto 2000, ni el calendario maya, ni Nostradamus podrían ofrecer una noticia más inquietante, de efectos descocidos para la mayoría de personas que habitamos en el planeta.
Pero, a diferencia de muchos fenómenos naturales que vamos descubriendo, esta inversión del núcleo sólido, del que se hace eco la revista 'Nature Geoscience', es cíclico. Los científicos piensan que se produce una vez cada setenta años, de forma periódica. Si hasta ahora no nos hemos dado cuenta no será tan grave ¿no?
La inversión del núcleo sólido de la Tierra se produce cíclicamente una vez cada setenta años
La mayoría se lo ha tomado por lo que no es, alimentado por el catastrofismo apocalíptico de algunos medios, señalaba el geólogo y astrobiólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Jesús Martínez Frías. “Es una investigación muy interesante, pero algunos medios están en plan apocalíptico” –señaló desde su cuenta en Twitter.
Por favor, basta de sensacionalismo con el tema del núcleo terrestre. Es una investigación muy interesante, pero algunos medios están en plan catastrofismo apocalíptico. Este es el artículo original para quien quiera acceder a la información @IGeociencias https://t.co/VyRh19Zy0O
— Jesús Martínez Frías (@J_MartinezFrias) January 24, 2023
Según dos de los autores del estudio, Yi Yang y Xiaodong Song, “analizamos ondas sísmicas repetidas desde principios de la década de 1990 y mostramos que todas las trayectorias, que anteriormente mostraban cambios temporales significativos, han mostrado pocos cambios durante la última década.” No obstante, estos cambios se han sustanciado en variaciones en la intensidad del campo magnético terrestre y la duración de los días.
Habida cuenta de que el campo magnético de la Tierra nos protege de la radiación espacial y, por consiguiente, permite el desarrollo de la vida en su superficie, mucha gente ha tomado la noticia con preocupación.
El núcleo interno terrestre es una esfera de unos 1.200 kilómetros de diámetro, compuesta fundamentalmente de hierro y níquel fundidos a una temperatura más caliente que el Sol y gira libremente en un mar de metales, llamado núcleo externo, a casi 5.000 kilómetros de profundidad.
“El giro del núcleo interno, de hecho, recibe su impulso de los fuertes campos magnéticos generados por el núcleo externo y se equilibra por los efectos gravitacionales de la gruesa capa del manto que hay justo encima” –señala José Manuel Nieves en un artículo del diario ABC.
El equipo de la Universidad de Pekín ha analizado 200 terremotos para saber qué ocurre en las capas más profundas de la Tierra
El equipo del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín ha examinado qué sucede en las zonas más profundas, analizando terremotos, ya que la variación de las ondas sísmicas, a medida que atraviesan el planeta, desvelan la composición interna del núcleo y su velocidad de rotación.
Así, estudiaron casi 200 terremotos acaecidos entre la década de los sesenta y la actualidad. Éstos habían tenido su epicentro en un remoto archipiélago del Atlántico, cercano al polo Sur, conocido como las islas Sándwich del Sur. Mediante la utilización de modelos informáticos dedujeron que, en el año 2009, el núcleo terrestre se frenó y desde entonces gira un poco más lento que la corteza. Esta circunstancia -apuntan- puede influir también en el clima y el nivel del mar.
Este fenómeno, que puede tener efectos globales, podría explicar por qué en los últimos años, los días se están haciendo más cortos, en concreto una milésima menos que en la década de los setenta.
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