Civilizaciones perdidas
25/05/2009 (11:55 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)

GIZA: ¿QUÉ NOS OCULTAN?

En 2007 se dio a conocer una exploración con técnicas de escaneado realizada en febrero de 2006 en el terreno de la meseta de Giza. Sin embargo, una investigación inicial del informe publicado pone de relieve que, al margen de buscar cavidades escondidas bajo la llanura, se omitieron deliberadamente ciertas informaciones. Al menos, eso creen algunos geólogos.

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GIZA: ¿QUÉ NOS OCULTAN?
GIZA: ¿QUÉ NOS OCULTAN?
Una nueva «tormenta de arena» se está gestando en los alrededores del desierto egipcio: los informes de las exploraciones del subsuelo mediante técnicas de escaneado, que se publicaron no hace mucho, apuntan a la existencia de unos enclaves con supuestos túneles y cavidades –al mismo nivel en el que se encontraría el controvertido Hall of Records (Sala de los Archivos)– muy próximos a las pirámides y a la Esfinge.

Las pirámides de Giza se yerguen sobre una llanura de piedra caliza, que posee una consistencia parecida a la de un queso Gruyère… En el diseño de la planta de la Gran Pirámide ya estaba contemplada una especie de cueva, que sumada a su estructura interna única, pudo contribuir a conferirle la gran complejidad que la caracteriza. Así pues, parece razonable pensar que en otras zonas de la llanura existan cavidades similares o incluso largos túneles. Tal posibilidad resulta muy emocionante, ya que algunos de esos túneles podrían haber sido utilizados por los antiguos egipcios.

Recientemente, parece haberse suscitado una «fiebre de las cavidades», aunque sólo sea porque el agua subterránea de la zona está subiendo de nivel y, por tanto, poniendo en peligro sus monumentos. En algunas zonas, ya han empezado las inundaciones debido a los cultivos y urbanizaciones residenciales cerca de los templos. Reda Mohamed el-Damak, director del Centro de Estudios y Diseños para Proyectos de Agua, de la Facultad de Ingeniería de El Cairo, ha declarado que las corrientes subterráneas son actualmente la mayor amenaza para la Esfinge, que está esculpida en el lecho de roca de la llanura de Giza, y situada a menor altitud que las pirámides asentadas en la llanura. Las últimas mediciones del lugar muestran que el agua se encuentra a una profundidad de sólo cuatro metros bajo la Esfinge. Esto significa, claro está, que cualquier túnel que exista en un nivel inferior a dicha medición estará obviamente sumergido. Y supone también que, cualquier cosa que haya dentro, a menos que sea hermética, se habrá destruido, dado que además estas aguas son residuales.
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