El Pentágono ya se prepara para la 'Guerra de las Galaxias'

El 16 de junio de 2017, Heather Wilson asumió el cargo de directora de la Fuerza Aérea de EE. UU. con un objetivo declarado: «Organizar y entrenar fuerzas capaces de vencer en cualquier futuro conflicto que pueda extenderse al espacio». Sin embargo, Wilson calló que unas semanas antes, el 7 de mayo, había aterrizado en Cabo Cañaveral el transbordador espacial X-37B después de 718 días orbitando alrededor de la Tierra. La misión de la aeronave era muy concreta: portar armas destinadas a destruir satélites enemigos para «cegar» a su rival instantes antes de que EE. UU. lleve a cabo un ataque nuclear.

En la actualidad, el Pentágono ha contratado a la firma Lockheed Martin para que en los próximos años desarrolle potentes armas láser que serán instaladas en vehículos de las fuerzas aeroespaciales. Esta compañía multinacional estadounidense lleva más de dos décadas dedicándose a la industria aeroespacial  militar, y dispone de grandes recursos en lo que respecta a tecnología avanzada y guerra global. 

Al mismo tiempo, también están construyendo medios de protección ante un hipotético ataque de Rusia o China en el espacio, tal y como aseguró el 9 de noviembre de 2017 el general John Raymond, responsable del Mando Espacial de la Fuerza Aérea estadounidense (AFSPC, por sus siglas en inglés), que maneja más de 80 satélites militares. Y es que, según el representante del Pentágono, la primera guerra espacial se llevo a cabo hace más de 25 años durante la Operación Tormenta del Desierto (nombre en clave de la Guerra del Golfo), por lo que viven en constante alerta por si fuera necesaria una intervención militar.

"No hay un solo marino, soldado o marine que no esté utilizando capacidades espaciales para llevar a cabo su misión" - John Raymond.

Aunque Raymond ha evitado «entrar en detalles operativos», declaró que el AFSPC está trabajando en la defensa de la estructura espacial de EE. UU. «El dominio del espacio es fundamental para nuestra forma de guerra y para nuestra forma de vida», argumentó el general. En 2008, China y Rusia trataron de que la Administración Bush firmara un acuerdo para impedir el despliegue de armas en el espacio, pero esta se negó en redondo, al igual que hicieron después Obama y ahora Trump.

Todo esto solo puede significar que EE. UU. va muy por delante de sus rivales en el desarrollo de esta clase de armamento. Se desconoce exactamente hasta qué punto el ejército estadounidense está capacitado, pero lo que es claro es que llevan mucho tiempo trabajando para poder proteger y defender el país, especialmente en temas del espacio. ¿Se aproxima una verdadera Guerra de las Galaxias? El tiempo lo dirá...