Creencias
01/11/2004 (00:00 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)

Milagros o fenómenos anómalos

Según Herbert Thurston, "decir que el fenómeno es rarísimo, no es lo mismo que demostrar que sea milagroso". Pero, ¿qué pasa si estos mismos fenómenos los encontramos fuera del ámbito religioso? ¿Dónde quedaría la aparente sobrenaturalidad de tales hechos? Estos puntos son analizados en el libro El negocio de la Virgen, recientemente editado por Nowtilus, y del que ofrecemos en exclusiva este adelanto.

01/11/2004 (00:00 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
Milagros o fenómenos anómalos
Milagros o fenómenos anómalos
Los seguidores aparicionistas que desconocen las capacidades de la psique humana y los fenómenos que se pueden manifestar bajo los estados modificados de conciencia, corren el riesgo de equivocarse al etiquetar un fenómeno como milagroso, por el simple hecho de ser un suceso inusual o extraordinario, incomprensible para nuestra lógica. Pero si estudiaran lo que ocurre en otros contextos, lo que son capaces de hacer algunos paragnostas bajo determinadas circunstancias psíquicas, caerían en la cuenta de lo sospechoso que resulta que la Virgen se manifieste para reproducir fenómenos que para nada son exclusivos de las apariciones marianas.

Los trances simultáneos que han tenido determinados videntes como los de Garabandal y Medjugorje, me han llamado poderosamente la atención. Se trata de éxtasis perfectamente sincrónicos. ¿Hablaríamos de conexión telepática entre ellos? En el caso de los videntes de Medjugorje, y como algo excepcional, se han realizado estudios muy interesantes. La primera investigación se llevó a cabo entre 1984 y 1985 por un grupo de médicos franceses e italianos. En el dictamen, descartaron la epilepsia, la neurosis, las alucinaciones oníricas y los estados catalépticos. El electroencefalograma –que mide la actividad eléctrica del cerebro– registró que los videntes, durante el éxtasis, se hallaban en estado Alfa, característico de la meditación o contemplación. En 1986 tres psiquiatras europeos realizaron diversos estudios psiquiátricos, cuyas conclusiones fueron semejantes. Y en 1998, se creó un equipo de trabajo llamado "Medjugorje 3", compuesto por médicos, neurólogos, psicólogos y parapsicólogos. Llevaron a cabo exámenes psicofísicos, neurológicos, así como registros de la respiración, presión arterial, reflejos palpebrales, ritmo cardíaco, etc. En el informe final, firmado el 12 de diciembre de 1998, los especialistas concluyen que "estas personas no manifiestan ningún síntoma patológico como perturbaciones de trance, perturbaciones disociativas y perturbaciones de pérdida del sentido de la realidad (…). Los estados de éxtasis de las apariciones espontáneas no fueron estados de trance hipnótico".

En cuanto al caso Garabandal, los doctores Alejandro Gasca y Ortiz González elaboraron un informe tras estudiar durante tres años los éxtasis de las niñas videntes. Constataron la manifestación de ciertos fenómenos parapsicológicos durante los trances extáticos, tales como telepatía, premonición, clarividencia… En sus conclusiones manifestaron lo siguiente: "Tendríamos que admitir en las cuatro pequeñas una capacidad parapsicológica de tal categoría, que englobaría la mayoría de las percepciones extrasensibles (…). No encontramos explicación científica alguna convincente que pueda explicar tales fenómenos".

Fenómenos parafísicos
Más llamativo resulta el fenómeno de la materialización de Sagradas Formas en la boca del vidente. Es lo que se conoce en el contexto religioso como "comunión mística". Amparo Cuevas, Conchita González, Rosario Arenillas, Maria Concepción… Los testigos se quedan sobrecogidos al observar cómo va surgiendo de la boca del vidente un punto blanco, etéreo, que poco a poco va tomando consistencia y adquiriendo la forma de una hostia. El padre Félix Arana contempló una comunión mística protagonizada por Rosario Arenillas el 12 de mayo de 1976: "Estando Rosario en éxtasis, de pronto abrió la boca, sacó la lengua y vi que en el centro comenzó a concretarse una especie de granito de arroz muy pequeño que se fue haciendo cada vez más grande. Durante varios minutos, estuvo formándose poco a poco hasta que tomó el tamaño de una Forma de las que se utiliza para dar la Comunión a los fieles. En aquel momento, en el centro de la hostia apareció un puntito rojo, que se fue extendiendo hasta formar una cruz perfecta roja. Esto lo he visto yo y doy testimonio de ello…".

A veces este fenómeno ha podido ser filmado, como ocurrió el 18 de julio de 1962 en Garabandal. En aquella ocasión, Conchita, la principal vidente, fue quien recibió la comunión mística. Así lo cuenta Alejandro Damians, autor de la filmación, en un informe que redactó para dejar constancia escrita de lo observado aquel día: "…pude distinguir claramente que Conchita tenía la boca abierta y la lengua afuera, en la clásica actitud de comulgar. Estaba más bonita que nunca. Su expresión, su gesto, lejos de provocar risas o presentar el más leve asomo de ridiculez, eran de un misticismo impresionante y conmovedor. De pronto, sin saber cómo, sin darme cuenta, sin que Conchita hubiera variado en lo más mínimo su expresión, la Sagrada Forma apareció de repente en su lengua. Fue totalmente inesperado. No dio la impresión de haber sido depositada allí, sino que más bien podía decirse que brotó a una velocidad superior a la percepción de la mirada".

Para el parapsicólogo Germán de Argumosa, la comunión mística es un fenómeno similar al de las materializaciones espiritistas: "Este fenómeno tiene todas las características de una formación ectoplásmica, es decir, una sustancia que sale del cuerpo de un médium o dotado en trance".

Pero los prodigios más sorprendentes relacionados con la materialización de Sagradas Formas, han tenido lugar en la aldea portuguesa de Ladeira do Pinheiro, enclave aparicionista situado a tan sólo 30 Km de Fátima. Allí, y desde 1962, no solo la vidente María de la Concepción ha recibido la mencionada comunión mística en incontables ocasiones, sino que los testimonios hablan también de lluvias de hostias que desaparecen cuando caen al suelo, hostias sangrantes que aparecen en el interior de los sagrarios –o en el cáliz de las azucenas que sostiene la vidente durante el éxtasis–, hostias que desprenden un agradable perfume, etc. El mariólogo José Luis López San Román, autor de la obra Ladeira de persecución, espinos y sufrimientos, en una entrevista que le realizó en su día Eduardo Beneito para la revista Espacio y Tiempo, explica lo que tuvo ocasión de observar en dicho paraje aparicionista durante la Semana Santa de 1972: "María Concepción poco antes de la hora del almuerzo, se sumió en éxtasis y, seguidamente, emprendió una marcha extática de rodillas (…). Una vez en la capilla, al abrir el Sagrario, se halló el Cáliz lleno de hostias embebidas de sangre húmeda. Había siete u ocho formas de tamaño grande, y lo más curioso no era que estuvieran impregnadas, sino que la sangre manaba de ellas. Y se conservó fresca por varias horas, hasta que un sacerdote español celebró la Santa Misa y dio de comulgar con ellas a más de trescientos devotos (…). Cuando me llegó el turno de recibir el sacramento, noté que exhalaban un intenso tufo acre, que se alternaba en ráfagas con una delicada fragancia, y, al depositar una en mi lengua, comprobé que tenía un sabor semejante al de la carne".

La abundante sangre emanada de las Sagradas Formas ha llegado a ser analizada en laboratorio. En 1973, el doctor Jean Caux de París emite un informe en el que revela que se trata de sangre humana del grupo 0 y factor Rh positivo, aunque tiene sólo 23 cromosomas en lugar de 46, como correspondería a la especie humana. Un caso, sin duda, envuelto en el mayor misterio y sobre el que la parapsicología tendría mucho que decir. Sólo en fenomenología paranormal, el caso Ladeira supera con creces a Fátima y otras apariciones que gozan de gran popularidad y de la "custodia" de la Iglesia.

La insensibilidad al dolor o paralgesia es otro de los fenómenos que se ha podido evidenciar en los enclaves aparicionistas: videntes que han sido pinchados con agujas, quemados con cerillas y que no han mostrado el menor signo de dolor. Ni siquiera un mínimo gesto. Las niñas de Garabandal fueron sometidas a estas pruebas por diversos médicos. Es más, durante sus éxtasis caían violentamente al suelo o se desplazaban de rodillas por zonas pedregosas sin producirse ninguna lesión ni sentir dolor alguno. A Pepe Cayetano llegué a pincharle en una ocasión en el brazo sin que pestañeara lo más mínimo. Como tampoco pestañeó cuando le lancé varios fogonazos con el flash de la cámara a un metro de distancia. También en El Palmar algunos videntes han caído de bruces al suelo, entre piedras, sin producirse ninguna herida. Un médico, testigo de los asombrosos hechos, afirmó que "he observado la caída al suelo sin defensa instintiva alguna, no habiéndose producido en ninguno de los casos ni contusiones, ni erosiones, ni hematomas, cuando éstas se han producido siempre en terreno desigual y duro, propicio, por tanto, a dejar algún síntoma traumático, por leve que fuese".

En síntesis, podemos decir que en los enclaves aparicionistas nos encontramos ocasionalmente con fenómenos inexplicables y extraordinarios que, determinadas personas por su fe religiosa o ignorancia, suelen interpretar como hechos milagrosos. Pero la idea de milagro, como diría Gonzalo Puente-Ojea, es absolutamente rechazable científicamente y es en sí mismo irracional. El milagro no existe. Lo que existen son fenómenos que suelen imputarse a causas externas pero que tienen una explicación endógena. La mayoría responden a explicaciones psicológicas y psiquiátricas. Sin embargo, queda un residuo de incidentes que traspasan la frontera de lo puramente racional y que entrarían de lleno en el campo de lo paranormal. El investigador Sebastián Rodríguez Galindo, que ha profundizado en la relación entre las apariciones marianas y los fenómenos psi, afirma: "La parapsicología, con el avance que día a día se va produciendo en el campo de la investigación científica, va dejando atrás los procesos cuasi-milagrosos, los sensacionalismos místicos y la parafernalia sobrenatural que rodea a los fenómenos aparicionistas, al apartar tal fenomenología de lo que simplemente son procesos naturales y causas típicamente físicas, que incluso, llegado el caso, pueden experimentarse demostrativamente con la ayuda de la tecnología científica y la investigación seria y rigurosa".

OVNIS y apariciones
A ciertos lectores pudiera parecerles un atrevimiento relacionar las apariciones marianas con el fenómeno OVNI. Para mí lo sería si dijese que la Virgen es un extraterrestre. Pero los tiros no van por ahí. En principio, desconocemos el origen y la naturaleza de los OVNIs. Por tanto, no podemos asegurar con certeza que tengan una procedencia extraterrestre. Y, por otra parte, no creemos, como ya hemos dicho, que la madre de Jesús tenga algo que ver con las llamadas apariciones marianas. Lo único que haremos es mostrar la similitud que presentan determinados elementos aparicionistas con el fenómeno OVNI. Es más, algunos casos de supuestas apariciones de la Virgen, si en vez de ocurrir en un contexto rural hubiesen tenido lugar en uno urbano, puede que los visionarios –por la influencia socio-cultural– hablasen de OVNIs o de alienígenas, porque los rasgos son tremendamente parecidos. El investigador Hilary Evans asegura que "sean lo que fueren los avistamientos de OVNIs, es algo que se relaciona con las visiones de la Virgen y viceversa". Salvador Freixedo, como es natural en él, va más lejos al sostener que "después de años de estudiar ambos fenómenos, no sólo hemos llegado a la conclusión de que están relacionados, sino que estamos seguros de que en el fondo se trata de un mismo fenómeno".

Lo cierto es que en mis investigaciones me he encontrado con testimonios que hablan de extrañas esferas luminosas, bolas ígneas, discos plateados…, que han sido vistos sobrevolando el enclave aparicionista. Fenómenos celestes que muy bien pueden ser definidos como objetos volantes no identificados, ya que realmente no sabemos qué son. De hecho, pese a que la mayoría de las llamadas "danzas del sol" no son más que ilusiones ópticas, hay casos puntuales que hablan de un objeto luminoso, similar al astro rey, que hace movimientos erráticos o de zig-zag ante cientos de testigos, y que incluso llega a ser fotografiado, observándose el Sol por un lado y el extraño objeto por otro.

El investigador Carlos Simó Blasco, en un interesante artículo titulado "Nuestra Señora del OVNI", nos ofrece unos datos muy interesantes: "Gilbert Cornu, reputado ufólogo francés, fue el primero en indagar sobre la relación entre apariciones y OVNIs. Descubrió que desde 1947, año en que surgió la moda de los platillos volantes, el número de informes sobre apariciones marianas creció espectacularmente: Cova da Cruz (Portugal), Tyromestica (Checoslovaquia), Heroldsbach (Alemania), Acquaviva (Sicilia), Cuevas de Vinromá (España), Isla Bourchard… Sucedió lo mismo en Francia, durante la oleada OVNI de 1954, y en 1970 se registraron, repartidas por todo el mundo, una decena de apariciones en un año de importantes avistamientos OVNI".

Cuando yo mismo llevé a un mapa tres apariciones casi simultáneas que se dieron en el suroeste español, las de El Repilado (Huelva), las de Pedrera (Sevilla) y las de Benalup de Sidonia (Cádiz), observé que el triángulo que formaban encerraba puntos geográficos de gran actividad OVNI, o "zonas calientes", que es como se conocen en el argot ufológico. Me estoy refiriendo al Coto de Doñana, la sierra onubense y el Aljarafe sevillano.

Ufonautas en Fátima
Las descripciones que los propios videntes hacen a veces de la entidad que observan, nos recuerdan mucho la tipología de ciertos "ufonautas". Sin ir más lejos, el caso Fátima contiene tantos elementos ufológicos que fue motivo de un exhaustivo estudio de seis años por parte del ufólogo Joaquim Fernandes y la historiadora Fina D'Armada. Ambos investigadores portugueses son autores del libro Intervençao extraterrestre em Fatima (1981) donde se recogen las declaraciones originales de los niños videntes, que durante décadas, permanecieron ocultadas por las autoridades eclesiásticas. En dichos documentos, la "Señora luminosa" es descrita como una figura de 1,10 m de altura, sin cabellos, ataviada con una especie de traje ajustado, cubierta con un manto acolchado y portando una bola brillante en sus manos. La entidad hablaba mentalmente con Lucía, y se manifestó a través de un haz luminoso de forma troncocónica que surgía de una extraña nube. ¿Curioso, no creen? Un retrato-robot que muy poco tiene que ver con la imagen oficial que la iglesia Católica ha adoptado de la Virgen de Fátima. Quien observa el dibujo de la figura aparecida a Lucía, Jacinta y Francisco lo primero que cree estar viendo es un presunto "ufonauta" de los que tanto abundan en la literatura ufológica. No olvidemos tampoco que los jóvenes videntes hablaron de toda una serie de fenómenos aéreos anómalos que precedían o acompañaban a la aparición: nubes centelleantes, destellos luminosos, bolas brillantes, explosiones, zumbidos como de abeja, etc. Exactamente lo mismo que narran los testigos OVNIs. Joaquim Fernandes plantea además algo tremendamente revelador sobre el caso Fátima: la posible presencia de una radiación de microondas en el área de contacto entre la entidad luminosa y los niños. "Basamos esta hipótesis en las innumerables indicaciones de los testigos que estaban cerca del lugar del ';contacto' y que mencionan la audición de un ';zumbido de abejas', una de las características que se encuentra frecuentemente en los casos de ';encuentros cercanos'. Las propiedades de las microondas justificarían a la perfección la triple prueba en el caso de Fátima: 1) Calor intenso; 2) Secado de ropa; 3) Efectos fisiológicos (';curaciones') (…). Parece, pues, que en Fátima se habrá dado una intensiva utilización de la radiación de microondas del espectro electromagnético –entre los 300 y los 300.000 MHz–".

También en Fátima se recogieron testimonios de personas que vieron caer en las inmediaciones algo parecido a copos de nieve o pétalos de rosa, que cuando alcanzaban el suelo desaparecían. "Observé unas bolas blancas que descendían del cielo (…). Los hombres abrían los sombreros para cogerlas, pero no veían nada. Cayó una en mi hombro izquierdo; iba a cogerla pero no vi nada", cuenta Carmen Marques da Cruz. Lo realmente curioso es que este fenómeno, conocido en el contexto aparicionista como "hilos de la Virgen", se viene repitiendo en algunas observaciones de OVNIs. Ciertos testigos han visto caer, al paso de esos enigmáticos ingenios, unos extraños filamentos blancos, casi transparentes, conocidos como "cabellos de ángel", y que se volatilizan en cuestión de segundos.

Los propios niños de Fátima, un año antes de tener la aparición de la Virgen, ya habían protagonizado extraños encuentros con un "ser luminoso". Según cuenta Lucía, "…vimos sobre la cúspide de los árboles una luz más blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven transparente y más brillante que el cristal traspasado por los rayos del Sol". En esos instantes, notaban extrañas sensaciones físicas y hasta perdían la noción de realidad. "Parecía que por un tiempo bastante largo estábamos privados de nuestros sentidos corporales. Durante los días siguientes nuestras acciones estaban impulsadas del todo por este poder sobrenatural", recuerda la vidente en sus memorias.

Con ejemplos como estos no es de extrañar que muchos ufólogos consideren el caso Fátima como un encuentro cercano OVNI. Y sobre todo, cuando se analiza lo que aconteció el 13 de octubre de 1917 ante 70.000 testigos que se hallaban en la explanada. En síntesis, el célebre prodigio solar no fue otra cosa que el avistamiento de un globo luminoso que irradiaba llamaradas multicolores y realizaba extrañas piruetas, descendiendo incluso a pocos metros del suelo, con movimiento de caída de hoja. Algunos testigos distinguieron en su interior algunas figuras luminosas. Se trató por tanto de un fenómeno de carácter local, registrado en la atmósfera, y que sólo fue observado en un radio de 40 km en torno a Cova de Iría. No se puede decir que aquello lo produjo el astro rey. De haber sido así, no solo hubiese sido detectado por los observatorios astronómicos, sino que habría provocado una catástrofe en nuestro Sistema Solar y seguramente ahora no estaríamos aquí para contarlo. El Vicario General de Leiria, presente aquella mañana, cuenta así lo que vio: "…con gran admiración mía, veo, clara y distintamente, una esfera luminosa que se mueve de naciente hacia poniente, desplazándose lenta y majestuosa a través del espacio… De repente, el globo, con su extraordinaria luz, desaparece ante nuestros ojos…".

Otro caso aparicionista con cierta connotación ufológica es el de Medjugorje, en la antigua Yugoslavia. Los videntes y otros testigos han divisado en los cielos estrellas que se encienden y apagan, así como luces cónicas o en forma de columna que iluminan la colina de las apariciones y que surgen momentos antes de manifestarse la entidad. En ocasiones, han sido filmadas. "Primero aparece una luz. Antes se mostraba tres veces, ahora sólo hay una. Aparece una luz, luego llega nuestra Señora", afirma Jakov Colo, uno de los seis videntes. Incluso aseguran haber llegado a tocarla. Vicka Ivankovic confiesa que "…he tocado su túnica. Es de color gris plateado. Es resistente como el metal. Cuando mueve las manos o la cabeza, cuando ella se mueve, todo es normal, pero cuando la tocas es resistente como el metal". o
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