Creencias
26/04/2010 (09:31 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
PLANTAS MAESTRAS
Janire RámilaSagradas para muchas culturas a lo largo y ancho del planeta, las calificadas como "plantas maestras" son una herramienta para experimentar estados alterados de consciencia, tan intensos que muchos de quienes los viven aseguran percibirse como personas absolutamente distintas. Capaces de revelar nuestro "Dios interior", estas reinas casi secretas del universo vegetal han formado parte del arsenal de brujos y chamanes y, más modernamente, de audaces investigadores que buscan desvelar los aspectos desconocidos de nuestras complejas mentes.
A finales de los años 60, el joven estudiante de antropología de la Universidad de California Carlos Castaneda entró en contacto con un brujo de la tribu yaqui, proveniente del norte de México. Don Juan Matus, como se venía en llamar, le introdujo en una tradición heredada de sus antepasados toltecas, consistente en ingerir durante un ritual determinadas plantas que provocaran en él estados alterados de consciencia tan poderosos, que más tarde llegaría a afirmar que "el mundo que nosotros creemos está ahí, es sólo uno de tantos".
Gracias a su labor y a la de otros investigadores que trabajaron en la misma época, como el antropólogo Michael Harner, el etnobotánico Richard Evans-Schultes o el micólogo Robert Gordon Wasson, la sabiduría de los antiguos chamanes en relación con estas plantas resurgió con fuerza, mostrando al mundo una nueva vía para acceder a mundos paralelos y realidades hasta entonces ignoradas.
"Las plantas sagradas son uno de los métodos más antiguos y universales para explorar las dimensiones que se encuentran más allá de la realidad cotidiana y ordinaria", argumenta José Luis López, autor de Plantas maestras y Botánica sagrada, libros donde explica los pormenores de este reservorio natural, utilizado por "muchas culturas y civilizaciones ancestrales, desde los aztecas, olmecas, mayas e incas, hasta los minoicos, persas o griegos".
Y es que el empleo de estas plantas ha sido mucho más común de lo que se piensa, como demuestra la gran variedad de nombres que han recibido, dependiendo de la procedencia de quienes las usaran: plantas maestras, de poder, de los dioses, plantas mágicas, luminosas, visionarias, de luz. Actualmente, el término más apropiado a nivel científico sería el de enteógenas (Continúa en AÑO/CERO 237).
Gracias a su labor y a la de otros investigadores que trabajaron en la misma época, como el antropólogo Michael Harner, el etnobotánico Richard Evans-Schultes o el micólogo Robert Gordon Wasson, la sabiduría de los antiguos chamanes en relación con estas plantas resurgió con fuerza, mostrando al mundo una nueva vía para acceder a mundos paralelos y realidades hasta entonces ignoradas.
"Las plantas sagradas son uno de los métodos más antiguos y universales para explorar las dimensiones que se encuentran más allá de la realidad cotidiana y ordinaria", argumenta José Luis López, autor de Plantas maestras y Botánica sagrada, libros donde explica los pormenores de este reservorio natural, utilizado por "muchas culturas y civilizaciones ancestrales, desde los aztecas, olmecas, mayas e incas, hasta los minoicos, persas o griegos".
Y es que el empleo de estas plantas ha sido mucho más común de lo que se piensa, como demuestra la gran variedad de nombres que han recibido, dependiendo de la procedencia de quienes las usaran: plantas maestras, de poder, de los dioses, plantas mágicas, luminosas, visionarias, de luz. Actualmente, el término más apropiado a nivel científico sería el de enteógenas (Continúa en AÑO/CERO 237).
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