Enigmas y anomalía
01/12/2021 (11:33 CET) Actualizado: 01/12/2021 (11:34 CET)

¿Dinosaurios en el salvaje oeste?

¿A qué se debe el avistamiento de extrañas aves gigantes en el Salvaje Oeste? El periodista y escritor Javier Ramos repasa en 'Mitos, leyendas y tesoros del Salvaje Oeste' (Modus Operandi, 2021) la verdadera historia de un período plagado de mitos y curiosidades.

01/12/2021 (11:33 CET) Actualizado: 01/12/2021 (11:34 CET)
¿Dinosaurios en el salvaje oeste?
¿Dinosaurios en el salvaje oeste?

En plena efervescencia de la vida en la costa del Pacífico a finales del siglo XIX, la prensa local de California y Arizona, dos lugares con historia, registraba en sus páginas una serie de artículos y reportajes que relataban un gran número de avistamientos de pájaros gigantes con las características de lo que conocemos como un Pterodáctilo. Se trata de un dinosaurio o reptil volador que pobló la Tierra hace 150 millones de años. ¿Cómo era posible?

Los colonizadores conectaron los avistamientos de pájaros gigantes con los relatos de dragones con la leyenda del Pájaro de Trueno

Al margen de las múltiples leyendas que existen a este respecto, existió un cazatesoros del estado de Wyoming que dijo haber logrado encontrar en una cueva de Utah multitud de plumas de enorme tamaño, precisamente junto a representaciones pictóricas realizadas por nativos americanos en las que aparecen pájaros gigantes con cuernos. A decir de los expertos, la especie a la que pertenecen dichas plumas no ha podido ser aún identificada…

Una de las historias más persistentes es la del "Pájaro de Trueno", un gigante pájaro sobrenatural con alas tan grandes que hace un ruido atronador cuando vuela. Hubo muchos avistamientos de pájaros gigantes en el Viejo Oeste a lo largo de los años, y parece que los colonizadores conectaron los relatos de dragones con la leyenda del Pájaro de Trueno.

Un monstruo alado, parecido a un enorme cocodrilo, fue hallado en el desierto entre las montañas Whetsone y Huachuca

La más famosa historia viene de un extraño artículo que apareció en el Tombstone Epitaph del 26 de abril de 1890: "Hallado un extraño monstruo alado descubierto y muerto en el desierto Huachuca". El titular daba pie al desarrollo del artículo:

Un monstruo alado, parecido a un enorme cocodrilo con una cola extremadamente alargada y un inmenso par de alas, fue hallado el pasado domingo, en el desierto entre las montañas Whetsone y Huachuca, por dos rancheros que regresaban a casa desde las Huachucas. La criatura estaba evidentemente exhausta por el largo vuelo y cuando fue descubierta era capaz de volar por cortos trechos. Después del primer impacto, los dos hombres, que iban a caballo y estaban armados con rifles Winchester, reunieron el suficiente coraje para ir tras el monstruo y luego de una emocionante persecución a lo largo de varias millas lograron acercarse lo suficiente como para abrir fuego y herirlo. La criatura entonces, se volvió hacia los hombres, pero debido a su agotamiento no pudo impedir que ellos se apartaran; luego de unos disparos bien colocados, el monstruo rodó a media y se quedó inmóvil. Los hombres se acercaron cautelosos, sus caballos pifiando de terror, y se encontraron con que la criatura estaba muerta. Procedieron entonces a examinarla y determinaron que medía unos 92 pies de longitud y que su diámetro máximo sería de 50 pulgadas. El monstruo tenía solo dos patas, situadas a corta distancia del lugar donde las alas se unían al cuerpo. La cabeza, hasta donde pudieron apreciarla, mediría ocho pies de largo; en las mandíbulas se veían los dientes, fuertes y agudos. Sus ojos eran saltones y tan grandes como platos. Hubo alguna dificultad en medir las alas, ya que estaban parcialmente dobladas bajo el cuerpo, pero finalmente lograron extender una, lo suficiente como para obtener una medida de 78 pies, para una envergadura total de unos 160 pies. Las alas estaban compuestas de una gruesa y casi transparente membrana, y carecían de plumas o pelo, al igual que el resto del cuerpo. La piel del cuerpo era suave y fácil de ser penetrada por una bala.

Lanzó un grito que parecía la mezcla de un oso y un becerro

MONSTRUOS VOLADORES

El incidente de Tombstone no fue el único avistamiento de un Pájaro de Trueno. El Gridley Herald, un periódico de California, reportó en 1882 que dos hombres llamados Joseph Howard y Thomas Campbell estaban cortando leña cerca de Hurleton (California), cuando divisaron algo que volaba sobre las copas de los árboles. Se veía como un cocodrilo, y presentaba unas medidas de 18 pies de largo y una envergadura de 40 pies, con seis alas y 12 patas. Howard afirmó que le disparó con su escopeta y le dijo al periódico: "Lanzó un grito que parecía la mezcla de un oso y un becerro, pero no dio señales de haber sido acusado o herido. De hecho, cuando el tiro le pegó, oímos que las balas sonaron como si hubieran chocado con una delgada lámina de hierro".

Otro monstruo volante por el cielo de California acaeció, al parecer, en el lago Elizabeth, y los rumores sobre esta bestia, que podía volar y vivir bajo el agua, comenzaron con los colonos mexicanos. Se decía que era tan grande como una ballena, pero con alas gigantes, como de murciélago, y la zona era evitada debido a la creencia de que la criatura se comía al ganado.

En 1891 se avistaron dos "dragones" voladores en Fresno. Medían 15 pies de largo y poseían hileras de dientes agudos y cortantes, que usaban para cortar a los pollos en dos de un mordisco. Hubo un avistamiento similar en Utah en 1903.

Portada libro oeste
Portada del libro Mitos, leyendas y tesoros del Salvaje Oeste (Modus Operandi, 2021), de Javier Ramos.

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