Historia oculta
30/06/2022 (13:36 CET) Actualizado: 01/07/2022 (15:20 CET)

Mina Crandon: la última gran médium

Considerada una de las mejores médiums a comienzos del siglo XX, sus capacidades fueron puestas a prueba por un comité de científicos expertos y hasta por el mismísimo Houdini

autor Jesus Ortega

Periodista

30/06/2022 (13:36 CET) Actualizado: 01/07/2022 (15:20 CET)
Mina Crandon: la última gran médium
Mina Crandon: la última gran médium

La habitación del cuarto y último piso de la casa quedó en penumbra y en absoluto silencio. Así lo demandaban los espíritus. Los asistentes se encontraban a medio camino entre la expectación y el pánico. Ninguno comprendía del todo el objetivo de la extraña invitación que el Dr. Le Roy Goddard Crandon les había hecho llegar, citándolos la tarde del 27 de mayo de 1923 en su domicilio, situado en el número 10 de Lime Street, en el acomodado barrio de Bacon Hill, en Boston. Ni los presentes ni el Dr. Crandon, responsable del experimento, eran capaces de imaginar la repercusión de lo que estaban a punto de presenciar.

El Dr. Crandon sintió una creciente curiosidad por los misteriosos fenómenos que se desplegaban durante las sesiones mediúmnicas

Al igual que tantos aristócratas e intelectuales de comienzos del siglo XX, la inquieta y curiosa mente del médico no tardó en sentirse atraída por el auge del espiritismo, los supuestos contactos con el más allá y la investigación psíquica. Tras oír hablar de ello a algunos colegas y la lectura de libros como The Psychic Structures at the Goligher Circle, del Dr. W. J. Crawford, profesor de Ingeniería en la Universidad de Queens, en Belfast (Irlanda), y un activo investigador de los fenómenos psíquicos, el Dr. Crandon sintió una creciente curiosidad por el abanico de misteriosos fenómenos que se desplegaban durante las famosas sesiones mediúmnicas. Así pues, se puso manos a la obra y decidió organizar uno de estos encuentros.

Ilustración sesión de Espiritismo
Ilustración de una sesión clásica de espiritismo

Pasados unos minutos, la mesa construida según las indicaciones del libro de Crawford se movió tímidamente para acabar inclinada sobre dos de sus patas, ante el escepticismo y el asombro de los presentes. Acto seguido, dispuestos a determinar quién había sido el causante de aquel fenómeno, los asistentes fueron abandonando la habitación uno a uno, hasta que sólo quedó una persona sentada a la mesa: Mina Crandon, la joven esposa del doctor. La duda, por tanto, abandonó rápido el hogar que meses más tarde serviría de escenario para una de las historias más apasionantes de la investigación psíquica. Sus principales protagonistas fueron: la desde entonces médium "Margery" –Mina Crandon– y el mismísimo Harry Houdini. Supuso uno de los lances más difíciles que hubo de enfrentar contra el espiritismo el famoso escapista y donde las creencias, el fraude y la razón fueron las principales armas.

¿AL FIN UNA MÉDIUM REAL?

Nacida en Canadá en 1888, a los 30 años solicitó el divorcio de su anterior marido y se convirtió en la tercera esposa del Dr. Crandon. Se hablaba de una joven activa y brillante, de ojos azules y una larga melena color castaño, pero sobre todo sensual y provocativa, lo que traería no pocos quebraderos de cabeza a los investigadores que se quisieron confirmar sus habilidades a ella. Sin duda, sus repentinas capacidades mediúmnicas –que iba ampliando y modificando conforme las descubría en diferentes libros y artículos– la convertían en un elemento de estudio interesante, sobre todo por su posición y el hecho de que ni cobrase ni aceptase ningún tipo de regalo por sus demostraciones.

Con ella terminó la era de las grandes médiums

Mina 1
Fotografía de Mina Crandon en 1924 (Wikipedia)

El caso de Mina Crandon "es probablemente uno de los más interesantes. Ningún otro médium desde Daniel Dunglas Home, ni siquiera Eusapia Palladino, había sido capaz de atraer tanto interés y controversia. […] Fue el último caso famoso de mediúmnidad física que se presentó como prueba de la realidad de los poderes de la mente sobre la materia, hasta la llegada 50 años después de Uri Geller. Con ella terminó la era de los grandes médiums", escribe el investigador Massimo Polidoro en la web de CICAP al hilo de Margery.

LA METEDURA DE PATA DE SCIENTIFIC AMERICAN

En enero de 1923, apenas unos meses antes de que, casi por casualidad, Mina Crandon descubriera ser médium, la prestigiosa revista Scientific American ofreció 2.500 dólares a la persona que fuese capaz de ofrecer una manifestación de sus poderes psíquicos bajo unos estrictos controles científicos. Lejos de lo que hoy día se hace, el comité designado para tal tarea estaba formado por un grupo mutidisciplinar de cinco expertos: el profesor William McDougall, profesor de Psicología de la Universidad de Harvard; Daniel Comstock, antiguo miembro del departamento de Física del MIT; Walter Prince, de la Sociedad Americana para la Investigación Psíquica; Hereward Carrington, investigador psíquico y, por último, Harry Houdini. No era la primera vez que el famoso escapista colaboraba con la publicación, lo que levantó ciertas críticas debido a la presencia de un artista entre el grupo de expertos investigadores. Por fortuna para los miembros más críticos con el escapista, su presencia fue decisiva –no en vano, son muchos los que abogan por la presencia de ilusionistas en cualquier grupo de investigación paranormal que se precie– y, probablemente, salvó a Scientific American de la que pudo ser una de sus grandes meteduras de pata. La función de secretario del comité la asumió el editor de la publicación, James Malcom Bird.

Comité
Walter Franklin Prince, Daniel Frost Comstock, Mina Crandon, O. D. Munn y Harry Houdini (Wikipedia)

En agosto de ese mismo año, el Dr. Crandon escribió una misiva al mismísimo Arthur Conan Doyle, creador del golem literario Sherlock Holmes y apasionado creyente y defensor del espiritismo. Cuando Doyle leyó el relato que el doctor hacía sobre las asombrosas capacidades demostradas por su esposa Mina, quedó fascinado y convencido, sin ni siquiera ser testigo presencial de ellas, de que Margery era una médium genuina. Inmediatamente, Doyle escribió al secretario del comité de investigación y editor de Scientific American, James Malcom Bird.

Mina Crandon, con sus capacidades ya más desarrolladas y definidas, decía entrar en contacto con su hermano Walter Stinson, fallecido a la edad de 28 años a comienzos de siglo aplastado por un vagón de ferrocarril. El espíritu de Walter era grosero y, desde luego, el tacto no era una de sus virtudes. Se manifestaba con una voz grave que aterrorizaba a muchos de los participantes que acudían a la sesión en casa del matrimonio Crandon en busca de emociones fuertes, siendo testigos de un catálogo de fenómenos que iban desde el movimiento clásico de la mesa, hasta el lanzamiento de objetos o el sonido de campanas y otros instrumentos sin explicación aparente. Todo ello con el objetivo de certificar que los muertos se habían manifestado durante la sesión… al menos en apariencia.

Walter
Walter Stinson, hermano de Mina (Wikipedia)

El espíritu guía de Mina era su propio hermano Walter, un espíritu grosero que aterrorizaba a los participantes de la sesión mediante toda clase de fenómenos

La primera visita de Bird, secretario del comité de investigación, al hogar de los Crandon tuvo lugar en noviembre de 1923. Parece ser que quedó prendado de Mina, lo que después pudo influir en sus decisiones y conclusiones sobre la médium, como así lo mantienen muchos estudiosos. Quizás ayudara a tal fin el hecho de que Mina realizará sus sesiones cubierta tan sólo por un fino camisón o que su propio marido mostrase fotografías de alto contenido erótico de su esposa a algunos asistentes, quién sabe si buscando minar sus barreras racionales mediante el desconcierto. En julio de 1924, ocho meses después de la primera visita, Bird firmó un artículo en Scientific American en el que ya manifestaba que los científicos no encontraban engaño en las capacidades de la médium de Boston.

El comité de expertos estuvo a punto de validar las capacidades psíquicas de Margery y dotarla con el jugoso premio

¿Se acuerdan de Houdini? Pues parece ser que el comité investigador no lo hizo, ya que decidió dejarlo a un lado durante las primeras pruebas a Mina. Houdini se enteró de todo a través de la prensa, algo que no gustó demasiado al escapista. El comité, que a punto estuvo de validar las supuestas capacidades psíquicas de Margery y dotarla con el jugoso premio de 2.500 dólares. Quizás no contaron con que Houdini, que desde hacía años libraba una descarnada lucha contra los fraudes espiritistas, no pensaba quedarse de brazos cruzados. Así, el 23 de julio de 1924, el famoso y combativo escapista asistía por primera vez a una sesión en el hogar de los Crandon, dispuesto a revelar los trucos con los que Margery había conseguido encandilar al nutrido y preparado comité de expertos.

EL DUELO DEFINITIVO: CRANDON VS HOUDINI

No le hizo falta más de una sesión –a diferencia de las treinta que había realizado el comité– para descubrir algunos de los trucos utilizados por Crandon para provocar los "asombrosos" efectos que habían desconcertado al grupo de expertos. Houdini, lejos de entablar una relación cordial con el matrimonio, algo de lo que habían pecado algunos de los miembros encargados de la investigación (algunos de los cuales pudieron haber sido sacados de algún apurillo económico gracias al bolsillo de los Crandon), tomó distancias desde el primer momento. Tras aquella tensa y polémica primera sesión, el escapista comentó: "Este es el truco más simple que he detectado", algo que levantó ampollas entre los implicados.

Ectoplasma
Mina Crandon expulsando ectoplasma por la boca (Wikipedia)

Houdini se propuso desacreditar con un definitivo golpe de gracia a la médium Margery

Tras hacer públicas sus conclusiones, el odio hacia Houdini aumentó por parte del matrimonio, de Bird e incluso de Conan Doyle, que mediante una carta nada cordial manifestó su completo desacuerdo con él –cierto es que, de la amistad que ambos habían compartido, poco quedaba ya debido a sus constantes trifulcas a causa del espiritismo–. A la primera sesión le acompañaron otras cuantas en las que Houdini se propuso desacreditar con un definitivo golpe de gracia a la médium Margery, diseñando incluso un cajón especial que imposibilitaba los movimientos de la misma para evitar que, con cualquier parte de su cuerpo, produjera los fenómenos que desconcertaban a la mayoría –aunque también se servía de la ayuda de externos, como su propio marido–. El uso de este cajón no estuvo exento de polémica cuando en su interior apareció un objeto con el que provocar los fenómenos. Hubo quien señaló a Margery, que pudo introducirlo con objetivo fraudulento; otros acusaron a Houdini de haberlo ocultado dentro para poder así acusar a la médium de farsante con una prueba indiscutible; y también hubo quien quiso ver en este acto la mano del ayudante de Houdini, cuya intención sería jugársela a su jefe. Lo cierto es que nunca quedó a llegar del todo claro.

Cajón
Mina en el interior del cajón diseñado por Houdini (Wikipedia)

Finalmente, James Malcom Bird fue sustituido como secretario del comité por Walter Prince y, tras unas ajetreadas reuniones, el dictamen definitivo de la revista llegó el 11 de febrero de 1925. La portada correspondiente apareció con el siguiente titular: "El comité decide que Margery ha fallado", tras la votación de cuatro votos a uno.

Hubo quien mantuvo que, si bien es cierto que algunos fenómenos eran provocados de forma fraudulenta, un alto porcentaje de los mismos eran generados por Walter, el espíritu guía de Mina. Un espíritu, por cierto, que a punto estuvo de convertirse en profeta ya que, fruto del odio hacia Houdini, llego a declarar en diciembre de 1924 que al escapista le quedaba menos de un año de vida. No fue el único hacer quiniela con la muerte de Houdini, pero si tenemos en cuenta que falleció el 31 de octubre de 1926, quizás no anduviera tan desencaminado.

Mina 2
Mina Crandon falleció a los 53 años

Mina Crandon murió el 10 de noviembre de 1941 a los 53 años, deprimida y presa de las garras del alcohol

Tras el descrédito de Mina Crandon por parte de Houdini y la cercana muerte del mismo, la médium de Boston que a punto estuvo de dar al traste con la reputación de Scientific American, continuó con su azarosa vida. Murió el 10 de noviembre de 1941 a los 53 años, deprimida y presa de las garras del alcohol. La presión que sus escasos seguidores ejercían para que intentara demostrar sus poderes acabó con la protagonista de una de las historias más apasionantes de la época dorada del espiritismo.

Sobre el autor
autor Jesus Ortega

Periodista. Dirige y presenta el programa radiofónico El Dragón Invisible (Radio Castilla-La Mancha) y forma parte del equipo de El Colegio Invisible (Onda Cero).

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Comentarios (1)

Juan Bosco Hace 1 año
Todo este tema es fraude parece mentira que cada x tiempo se tengan que desenterrar bien para rellenar o hacer caja

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nº404

Nº 404, mayo de 2024