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21/12/2015 (11:32 CET) Actualizado: 21/12/2015 (11:32 CET)

El castillo nazi de Wewelsburg, uno de los museos más populares de Alemania

21/12/2015 (11:32 CET) Actualizado: 21/12/2015 (11:32 CET)
El castillo de Wewlsburg fue construido para contener relíquias
El castillo de Wewlsburg fue construido para contener relíquias

El castillo de Wewelsburg es una fortaleza situada al norte del Estado de Renania del Norte-Westfalia, construida en forma de triángulo y que se convirtió en la sede de la Orden Negra de Heinrich Himmler, comandante en jefe de las Schutzstaffel (SS). La primera vez que el temible jefe de las 'escuadras de defensa' nazi vio el castillo fue en 1933. Después de varios años de desolación, el castillo servía entonces de museo y hostal para jóvenes. Sin embargo, un año después lo rentó para los siguientes 100 años por el precio simbólico de un Reichsmark, a fin de crear allí la escuela ideológica de los altos cargos nazis.

Obsesionado con el romanticismo caballeresco medieval, Himmler mandó construir dentro del castillo una sala con fuego eterno y una mesa redonda alrededor. En el sótano mandó a crear una enorme esvástica, construida por presos de campos de concentración. Pero como un solo castillo no bastaba,

Himmler planeó levantar una gigante obra de construcción alrededor del castillo, con la idea de crear allí el centro ideológico del mundo nazi.

Encima de la cripta había otra sala circular, llamada "sala de los líderes supremos de las SS", que, según la leyenda, debía permitir a Himmler sentarse alrededor de una mesa redonda con sus 12 generales principales.

Concluida en 2010 su reconstrucción a gran escala, el castillo se abrió como museo de la SS y es uno de los más visitados de Alemania bajo el apodo de 'naziland'. Allí sigue funcionando allí el hostal más grande de Alemania y el museo de la ciudad.

Entre los objetos expuestos están la agenda del comandante de las SS, Heinrich Himmler, así como uniformes negros, anillos de plata, concedidos por Himmler a los oficiales superiores, adornados con la esvástica, la calavera y las estilizadas runas de las iniciales SS.

Un historiador que ayudó a montar el museo, Moritz Pfeiffer, de 27 años, indica que los objetos son exhibidos junto a fichas históricas sobre los crímenes nazis para evitar cualquier acusación de que se intenta una glorificación de las SS.

El castillo sigue atrayendo a los neonazis y por eso las autoridades tratan de evitar que se convierta en un lugar de "peregrinación".

 
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