Misterios
01/06/2016 (08:13 CET) Actualizado: 01/06/2016 (11:51 CET)

Psicofonías 3.0

Primero se grabaron en rudimentarios aparatos mecánicos. Con la aparición de equipos electrónicos más sofisticados, las psicofonías se hicieron populares y accesibles a cualquier experimentador. En el siglo XXI con la llegada de la tecnología digital, se abren nuevas perspectivas para la investigación de uno de los enigmas más sorprendentes de la historia de la parapsicología. Por: Carlos G. Fernández

01/06/2016 (08:13 CET) Actualizado: 01/06/2016 (11:51 CET)
Friedrich Jürgenson pionero de las psicofonías
Friedrich Jürgenson pionero de las psicofonías

Hace más de un siglo que se grabaron las primeras psicofonías y, hoy en día, bien entrado el siglo XXI, siguen despertando asombro y perplejidad, aunque las voces se han adaptado a los tiempos y a las nuevas tecnologías.

Fue en 1901 cuando se grabó la psicofonía más antigua que se conoce. Un antropólogo llamado Wadelmar Bogoras llevó una grabadora de la época a una sesión de invocación de espíritus que realizaban los chamanes de la tribu de los tohouktchi, en Siberia. El aparato era mecánico, registraba los sonidos recogidos a través de una trompeta y grababa las vibraciones en rodillos de cera. Tras la sesión, al escuchar el registro, aparecieron voces desconocidas que, en ocasiones, se superponían a las de los oficiantes. Se inauguraba así una nueva dimensión en la presunta comunicación con los espíritus, en la que la tecnología era la protagonista.

Medio siglo más tarde, cuando se inventaron las grabadoras electromagnéticas, que utilizaban un hilo metálico para registrar los sonidos, dos sacerdotes católicos volvieron a grabar voces psicofónicas. Agostino Gemelli –fundador de la Universidad Católica de Milán– y Pelegrino Ernetti estaban grabando cantos gregorianos. El alambre se rompía una y otra vez, y Gemelli exclamó en voz alta: "Oh padre, ayúdame", invocando a su progenitor fallecido.

Cuando encendieron otra vez la máquina, ambos sacerdotes no oyeron el canto gregoriano que esperaban oír, sino la voz del padre de Gemelli que decía: "¡Pero por supuesto te ayudaré! Estoy siempre contigo".

Pocos años después, primero Friedrich Jürgenson, y tiempo más tarde, Konstantin Raudive, popularizaron el fenómeno de las voces psicofónicas, hasta el punto que –desde aquel momento– varias decenas de miles de personas pudieron experimentar por sí mismas el que resulta uno de los fenómenos más inquietantes de todos los tiempos.

Así como durante décadas las psicofonías se fueron adaptando a la tecnología de cada época, la era digital tampoco ha sido un escollo para que estas enigmáticas voces se sigan grabando en los modernos equipos digitales e, incluso, en los discos duros de los ordenadores. Pero la verdadera revolución en el estudio y análisis de las psicofonías en el siglo XXI se produjo con la mejora de las prestaciones de los ordenadores.

En los años setenta, cuando las psicofonías comenzaron a hacerse populares, se realizaron los primeros análisis técnicos y grabaciones en condiciones de control, con el fin de descubrir cuáles eran las características de las voces y probar que se trataba de un verdadero fenómeno no convencional. El alemán Hans Bender, de la Universidad de Friburgo, realizó por aquel entonces un minucioso trabajo de investigación utilizando los más modernos aparatos de la época y valiéndose de los conocimientos más avanzados en fonética, acústica y electrónica.

Y sus conclusiones no dejaban dudas acerca de que se trataba de un fenómeno que no podía explicarse con argumentos convencionales. Pero esa compleja tecnología de la época, hoy podría instalarse en cualquiera de los ordenadores que tenemos en nuestro domicilio.

Y con este salto tecnológico, ¿en qué se ha avanzado?

EL ADN DE LAS PSICOFONÍAS
"Hoy en día, un análisis informático puede decir mucho", comienza explicando Daniele Gullà, un ingeniero informático que realiza peritajes de reconocimiento de voces e imágenes para los juzgados de Bolonia y que se dedicó a investigar y analizar las voces psicofónicas. "Con el ordenador podemos reconstruir las características fisiológicas de la persona que habla, recabar información sobre los órganos que producen la voz, como por ejemplo las dimensiones y espesor de las cuerdas vocales, de la cavidad nasal, malformaciones de la cavidad laríngea. En algunos casos es posible determinar con certeza que los registros tienen importantes elementos presentes en una voz humana, y en otros se expresa en términos de una 'anomalía' que no se encuentra dentro de los conocimientos que se tienen de la electroacústica de la voz humana", añade el ingeniero italiano.

Sigue leyendo en ENIGMAS 247, junio 2016

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