Ya sabemos qué era la esfera metálica de Japón
Un experto de la Universidad de Kagoshima y un oceanógrafo de la Universidad de San Diego resuelven el origen de la misteriosa esfera

La misteriosa bola de metal hallada en una playa de la ciudad japonesa de Hamamatsu, en la costa sudoriental del país ya tiene explicación oficial.
Recordemos que la presencia del extraño artefacto motivó que la policía de la prefectura japonesa de Shizuoka, restringiera el acceso a la playa en la mañana del 21 de febrero de 2023, ante la posibilidad de que se tratara de una artefacto explosivo, es decir, una mina marina.
Se trataba de una bola de hierro aparentemente oxidada que poseía un diámetro de metro y medio aproximadamente. Fue encontrada por un residente local que dio parte a las autoridades.
【動画】海岸に謎の鉄球?
— NHK静岡放送局 (@nhk_shizuoka_) February 21, 2023
静岡県浜松市の遠州浜海岸に
直径1点5メートルほどの
金属製の球体が
打ち上げられているのが
見つかりました
警察が調べたところ
爆発の危険性はありませんが
どのような物かは詳しく
わかっていないということです pic.twitter.com/M8qpnfdWWy
Como suele ocurrir, el hallazgo vino acompañado de una ola de reacciones en las redes sociales, desde los que lo relacionaron con chatarra espacial o los que apostaban por una simple boya. También se divulgaron muchos memes como el que reproducimos a continuación:
me gusta mas pensarlo por aca!! pic.twitter.com/K6akHQie4b
— Matt (@MEC_wd) February 21, 2023
Aunque expertos de las Fuerzas de Autodefensa descartaron que se tratara de una mina, su aspecto lo recordaba a una mina de la Segunda Guerra Mundial.

Como el hallazgo se produjo poco después del derribo del supuesto globo espía chino a principios de febrero no faltó quien relacionó el asunto con los ovnis. Pero la explicación es mucho más banal.
El oceanógrafo Uwe Send, de la Institución Scripps de Oceanografía de la Universidad de San Diego, confirmó recientemente que “es solo una boya normal”.
Fue definitivo que presentara dos puntos de enganche en lados opuestos con los que sospecharon que podría haber llegado a tierra desde el mar.
Este tipo de boyas se puede comprar por Internet para ser empleadas en investigaciones oceánicas y de transporte marítimo, al soportar presiones de aguas profundas.
No obstante, el hecho de que la boya no mostrara marcas visibles que permitieran su identificación y no estuviera cubierta por conchas o algas marinas, permite deducir - según Shigeru Fujieda, experto en desechos marinos de la Universidad de Kagoshima- que su "viaje" no fue muy largo. Fujieda cree probable que la boya fuera empleada para anclar una embarcación o algún otro objeto pesado. Fin del misterio.
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