Radiestesistas en las compañías de agua

En el año 2017 ocurrió un hecho singular. Un matrimonio británico de Midlands llamó a su compañía de suministro de agua para que identificara una posible fuga en su domicilio. En un momento dado, la pareja observó con asombro cómo un técnico de la empresa Severn Trent extrajo de su caja de herramientas, con absoluta naturalidad, dos varillas de radiestesia para localizar la avería. Luego, ante la mirada absorta de los dos residentes, el operario en cuestión deambuló por la vivienda a la manera de un zahorí. El matrimonio compartió tan llamativa experiencia con su hija Sally Le Page, una científica y bloguera de la Universidad de Oxford, quien inmediatamente contactó con Severn Trent para pedirles una aclaración. Los representantes de la compañía confirmaron a través de Twitter que sus técnicos realizaban habitualmente dicha práctica: «Hemos descubierto que algunos de los métodos más antiguos son igual de eficaces que los nuevos, pero también utilizamos drones y ahora satélites».

We've found that some of the older methods are just as effective than the new ones, but we do use drones as well, and now satellites. You can find more information here: https://t.co/zQKlQGl6no

— Severn Trent (@stwater) November 20, 2017

La curiosidad de Le Page no quedó ahí. El siguiente paso fue preguntar sobre la misma cuestión a las otras once compañías de agua de Gran Bretaña. La respuesta obtenida no pudo ser más insólita: nueve de ellas confirmaron que aplicaban alguna forma de radiestesia en sus trabajos corrientes de mantenimiento. Solo una, Wessex Water, dijo que no utilizaba varillas de zahorí, y otra, Northern Ireland Water, no contestó. Una vez se hizo pública la noticia, la polémica saltó de inmediato.

ZAHORÍES MODERNOS

El regulador del sector del agua, Ofwat, aconsejó a las empresas que dejaran de malgastar dinero en un método que los expertos consideraban poco más que conjeturas. Sin embargo, también muchos testimonios ofrecieron una opinión contraria, absolutamente convencidos de su eficacia. Así, el locutor John Humphrys relató su experiencia con un zahorí a la hora de construir un pozo en su granja. En esta ocasión, el radiestesista no usó ningún instrumento. Únicamente caminó pausadamente por el terreno, observando el entorno, hasta decidir dónde excavar. Incluso, la empresa Anglia Water insistió tanto en los resultados positivos de las varillas que invitó a Le Page a una demostración.

Algunos ingenieros de dos compañías de aguas utilizan las varillas de radiestesia para detectar las fugas

Seis años después de aquella encuesta sobre radiestesia a las suministradoras de agua británicas, el asunto ha vuelto a la actualidad. Al menos dos compañías continúan usando zahoríes en su trabajo. Se trata de Thames Water y Severn Trent. Thames Water abastece a casi 15 millones de hogares y admitió que algunos de sus ingenieros siguen paseando con las polémicas varillas para encontrar fugas en sus redes de abastecimiento. En palabras de un portavoz de Thames Water: «Encontrar y reparar fugas es nuestra máxima prioridad, y para ello utilizamos una serie de herramientas. Además de las herramientas tradicionales, utilizamos una innovadora tecnología de inteligencia artificial que nos permite detectar y reparar fugas antes de que sean visibles. El kit de herramientas de nuestros ingenieros contiene una amplia gama de equipos, como micrófonos de suelo y aparatos de escucha. No proporcionamos varillas de zahorí de serie, pero algunos ingenieros pueden optar por utilizar las suyas para ayudar a afinar los resultados de otros equipos de detección de fugas en zonas especialmente rurales».

MARCHA ATRÁS

Igualmente, Severn Trent a través de un portavoz manifestó: «No consideramos que las varillas de zahorí sean un método eficaz para encontrar fugas y, por tanto, no las entregamos a los ingenieros. En su lugar invertimos en sistemas de cartografía electrónica y en una serie de tecnologías de vanguardia para reaccionar con rapidez cuando se producen fugas. Nuestros equipos vigilan constantemente la red y comprueban si el caudal y la presión indican la existencia de fugas. Su experiencia, combinada con la tecnología que utilizamos, nos permite detectar el 60% de las fugas antes de que se conviertan en un problema para los ciudadanos».