MÉDIUMS QUE AYUDAN A LOS ESPÍRITUS

En casi todos los países del mundo actúan grupos especializados en la investigación de lugares supuestamente «encantados» y, entre sus miembros, no es inusual que se encuentre un médium, cuya labor es facilitar el tránsito de los espíritus hacia la «luz».

En el Reino Unido y Estados Unidos actúan infinidad de grupos especializados en la investigación de lugares encantados. En la mayoría de las ocasiones, estos modernos «cazafantasmas» acuden en auxilio de los moradores de alguna vivienda en la que suceden fenómenos paranormales. El más conocido y experimentado grupo de estas características en España es Hepta, dirigido por el jesuita y parapsicólogo José María Pilón, y entre cuyos miembros se encuentran profesionales de distintas ramas. Los investigadores centrados en el estudio de lugares encantados se dividen en dos grandes grupos: quienes suelen contar con la colaboración de un médium o sensitivo y otros que rechazan la ayuda de estas personas, pues opinan que la parapsicología debe regirse por criterios estrictamente racionalistas y temen que la intervención de individuos que utilizan métodos paragnósticos pueda desprestigiar su trabajo.

¿Espíritus o extrañas «energías»?

Los primeros apuntan a dos causas principales como desencadenantes de los fenómenos extraños: la presencia del espíritu de una persona que todavía no es consciente de que ha cruzado el «umbral» o que quiere comunicar algo a sus familiares; o bien cuando se ha producido en el lugar algún suceso luctuoso, cuya «energía» impregna el ambiente. En ambos casos, un médium puede ser de gran ayuda, pues sea por sus capacidades psíquicas o por el efecto placebo que genera en los atormentados moradores de la casa, los fenómenos suelen desparecer.

Sol Blanco Soler, del grupo Hepta

En cuanto al llamado fenómeno de la impregnación, la periodista y estudiosa Sol Blanco-Soler, portavoz del Grupo Hepta, afirma: «Todos impregnamos con nuestras vivencias el medio en el que nos movemos. Cuando esas experiencias, sobre todo relacionadas con los sentimientos de amor y odio, son muy fuertes, algo permanece en el ambiente». Esta hipótesis explicaría por qué los lugares donde se han producido asesinatos o suicidios, con su enorme carga de miedo y desesperación, son más proclives a convertirse en el epicentro de sucesos paranormales. Los médiums y psíquicos tendrían, por tanto, la capacidad de «decodificar» esas invisibles huellas impresas en el éter y percibir de algún modo la causa de esos fenómenos. Siguiendo este razonamiento, en ocasiones, cuando la «carga emocional» del lugar es demasiado potente, incluso personas sin ningún tipo de aptitudes psíquicas son capaces de percibir presencias, sonidos extraños o ver figuras fantasmales. Estaríamos ante los casos de hospitales abandonados o calabozos de antiguas prisiones, donde infinidad de visitantes aseguran escuchar pasos, quejidos o el sonido típico de arrastre de cadenas. Serían como fragmentos de una película que se repiten constantemente en una «realidad» que a veces interfiere con nuestro mundo material.

Los médiums y psíquicos tendrían la capacidad de «decodificar» esas invisibles huellas de una impregnación

«Cazafantasmas» españoles

El padre Pilón fundó en 1987 el grupo Hepta, el más conocido y prestigioso de cuantos tratan el fenómeno de los lugares encantados en España. Trabajan de forma altruista, únicamente movidos por el interés de todos sus miembros en el estudio de los fenómenos paranormales. Dos físicos, una farmacéutica, una empresaria, una periodista y el propio padre Pilón forman hoy tan entusiasta grupo.

Durante una entrevista que mantuvimos con los investigadores, éstos nos confirmaron que para estudiar una casa encantada seguían las mismas pautas que para hacerlo sobre cualquier otro fenómeno paranormal. Primero centran sus pesquisas en el aspecto más físico o fenoménico. En la siguiente fase ya entran en juego los psíquicos y médiums.

Para investigar un suceso de este tipo utilizan aparatos como los siguientes:

• 6 Sensores de campos electromagnéticos: Los cambios del campo magnético terrestre influyen en el comportamiento celular del ser humano. En personas sensibles estas alteraciones pueden provocar enfermedades, trastornos del sueño y en algunos casos facilitar la visualización de imágenes y otras percepciones sensoriales. Por tanto, es esencial descartar que la causa de los fenómenos «captados» por los habitantes de la casa sean estos campos bien conocidos por la ciencia.
• 6 Termómetros: Detectan las variaciones de temperatura, cuyo descenso indicaría la posible presencia de fantasmas. Según una teoría muy extendida entre algunos parapsicólogos, los fantasmas para hacerse visibles o «interferir» en nuestro mundo necesitan el calor del ambiente. Ésta sería la razón por la que la temperatura suele descender cuando se produce algún fenómeno paranormal.
• 6 Lámpara de luz negra: Se emplea básicamente para potenciar la grabación de psicofonías y suele situarse junto a una cámara anecoica de Faraday en la que se introduce la grabadora. Dichas cámaras eliminan las ondas espurias de radio y buena parte de los sonidos ambientales, lo que otorga ciertas garantía de veracidad a las grabaciones paranormales.
• 6 Máquinas fotográficas: Según diversos investigadores, pueden captar campos de energía -en general en forma de luces-, lo que confirmaría la existencia de las anomalías denunciadas. Las instantáneas deben dispararse con 100 ASA, pues parece que sobre todo con esta sensibilidad se pueden captar «imágenes paranormales».
• 6 Generador de ultrasonidos: Diversos equipos de «cazafantasmas» utilizan ultrasonidos para «espantar» a las entidades molestas. Al parecer, el método ofrece resultados, aunque no se sepa realmente porqué. Los investigadores que utilizan este método barajan dos hipótesis. La primera defiende que los ultrasonidos perturban la «composición energética» de los fantasmas y la segunda que les facilita el viaje hacia nuevos planos de existencia.

Sin embargo, el elemento fundamental para este tipo de investigaciones, como ya hemos apuntado, no sería ningún aparato, sino un psíquico que pueda detectar el origen de los fenómenos. Según los miembros del grupo Hepta, los espíritus que atemorizan a los moradores de una casa normalmente pretenden trasmitir algún mensaje, no se han percatado de que han fallecido o bien la angustia o el odio es la causa de su actuación.

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Entrevista con Sol Blanco-Soler: profesora y periodista miembro del grupo Hepta

AÑO/CERO: ¿Cómo un grupo de personas a primera vista tan diferentes puede llevar tanto tiempo trabajando codo con codo?
Sol Blanco-Soler: Desde el primer momento hubo mucha empatía, posiblemente porque teníamos en común un gran entusiasmo y mucho interés por el mundo de la parapsicología. Afortunadamente ninguno de nosotros tiene afán de protagonismo y somos conscientes de que, por encima de la investigación, nuestra labor consiste en ayudar a las personas que están sufriendo fenómenos extraños en sus viviendas.

A/C: ¿En algún momento has sentido miedo?
S. B.: Nunca. Es como si a un cirujano le preguntaras si la sangre le causa pavor.

A/C: ¿Recibís criticas de vuestros familiares o amigos por vuestro «otro trabajo»?
S. B.: En general, las personas de nuestro entorno conocen esta parcela de nuestras vidas. La toleran, pero no suelen compartirla. Cuando se enteran, suelen mirarte con condescendencia y más de una vez te preguntan: «¿Cómo es que una persona como tú se dedica a eso?». Se refieren a que no consideran compatible mis clases sobre la Unión Europea con la búsqueda de fantasmas.

A/C: Antes de pertenecer al grupo Hepta, ¿qué opinión tenías acerca del mundo de los espíritus?
S. B.: Siempre he creído en la existencia de un mas allá, por lo tanto no fue difícil asumir que algún espíritu pueda quedarse más de lo debido en nuestro mundo, por el apego que causan los afectos o las posesiones materiales.

A/C.:¿Son las psicofonías una evidencia de que existen espíritus apegados al mundo material?
S. B.: El origen de las psicofonías sigue siendo un misterio, aunque la mayoría de ellas parecen provenir de personas fallecidas.

La médium más televisiva

La serie televisiva Entre fantasmas ha tenido una gran acogida tanto en España como en otros países en la que ha sido emitida. La actriz Jennifer Love Hewitt encarna el papel de una joven médium, Melisa, que en cada capítulo ha de enfrentarse a uno o varios espíritus, en general con no muy buenas intenciones. La serie está basado en la vida de un conocido médium estadounidense, James Van Praagh. Entre fantasmas trasmite el mensaje de que la muerte es un algo normal, que para nada tiene que ser una experiencia traumática. Melisa tiene la capacidad de comunicarse y ver a los espíritus que no aceptan su desaparición física y permanecen en un estadio entre nuestro mundo material y el «otro lado». La médium utiliza sus capacidades para ayudar a estas entidades a transitar hacía su nueva «vida». Los detractores de la serie critican que sólo son espíritus negativos los que se acercan a Melisa. Van Praagh defiende las tramas de la serie recordando que son precisamente este tipo de espíritus los que necesitan más compasión por parte de un médium.

Paloma Navarrete

Un caso real

A principios de 2004, el padre Pilón y su equipo investigaron los sucesos que entonces estaban teniendo lugar en una casa madrileña y que provocaban el pánico de una joven azafata. La sensitiva de Hepta, Paloma Navarrete, «captó» que el responsable de los fenómenos era un duque que había estado al servicio de Alfonso XII y que se resistía a abandonar la casa en la que había vivido la mayor parte de su vida. Navarrete logró contactar con este espíritu, quien admitió que una de las razones por las que continuaba apegado a este plano de existencia era que guardaba un baúl repleto de importantes documentos en su despacho, que actualmente es el dormitorio de la azafata.

En una segunda «comunicación», el espíritu se refirió a su esposa e hijos, sobre todo a uno de ellos que había vendido la casa. Luego resolvió que ya era el momento de reunirse con ellos y, por tanto, abandonar su antigua vivienda. Sin embargo, no tardó en regresar y volver a hacer de las suyas. Entonces el grupo Hepta decidió utilizar el aparato de ultrasonidos para espantarlo. Además, un médium contactó con el presunto espíritu de una amante del duque llamada Leonor, para hacerle ver que ya no se encontraba en este mundo y que debería abandonar su arrogancia. A partir de entonces, en esa vivienda madrileña no se volvieron a repetir los fenómenos.