Arqueología
06/07/2022 (12:52 CET) Actualizado: 06/07/2022 (12:52 CET)

Descubren pasadizos secretos con fines rituales bajo Chavín de Huántar

Los hallazgos realizados hasta el momento evidencian que los pasadizos y corredores tuvieron un propósito religioso y ritual

Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo

06/07/2022 (12:52 CET) Actualizado: 06/07/2022 (12:52 CET)
Descubren pasadizos secretos con fines rituales bajo Chavín de Huántar
Descubren pasadizos secretos con fines rituales bajo Chavín de Huántar

Los arqueólogos e historiadores conocen desde hace décadas la existencia de los restos dejados por la llamada cultura Chavín, que se desarrolló en los Andes peruanos entre el 1200 y el 200 a.C. En los últimos años también se tenía conocimiento de la existencia de una treintena de galerías subterráneas bajo el subsuelo del centro sagrado de Chavín de Huántar, a unos 430 km al norte de Lima. Sin embargo, hasta ahora ninguna de estas galerías tenía la complejidad e importancia ritual que se le atribuye a una serie de pasadizos y pasillos construidos hace más de 3.000 años bajo la gigantesca estructura del templo principal del centro religioso, y que han comenzado a estudiarse tras su hallazgo en el año 2019.

Túneles
Túneles

Hasta el momento, los arqueólogos, liderados por John W. Rick, de la Universidad de Standford (EE.UU.), han encontrado una extensa red de corredores, pasadizos y galerías en las entrañas más profundas del templo de Chavín de Huántar, y están convencidos de que fueron utilizados con fines rituales, en los que posiblemente se emplearon sustancias psicodélicas.

«Se trata de pasadizos, pasillos, habitaciones celdas y nichos revestidos de piedra, lo suficientemente grandes como para caminar, techados con vigas de piedra», explicó Rick en declaraciones al medio WordsSidekick. «Las galerías parecen tener distintas funciones, pero todas están relacionadas con la actividad ritual», añadió. Según los estudiosos, estas galerías habrían sido construidas en el interior del enorme complejo del templo de forma sucesiva, coincidiendo con las distintas etapas de construcción del recinto religioso, entre el 1200 y el 200 a.C. Rick explicó que algunas de las estancias descubiertas debieron estar al aire libre –o cerca de la superficie– en el momento de su construcción, pero más tarde fueron cubiertas con techos de piedra. En cuanto a los pasillos, por los que es posible circular de pie, llegan a tener hasta una longitud de 100 metros, aunque cuentan en algunos puntos con giros y esquinas en ángulo recto.

Hay evidencias suficientes que indican que las distintas galerías y estancias descubiertas ahora tuvieron un propósito religioso y ritual, aunque con distintas funciones

Aunque los pasadizos se descubrieron en 2019 e inicialmente se exploraron con ayuda de una cámara a control remoto, la llegada de la pandemia de Covid-19 detuvo las investigaciones, que no se retomaron hasta mayo de este año. Entre los hallazgos más significativos realizados hasta ahora destacan dos grandes cuencos de piedra hallados en una galería principal, bautizada por los estudiosos como «Galería Cóndor», pues uno de los cuencos muestra una representación simbólica con la cabeza y alas de una de estas aves andinas. En opinión del antropólogo y arqueólogo Richard Burger, experto en prehistoria sudamericana de la Universidad de Yale, dichos cuencos se habrían utilizado posiblemente como morteros mara moler las vainas de semillas del árbol vilca, que contienen una potente sustancia psicotrópica que incluye dimetiltriptamina (DMT). «Había una tradición en Chavín de Huántar de inhalar rapé alucinógeno», explica Burger.

Pese a las décadas de estudio, es muy poco lo que se sabe con certeza sobre las creencias religiosas de la cultura Chavín. Por eso, el hallazgo de estas galerías milenarias –se cree que llevaban selladas más de 3.000 años– puede contribuir a la comprensión de sus diferentes cultos. El arqueólogo John W. Rick cree que hay evidencias suficientes que indican que las distintas galerías y estancias descubiertas ahora tuvieron un propósito religioso y ritual, aunque con distintas funciones. Algunas, como las estancias más pequeñas, podrían haber sido utilizadas a modo de cámaras de privación sensorial, que favorecen estados de trance, mientras que otras podrían haberse empleado para guardar objetos de culto. En cualquier caso, todavía queda mucho por descubrir. «Ya hemos documentado la galería, pero queda mucho por explorar. Las principales excavaciones comenzarán el próximo año», explicó el líder de la investigación. Así que no habrá que esperar mucho tiempo para averiguar qué otras maravillas esperan, tras miles de años ocultas, en las entrañas del enigmático centro sagrado.

Sobre el autor
Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo especializado en temas de arte, historia y viajes. Ha publicado sus trabajos en medios como El Mundo, GEO, Lonely Planet, Condé Nast Traveler Destinos, entre otros. Autor de varios libros, como Historia negra de los Papas, Ars Secreta o Héroes y villanos. Fue jefe de edición de Año/Cero, y actualmente dirige el magazine de viajes y cultura Wanderer.es

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