Los planes de China para ser la potencia mundial en 2050

El 18 de octubre de 2017 se celebró el XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCC), en el que el presidente Xi Jinping resultó reelegido como secretario general del PCC para el período 2017-2022. Xinping y su Gobierno no piensan como los occidentales, a cuatro años vista como mucho, sino que su estrategia se despliega hasta 2050 y más allá. Pretenden iniciar una modernización imparable del país en 2020, centrando las prioridades estatales en el bienestar social y equilibrio regional.

Billones de dólares

En 2035, el objetivo es acabar con la contaminación que asola a buena parte de China y, en 2050, el fin será lograr un crecimiento de calidad que convierta a la mayor parte de la población en clase media al estilo occidental. Esto, sin duda, causará la decadencia económica de EE. UU. y Europa.

Si los planes de China triunfan, la decadencia económica de EE. UU. y Europa será un hecho

Días después de su elección, Xinping exhortó a los máximos responsables gubernamentales a trabajar para «construir un Ejército fuerte» que defienda «a la nueva era de socialismo con características chinas».

En su estrategia de dominación mundial para las próximas décadas, China cuenta con un grandioso proyecto bautizado como «la nueva ruta de la seda»: una ruta terrestre y otra marítima que abarca 60 países, el 75 por ciento de las reservas de energía conocidas, un 70 por ciento de la población mundial y el 55 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) planetario. Hasta el momento ha invertido 300.000 millones de dólares en decenas de países para crear tan extraordinario plan, pero en la próxima década podría acercarse a los 2 billones.