Descubren huellas de dinosaurio junto a símbolos humanos

Científicos del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil han descubierto petroglifos humanos junto a las huellas creadas por dinosaurios, concretamente terópodos, saurópodos y ornitópodos de principios del periodo Cretácico, esto es, entre 145 y 100 millones de años atrás. ¿Cómo es posible si el hombre y los dinosaurios vivieron separados por millones de años de diferencia?

Qué humanos y dinosaurios no coincidieran en el tiempo, no significa que nuestros ancestros pudieran sentir fascinación –igual que hoy en día- con las cosas que los dinosaurios nos legaron para la posteridad. De hecho, los petroglifos hallados en el yacimiento de Serrote do Letreiro, en el estado de Paraíba, al noreste de Brasil, están asociados con huellas fósiles de dinosaurios, pero fueron tallados en la roca hace sólo entre 3.000 y 9.000 años, es decir que no convivieron con ellos, a diferencia de lo que nos muestran, por ejemplo, las Piedras de Ica, las estatuillas de Acámbaro o las pinturas rupestres del Valle de los dinosaurios en Perú.

Estos petrogligos están formados, en su mayoría, por círculos, líneas radiales y motivos abstractos, pero según el trabajo publicado en la revista Scientific Reports, los artistas neolíticos se inspiraron en las huellas para sus representaciones.  

Huellas de dinosaurios y grabados rupestres (resaltados con líneas discontinuas) de Serrote do Letreiro, en Brasil

Hallazgos similares se han producido otros países. En Australia, por ejemplo, Herbert Basedow interpretó los petroglifos como reproducciones humanas de huellas de dinosaurios; En Polonia, se identificó una huella de dinosaurio en un lugar de posibles reuniones secretas; En otros yacimientos situados en el estado de Utah (Estados Unidos) también conviven, aunque en menor medida, petroglifos y huellas fosilizadas pero, en ninguno de estos yacimientos se muestra una relación tan estrecha con las huellas como en Serrote do Letreiro, donde es incuestionable que los artistas prehistóricos reconocieron las huellas y ejecutaron intencionalmente los petroglifos a su alrededor, estableciendo una conexión simbólica entre los humanos, sugiriendo que percibían aquello como algún tipo de manifestación divina.

Para el autor principal del estudio, Leonardo Troiano, "este conjunto de pruebas arqueológicas y paleontológicas indica inequívocamente que las poblaciones humanas durante el periodo precolonial interactuaron con el registro fósil y probablemente lo asimilaron, incorporando dicho registro a su expresión gráfica, cultural, y, en consecuencia, integrándolo en su identidad colectiva."

Como los pobladores nómadas no podían saber qué criaturas habían dejado estas huellas, es probable que pensaran que pertenecían a algún tipo de ave gigante.