Enigmas y anomalía
16/12/2022 (19:00 CET) Actualizado: 16/12/2022 (19:00 CET)

Ouija: puerta a sabidurías ocultas

Una serie de investigaciones científicas respecto a la ouija vendrían a demostrar que la práctica con el popular tablero podría constituir una puerta hacia conocimientos inconscientes alojados en la mente profunda de los participantes en una sesión

Juanjo autor web
16/12/2022 (19:00 CET) Actualizado: 16/12/2022 (19:00 CET)
Ouija puerta a sabidurías ocultas
Ouija puerta a sabidurías ocultas

Pocos objetos dentro del mundo de las anomalías están rodeados de un aura tan siniestra como la ouija. El mítico tablero inventado a finales del siglo XIX presenta unas oscuras credenciales en la actualidad. No faltan quienes lo juzgan un instrumento del diablo para atraer fuerzas malévolas o directamente desencadenar la locura de quienes juegan con él. Sin embargo, frente a esta estigmatización de la que tanto se han nutrido las películas y series de terror, también hay quien considera la ouija un medio para conocer mejor cómo funciona nuestra psique. Siguiendo esta perspectiva, en los últimos años se vienen realizando una serie de experimentos en varias universidades aplicando el tablero a ensayos psicológicos. El estudio que abrió esta línea de investigación se publicó en 2012 con resultados muy prometedores.

En aquel entonces, un equipo de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá seleccionó a 27 de sus estudiantes, a los que compensó con 20 dólares por participar en una sesión de dos horas. Ninguno afirmó haber probado la ouija antes, ni conocía el propósito del experimento. La prueba a efectuar era sumamente original. En un primer paso, los participantes debían responder ante un ordenador una lista de 80 preguntas, cuyas respuestas correctas tenían la misma probabilidad de ser «sí» o «no». Las preguntas se presentaban en un monitor de una en una y eran de tipo cultural como: ¿Es Buenos Aires la capital de Brasil? ¿Se celebraron los Juegos Olímpicos de Verano del año 2000 en Sídney? Tras contestar cada pregunta, los sujetos debían calificar la confianza con la que la habían contestado. Es decir, si consideraban en conciencia que la sabían o habían respondido por mero azar tratando de adivinar.

Completada esta tarea, los investigadores extraían aleaoriamente un subconjunto de ocho preguntas entre todas las contestadas. Esta selección se empleaba en la siguiente fase del experimento. Aquí es donde entraba en juego la ouija. Cada sujeto participante era emparejado con un cómplice que fingía ser otro participante igual que él. Ambos se sentaban frente a frente en una mesa con el tablero ouija entre ellos. Los directores del ensayo adiestraban a la pareja en el manejo del instrumento. Se les explicaba cómo debían colocar los dedos sobre la plancheta y se le formulaban unas preguntas en voz alta.

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Popularmente, se considera que la tabla ouija es un medio de comunicación con los espíritus

EL EXPERIMENTO

Una vez que la ouija respondía mediante el movimiento no intencionado de los participantes, se entendía que ya estaban lo suficientemente adiestrados en el manejo del tablero. Un tablero, por cierto, que solo tenía los monosílabos «sí» y «no» grabados en su superficie, puesto que las cuestiones a contestar no requerían otro tipo de respuesta.

En este punto del ensayo, una vez finalizado el período de práctica, comenzaba lo interesante. A ambos sujetos se les vendaban los ojos y, en principio, debían responder los dos conjuntamente a las preguntas con sus dedos sobre la misma plancheta. Pero lo que ocurría es que el participante cómplice se quitaba la venda y también apartaba sus dedos de la ouija, dejando a su compañero completamente solo durante el resto de la sesión. Obviamente, este no lo sabía porque mantenía sus ojos tapados y confiando en que su pareja continuaba con los dedos sobre la plancheta. A partir de aquí, únicamente un sujeto respondía mediante el tablero la selección de preguntas extraídas de la primera fase.

Los aciertos acumulados a través de la ouija a ese mismo tipo de preguntas rondaban un 65%

SORPRENDENTES RESULTADOS

Al concluir el experimento, los evaluadores contabilizaban los aciertos, los errores y los cotejaban con el grado de confianza manifestado al principio. El resultado obtenido fue de lo más llamativo. Cuando estaban delante del ordenador y los participantes creían que no sabían la respuesta, los aciertos correspondían a 50%, es decir, lo esperable por azar. Pero los aciertos acumulados a través de la ouija a ese mismo tipo de preguntas rondaban un 65%, cifra muy por encima de lo considerado mero azar.

¿Qué estaba ocurriendo aquí? Los científicos de la Universidad de la Columbia Británica no creen en la influencia de espíritus a la hora de que se mueva la plancheta. Ellos consideran que opera un acto reflejo ideomotor, muy estudiado en psicología. Este acto genera un impulso psicomotriz inconsciente que llega hasta la punta de los dedos y logra desplazar objetos tales como la plancheta ouija, un péndulo de radiestesia o la varita de un zahorí. Pero la cuestión aquí es que en el experimento ese movimiento inconsciente iba cargado de información que durante la sesión en vigilia delante del ordenador no afloraba y, sin embargo, sí lo hacía ante el tablero.

Cómo las respuestas de la ouija pueden ser más precisas que los informes volitivos cuando la confianza es baja

LAS CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

Los investigadores de la Universidad de la Columbia Británica remataban su artículo reflexionando acerca de una posible explicación diciendo que «una posibilidad interesante a este respecto es que las acciones ideomotoras reflejen el funcionamiento de un 'zombi interno', un sistema no consciente concurrente que se expresa principalmente a través de la acción motora. Este sistema se ha propuesto para las acciones guiadas visualmente, y un sistema similar –o incluso el mismo– podría estar funcionando aquí. Todavía se plantea la cuestión de cómo las respuestas de la ouija pueden ser más precisas que los informes volitivos cuando la confianza es baja. Puede ser que una fuerte creencia consciente en una respuesta pueda –al menos en cierto grado– anular la respuesta ideomotora no consciente, dando como resultado respuestas que son algo similares. Cuando la confianza es baja, esta anulación no se invoca, permitiendo que la información no consciente se exprese más fácilmente». Réplicas posteriores a este ensayo, efectuadas por otros investigadores, han arrojado resultados no concluyentes ni del todo coincidentes con el análisis de la Universidad de Columbia, por lo que habrá que esperar nuevos ensayos para ver si estas impresiones iniciales acerca de la ouija y el efecto ideomotor se consolidan o no.

Sobre el autor
Juanjo autor web

Colaborador habitual de la revista Año/Cero y los programas La Rosa de los Vientos y El Dragón Invisible, entre otros. Actualmente, forma parte del podcast Falsa Bandera.

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Comentarios (1)

Claudio Antonio Hace 1 año
Interesante investigación sobre la influencia predispuesta a la tabla uija

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Nº 404, mayo de 2024