Arqueología
23/12/2021 (11:14 CET) Actualizado: 23/12/2021 (11:14 CET)

Más cerca de desvelar los secretos de la tumba del primer emperador de China

Gracias al uso de los rayos cósmicos, un grupo de investigadores podría estar cerca de desentrañar los secretos de la milenaria y misteriosa tumba del primer emperador de China.

Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo

23/12/2021 (11:14 CET) Actualizado: 23/12/2021 (11:14 CET)
Más cerca de desvelar los secretos de la tumba del primer emperador de China
Más cerca de desvelar los secretos de la tumba del primer emperador de China

En 1974, varios campesinos que trabajaban en la construcción de un pozo a pocos kilómetros de la ciudad de Xian realizaron sin querer un inesperado hallazgo. Para su sorpresa, ante sus ojos aparecieron varias cabezas de hombres realizadas en terracota. Habían descubierto el mausoleo del primer emperador. Tras casi cincuenta años de trabajo, los arqueólogos chinos han desenterrado más de ocho mil figuras de terracota que representan a otros tantos soldados, oficiales y sirvientes del emperador. Un auténtico ejército que parece preparado para defender a su señor en el más allá, y que hoy se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos y arqueológicos del país amarillo.

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Qin Shi Huangdi, el primer emperador de China

Todo parece indicar que la tumba principal del primer emperador se encuentra a escasa distancia de su magnífico ejército, en un montículo llamado Li. Bajo el túmulo de tierra, que posee una anchura de unos 350 metros y una altura de 76, se encontraría el cuerpo de QinShi Huangdi. Sin embargo, las autoridades chinas, temiendo dañar irremediablemente su contenido, todavía no se han atrevido a iniciar la excavación del lugar, envolviendo todo lo que podría haber en su interior con un halo de profundo misterio.

¿Descubriremos al fin lo que se oculta realmente en el interior de la tumba de Qin Shi Huangdi?

Ahora, sin embargo, podríamos estar más cerca de nunca de que los arqueólogos e investigadores desentrañen los secretos de la enigmática tumba del primer emperador. Y todo gracias a los rayos cósmicos. En realidad, no es una idea nueva, pues ya en 2017 se llevó a cabo algo parecido en la Gran Pirámide de Gizeh, y se consiguió descubrir una cámara oculta de 30 metros de longitud. La propuesta actual parte de la física Yuanyuan Liu, de la Universidad de Pekín y su equipo, que suelen utilizar los rayos cósmicos para investigar la materia oscura del universo en el Laboratorio Chino Subterráneo Jinping, la instalación de ese tipo más profunda del mundo, situada a unos 6 km de profundidad en la provincia de Sichuan. "Para la detección no invasiva de la estructura interna de algunos objetos grandes, como tumbas, los métodos tradicionales geofísicos que suelen usarse en arqueología tienen ciertas limitaciones", explicó Liu en declaraciones al diario británico The Times. "Pero la aplicación de la técnica de tomografía de muones podría ser un complemento importante a los métodos tradicionales", añadió.

Tumba
Tumba del emperador Quin Shi Huangdi (Fuente: Wikipedia)

Cuando los rayos cósmicos interactúan con la atmósfera terrestre, se produce una "lluvia" de partículas subatómicas entre las que se encuentran los muones. Así, los dispositivos utilizados en la tomografía de muones son capaces de generar "mapas" cartográficos en tres dimensiones de espacios bajo tierra, pues materiales como la piedra o el metal bloquean el paso de los muones. Aprovechando esta circunstancia, Liu y su equipo utilizaron datos arqueológicos e históricos existentes sobre el mausoleo del primer emperador para crear modelos del complejo funerario. Después enterraron dichos modelos, colocándolos sobre dos detectores de muones, y demostraron que se podían captar imágenes de las cámaras ocultas bajo tierra. Estos estudios preliminares fueron financiados por el gobierno central chino, y han permitido trazar un plan para, más adelante, "escanear" la tumba de Qin Shi Huangdi sin miedo a dañar su contenido. Para ello, los científicos deberán colocar los dos detectores en diferentes puntos, a menos de 100 metros de la superficie de la tumba.

El mausoleo fue construido gracias al esfuerzo de miles de obreros que levantaron una gigantesca tumba que reflejaba la grandeza de su señor

Hasta ahora se había intentado utilizar otros métodos no invasivos (como la detección gravimétrica de anomalías de subsuelo, o el radar de penetración de suelo), pero todos tienen limitaciones que impedían su aplicación correcta debido a las particulares circunstancias del mausoleo del emperador. Otros expertos en física, acostumbrados a trabajar con detectores de muones, como el geofísico chino Yang Dikun, de la Unviersidad de Ciencia y Tecnología del Sur, en Shenzhen, creen que la propuesta de Liu y sus colegas es viable, aunque destaca dos desafíos importantes: en primer lugar, subraya la dificultad de colocar los detectores bajo el mausoleo sin dañarlo y, en segundo lugar, la lentitud del proceso. Según las propias estimaciones de Liu y su equipo, los detectores de tomografía de muones tendrán que estar registrando datos durante al menos un año para poder crear una imagen clara de lo que hay bajo tierra.

Noti ARQU
Guerreros de Terracota

Parece un precio razonable a pagar si a cambio se consigue descubrir al fin lo que se oculta realmente en el interior de la tumba de Qin Shi Huangdi, de 2.229 años de antigüedad y mundialmente célebre gracias sobre todo a su espectacular ejército de guerreros de terracota. Por el momento los trabajos arqueológicos no han arrojado datos suficientes para desentrañar el enigma, pero contamos con una antigua fuente escrita que podría avanzarnos algo de lo que podría hallarse en su interior. Y lo que cuenta dicha fuente es sencillamente asombroso…

Unos doscientos años después de la muerte del emperador, el historiador Sima Qian describió en sus Memorias históricas los tesoros custodiados en la tumba del emperador. Según el texto, el mausoleo fue construido gracias al esfuerzo de miles de obreros de todo el país, que levantaron una gigantesca tumba que reflejaba la grandeza de su señor, recreando todos sus dominios en miniatura. Así, el techo estaría decorado con representaciones de las constelaciones celestes, mientras que el suelo representaría fielmente los dominios terrenales del emperador, responsable de la unificación de China y de la construcción de la Gran Muralla. Qian asegura que incluso se representaron los grandes ríos del país, utilizando mercurio para ello. Además, los aposentos mortuorios estarían repletos de ricos tesoros, aunque, eso sí, protegidos por temibles trampas.

Mausoleo
Fuente Wikipedia

Actualmente, y mientras las autoridades no se deciden a iniciar la excavación definitiva, es imposible aventurar hasta que punto son correctas las aparentemente exageradas descripciones de Sima Qian. Sin embargo, una cosa es segura: con la magnífica “antesala” que constituyen los guerreros de terracota, si solo un uno por ciento de lo relatado por Qian resulta ser verdad, en la colina Li aguarda a ser descubierto uno de los tesoros arqueológicos más fascinantes de la historia. Solo el tiempo nos permitirá desvelar la verdad.

Sobre el autor
Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo especializado en temas de arte, historia y viajes. Ha publicado sus trabajos en medios como El Mundo, GEO, Lonely Planet, Condé Nast Traveler Destinos, entre otros. Autor de varios libros, como Historia negra de los Papas, Ars Secreta o Héroes y villanos. Fue jefe de edición de Año/Cero, y actualmente dirige el magazine de viajes y cultura Wanderer.es

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Comentarios (1)

Anna Cazorla Losilla Hace 2 años
Me gusta todo lo referente a los misterios que pueden haber más allá de nuestro universo o dentro del nuestro , nunca se sabe.

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Nº 404, mayo de 2024