Ciencia
02/04/2024 (10:03 CET) Actualizado: 02/04/2024 (10:10 CET)

Misterio respecto a la luz avistada el Viernes Santo

Se ha hablado de misil balístico, satélite Starlink y hasta de un bólido... sigue el misterio respecto a la luz avistada en España el Viernes Santo

Josep Guijarro

Periodista y escritor

02/04/2024 (10:03 CET) Actualizado: 02/04/2024 (10:10 CET)
Qué se avistó el Viernes Santo en el este de España
Qué se avistó el Viernes Santo en el este de España

Según la Fuerza Aérea Alemana el objeto luminoso que sobrevoló el este de España la noche del pasado viernes Santo fue provocado por la reentrada en la órbita terrestre de un satélite de la red StarLink. Mienten.

La empresa Space X, del multimillonario Elon Musk dispone, en efecto, de una constelación de satélites que proporciona conexión a Internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo costo, pero ese día en concreto, ninguno de estos satélites ingresó en la atmósfera y ninguno de ellos coincide en posición geográfica con del plano orbital que corresponde con el avistamiento registrado en el espacio aéreo español.

Además, en el caso de desintegrarse en la atmósfera terrestre, los satélites Starlink no lo hacen de esa manera debido a su forma y masa, en ninguna de sus versiones ahora en órbita (V1 / V1.5 / V2 mini)

El avistamiento se inició a las 22:59 UTC del 29 de marzo 2024 y llamó la atención de muchos ciudadanos. Aparentaba ser una bola de fuego natural –algún tipo de meteoro- aunque su desplazamiento resultaba más lento de lo normal y con un ángulo de incidencia muy bajo sobre la atmósfera. Fue detectado por dos de las estaciones de la Red de la Universidad de Málaga y de la Sociedad Malagueña de astronomía sobre las localidades catalanas de Masquefa y Mataró, en la provincia de Barcelona, y sobrevoló el este peninsular para acabar en el mar al sur de la Comunidad Valenciana.

Los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) por su parte, manejaron inicialmente la hipótesis de que se tratara de un misil balístico procedente de Francia. Sin embargo, la velocidad del objeto (57.200 Km/h) es mucho más rápida que el misil hipersónico más veloz. Tampoco había rastro de propulsión, sino de plasma, lo que indica una reentrada desde el espacio exterior. Parece confirmarlo la altitud casi constante del objeto, que se mantuvo constante entre los 73Km y 74Km. Hay que añadir, además, que Francia, que a menudo realiza pruebas en dirección al Océano Atlántico, las comunica, especialmente ante la delicada situación geopolítica mundial.

Hasta el Ministerio de Defensa español lanzó un mensaje de tranquilidad en las redes sociales advirtiendo que disponían de las herramientas para la correcta identificación de una amenaza en el espacio aéreo, algo muy en boga después de que tanto en Estados Unidos como en Europa se esté analizando el riesgo que suponen los UAP (Fenómenos Anómalos No Identificados) para la seguridad.

Seguramente por eso, en la noche del viernes, el CSIC emitió un comunicado desmintiendo que se tratara de un test balístico y volvió a la hipótesis de que se tratara de basura espacial, es decir, restos de cohetes y satélites reentrando en la atmósfera.

La Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN) sugirió que podía tratarse de un objeto artificial en órbita terrestre de alta inclinación (aprox. 64º) tipo Mólniya o en la de satélites Naval Ocean Surveillance System.

La órbita de Mólniya fue descubierta por científicos soviéticos en la década de 1960 como una alternativa de comunicaciones de alta latitud a las órbitas geoestacionarias. Es una órbita altamente elíptica con una inclinación de 63,4 grados, que coincidiría más o menos con lo observado en el este peninsular. La hipótesis, sin embargo, fue descartada por el astrónomo Jonathan McDowell, por el especialista en satélites espía, misiles, meteoritos y asteroides, Marco Langbroek y Alberto Castellón, de la Universidad de Málaga. “No es un objeto artificial proveniente de la órbita Mólniya o similar”. Aunque estimaron que podía ser discutida su hipótesis, por la “forma, brillo y duración” estimaron que se trata de un fenómeno natural y, específicamente, de un bólido rozador con origen en un meteoro en órbita heliocéntrica que entró en la atmósfera a una velocidad ligeramente por debajo de lo esperado para ser un meteoro (12-15 km/s) con un ángulo de incidencia bajo.

Trayectoria del misterioso objeto calculada por el Instituto de ciencias del Espacio (CSIC)
Trayectoria del misterioso objeto calculada por el Instituto de ciencias del Espacio (CSIC)

Un bólido rozador atraviesa la atmósfera terrestre y, si no se desintegra por el rozamiento, la abandona con una nueva órbita alrededor del Sol distinta a la que traía debido a la perturbación que le ha proporcionado la atmósfera terrestre.

Un análisis posterior del especialista Josep María Trigo en la dispersión de las señales de radar producida cuando el objeto entró en la atmósfera terrestre sugiere una gran solidez del bólido que no se fragmentó mucho.

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El tesoro oculto de los templarios, Aliens Ancestrales o Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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