Operación Inundación de Al-Aqsa: Llega el Armagedón
Las profecías bíblicas encajan con la Guerra que ahora mismo protagoniza Gaza e Israel. El propio Netanyahu teme la desintegración de Israel
Coincidiendo con el 50 aniversario del inicio de la guerra de Yom Kipur (también conocida como guerra árabe-israelí) el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) realizó -por sorpresa- un asalto combinado de hombres fuertemente armados, que penetraron en varias ciudades fronterizas de Israel, con el lanzamiento de miles de misiles desde la franja mediterránea de Gaza.
"Estamos en guerra" declaró el mismo sábado, 7 de octubre, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, una guerra que ha vuelto a poner en el centro de atención las profecías bíblicas sobre el final de los tiempos y la importancia de lo simbólico en pleno siglo XXI.
Primero, porque Hamás ha utilizado el pretexto de la profanación por parte de Israel de la llamada Explanada de las Mezquitas, para llevar a cabo su ataque. En esta explanada se erige la Cúpula de la Roca que cubre la piedra de la fundación, el lugar donde sonarán las trompetas del Juicio Final y estará el Trono de Dios y que es, también, el tercer lugar más sagrado del islam.
En marzo, el número dos de Hamás, Salá al Aruri, ya advirtió que "los intentos de la ocupación de usar el Ramadán” […] para que Israel imponga “su política de división espacial y permitir que los colonos lleven a cabo rituales talmúdicos tendrá una dura respuesta del pueblo".
El statu quo de la Explanada de las Mezquitas impide que puedan rezar allí los judíos que, generalmente, utilizan el famoso Muro de las Lamentaciones. Como los hebreos desconocían los límites del Primer Templo ninguno quería profanar la casa de Dios pero, desde hace tres décadas, varias organizaciones fundamentalistas trabajan para la construcción del Tercer Templo de los judíos que, según las Sagradas Escrituras, anticipa la llegada del Mesías y el Fin de los tiempos.
“El templo será reconstruido en Jerusalén” (Daniel 9:27; Mateo 24:15; 2 Tesalonicenses 2:3-4; Apocalipsis 11:1). No obstante, para poder erigirlo es crucial realizar el rito de la vaquilla (Pará Adumá). Según el libro de los Números 19:2, deben esparcirse las cenizas de una novilla (completamente roja, sin mancha, y no haber tirado nunca de un yugo) para purificar el lugar. Hace aproximadamente un año (septiembre de 2022) los rabinos del Instituto del Monte del Templo, en Jerusalén, anunciaron con entusiasmo la compra de cinco novillas rojas, manipuladas genéticamente en Texas, para el ritual de purificación.
Según la organización nacionalista israelí Har Habait, unos 50.000 judíos visitaron el Monte del Templo en 2022, desafiando la prohibición del rabinato y Hamás no tardó en reaccionar. Al Aruri manifestó que “el Ejecutivo ‘extremista’ israelí no parece darse cuenta de las consecuencias de lo que se imagina que es capaz de hacer". ¿Se estaba gestando la "Operación Inundación de Al-Aqsa" que es como ha bautizado Hamás a esta escalada bélica?
Se trata, en suma, de no ceder un centímetro del terreno más disputado del planeta, un lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístas.
En segundo lugar, hay que indicar que las profecías siguen siendo un componente crítico de la percepción que Israel tiene de sí mismo y que, no sólo alcanza a los ortodoxos y ultraortodoxos religiosos, sino también a la clase política que siempre ha explotado la religión para lograr objetivos coloniales específicos en Palestina.
En 2017, durante una sesión de estudio de textos sagrados en su casa de Jerusalén, el primer ministro Netanyahu, advirtió que el reino asmoneo sólo había sobrevivido ochenta años antes de ser conquistado por los romanos, en el 63 a.C.
La desintegración de Israel –según el temor de Netanyahu- comenzará en la octava década, es decir, 2028.
El temor a la desintegración de Israel antes del 80º aniversario de su creación también fue expresado por el ex primer ministro israelí Ehud Barak cuando declaró al periódico Yedioth Ahronoth que, "a lo largo de la historia judía, los judíos no gobernaron durante más de ochenta años, excepto en los dos reinos de David y la dinastía asmonea y, en ambos períodos, su desintegración comenzó en la octava década”. Esto nos sitúa en 2028.
Para el periodista y editor de Palestine Chronicle, Ramzy Baroud, “la diferencia entre las declaraciones de Barak y Netanyahu es bastante insignificante”. Pese a que las opiniones del segundo son "históricas" y las del primero bíblicas, ambos líderes convergen en puntos de encuentro similares pese a sus diferencias ideológicas: “La supervivencia de Israel está en juego; la amenaza existencial es real y el fin de Israel es sólo cuestión de tiempo” –subraya Baroud. Cabe preguntarse entonces: ¿Estaba profetizada la Guerra en Oriente Medio?
La Biblia dice que habrá un terrible conflicto en Israel durante los últimos tiempos. Se conoce como la Tribulación, la Gran Tribulación, y el “tiempo de angustia para Jacob” (Jeremías 30:7).
En realidad, las profecías sobre Palestina e Israel no son un fenómeno nuevo. Estos territorios fueron colonizados por los sionistas basándose en marcos de referencia bíblicos dedicadas a la restauración de antiguos reinos y al "retorno" de los pueblos antiguos a su supuesta y legítima "tierra prometida".
“Habrá un regreso masivo de judíos a la tierra de Israel” (Deuteronomio 30:3; Isaías 43:6; Ezequiel 34:11-13; 36:24; 37:1-14).
La Operación Inundación de Al-Aqsa empezó a las 6.30 horas del sábado, es decir, durante la festividad judía del Sabbat. Resulta llamativa la advertencia de Mateo 24:20-21 “Orad para que vuestra huida no suceda en invierno ni en día de sábado. Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla.”
También los capítulos 38 y 39 del libro de Ezequiel advierten que “Israel será invadida”. La Biblia añade que “el Anticristo romperá su pacto con Israel, lo que resultará en una persecución mundial sobre Israel” (Daniel 9:27; 12:1, 11; Zacarías 11:16; Mateo 24:15, 21; Apocalipsis 12:13).
No sé si mundial pero el mundo árabe se está movilizando. Ayer en Estambul cientos de personas gritaban "¡Ejército turco a Gaza!" frente a la mezquita de Fatih, en uno de los barrios más integristas. Hoy, el Grupo de Acción de Palestina en Sídney realizó una marcha de cientos de personas hasta la Ópera de Sidney que terminó en incidentes, lo mismo que en Washignton. Frente a la embajada israelí coincidieron dos manifestaciones, una pro palestina y otra en solidaridad con Israel que terminó en enfrentamientos.
Después de que Sydney decidiera iluminar la Ópera de Sydney con los colores de la bandera israelí, cientos de partidarios de Hamás se reunieron para atacar la Ópera con bengalas y quemar banderas israelíes. pic.twitter.com/NSAgEtHsmF
— Javi🇨🇺 (@JaviXCubaLibre2) October 9, 2023
Israel está rodeado de enemigos: Siria, Líbano, Jordania, Arabia Saudí, Irán, Hamás, la Jihad Islámica y Hezbolá. A propósito. El día 8 de octubre, hasta 1.000 combatientes de las fuerzas especiales de élite de Hezbolá, estaban siendo desplegadas en la zona de Metula, en la frontera con Israel. Es otro frente que se abre porque los ataques fueron desarrollados por Irán.Eso asegura, al menos The Wall Street Journal. La planificación de la operación se realizó entre agosto y septiembre con la ayuda de los servicios de inteligencia iraníes, según altos miembros de Hamás y Hezbolá citados por el periódico.
Oficiales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) habrían estado supuestamente trabajando con Hamás desde entonces para desarrollar la invasión terrestre, aérea y marítima. El alcance de este conflicto es aún insospechado. Estados Unidos ya ha desplagado cinco embarcaciones del Grupo de Ataque de Portaaviones 12, a los que se unen el USS Carney y el USS Roosevelt, dos Destructores de Misiles Guiados clase Arleigh Burke que ya navegan rumbo a Israel.
Si el pacto con Abraham condicionó la vida del pueblo hebreo, el pacto palestino tiene que ver particularmente con la posesión de la tierra por Israel y el desposeimiento de la misma, aunque anuncia la torna de posesión permanente en el reino milenial.
El Antiguo Testamento predijo tres expulsiones de Israel de la tierra y las tres se cumplieron cabe preguntarse ahora si los tiempos de la Gran Tribulación han llegado y nos encaminamos al Armagedón, la batalla final entre el bien y el mal.
No obstante, la historia nos ha enseñado que musulmanes, cristianos y judíos pueden coexistir pacíficamente y prosperar colectivamente, como ocurrió en la Península Ibérica durante siglos. Sólo el fanatismo religioso y el empeño por encajar las profecías puede inocular el odio eternamente.
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