Un láser buscará vida inteligente en nuestra galaxia
Unos científicos proponen emplear uno de los láseres más grandes del mundo para detectar megatecnología extraterrestre
El Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO por sus siglas en inglés) podría convertirse en un poderoso instrumento en la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre. Al menos eso es lo que proponen cinco científicos, Luke Sellers, Alexey Bobrick, Gianni Martire, Michael Andrews y Manfred Paulini, en un reciente trabajo publicado en ArXiv, que aún debe ser revisado por sus pares.
El LIGO es uno de los láseres más grandes del mundo y ha estado trabajando en la detección y clasificación de ondas gravitacionales que circulan a través del espacio.
A diferencia de las ondas electromagnéticas, las ondas gravitacionales pueden detectarse a grandes distancias por lo que, de existir una civilización tecnológicamente avanzada con capacidad de emitirlas, podrían ser recibidas e identificadas desde nuestro planeta.
Proponen la utilización del observatorio de Ondas gravitacionales para la detección de megaestructuras extraterrestres
En 2015, el LIGO identificó por primera vez grandes ondas gravitacionales creadas cuando objetos con gran masa como planetas, estrellas de neutrones o los agujeros negros, se mueven a través del espacio.
Ahora, estos científicos creen que este láser podría registrar las ondas gravitacionales que dejaran tras de sí naves de origen extraterrestre, a las que denominan RAMcraft viajando a altas velocidades.
Hoy por hoy, el LIGO es capaz de registrar las ondas de una nave alienígena siempre que esté a situada a menos de 326.000 años-luz de la Tierra, viajar a una décima parte de la velocidad de la luz, y que tenga un peso aproximado al de ¡Júpiter!
¡Dios mío! ¡Ni la estrella de la muerte de Star Wars!
Y es que Júpiter es 1.321 veces más grande que la Tierra y, por consiguiente, su masa es de 1.898 Kg elevado por 10 a la 27 potencia. Es decir, el peso de 318 planetas Tierra.
Aunque la idea sonroje, a más de 1.200 años luz de distancia en la constelación Cygnus (El Cisne) parpadea la estrella más misteriosa de la galaxia. Su luz sigue un patrón irregular que sugiere que algo intermitente la bloquea. ¿Una megaestructura extraterrestre?
Algunos investigadores especulan con la posibilidad de que una civilización alienígena avanzada construyó una enorme estructura que rodea la estrella; una esfera de Dyson que funciona como una gran central eléctrica aprovechando la energía del astro.
LISA operará en una constelación de tres satélites en busca de distorsiones transitorias del espacio-tiempo
Los investigadores entienden que es necesario mejorar la sensibilidad del láser para detectar las ondas gravitacionales en objetos de masa menor y a mayor distancia, y creen que la respuesta a sus plegarias pueda llegar en 2037, cuando la Agencia Espacial Europea (ESA) ponga en marcha el Interferómetro Láser (LISA) dedicado a la detección de ondas gravitacionales por fuentes astrofísicas. Operará en una constelación de tres satélites que orbitarán alrededor del Sol, a millones de kilómetros de distancia entre sí, dentro de una banda no disponible para los interferómetros terrestres debido al ruido ambiental.
El astrofísico de Harvard, Avi Loeb está entusiasmado con la idea y, en una columna en El Confidencial, decía al respecto de estas tres naves en busca de distorsiones transitorias del espacio-tiempo que “un objeto de la masa de Júpiter en una órbita cerrada alrededor de Sagitario A* podría emitir suficiente energía para ser observado por LISA, y la salida de energía de una sola estrella, sería suficiente para codificar un mensaje artificial en su señal.” Una suerte de mensajería instantánea gravitacional cuyo “mensaje no puede ser disipado o bloqueado por ningún sistema astrofísico intermedio”. Ojalá que LISA detecte un mensaje inesperado, sería la noticia que cambiaría el mundo.
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