Ciencia
15/01/2019 (11:17 CET) Actualizado: 01/07/2019 (16:05 CET)

¿Por qué se suicidan los perros en este puente?

En este puente de Escocia se registran, desde hace más de 50 años, suicidios de lo más extravagantes. Lo más inquietante es que los que se tiran por él, no son humanos, sino canes.

15/01/2019 (11:17 CET) Actualizado: 01/07/2019 (16:05 CET)
¿Por qué se suicidan los perros en este puente?
¿Por qué se suicidan los perros en este puente?

Hemos oído hablar de perros de dos cabezas, de perros en la policía, en el espacio mandados en plena Guerra Fría o como explosivos militares utilizados por las tropas de Stalin en la Segunda Guerra Mundial entre muchos otros delirios. Sin embargo, nunca habíamos oído hablar de que los perros pudieran tener alguna tendencia al suicidio.

Pues bien, existe un puente en Escocia en que se llevan registrando desde la década de los 60 cómo más de 100 perros  –en otras fuentes se contabilizan varios cientos más– se han tirado al vacío. Ni más ni menos que 16 metros de altura. Pocos perros sobrevivían y un hombre informó de que el suyo después de sobrevivir se volvió lanzar un par de meses después.

Este es el puente de Overtoun, un puente decimonónico que ya es mundialmente conocido por este extraño fenómeno. Las personas que han podido presenciarlo cuenta que los perros realizaban una especie de ritual antes del salto puesto que se quedaban unos segundos en el centro del puentes y luego cogían carrerilla para saltar el murete de no más de un metro de altura. 

Un buen ejemplo de todo ello es el caso de Victoria, en 2001, cuando sacó a pasear a su perro, un pastor alemán, así lo contó a los medios locales:

"Era un día normal. Él corría por todas partes; lo olisqueaba todo. Llegamos al puente: Bruno [el perro] iba delante de mí. Antes de que me diera cuenta, puso las patas en el petril. Luego tomó impulso y saltó. Quedé horrorizada".

¿Qué hizo que el perro saltara?

Ante esto y que el puente contaba con la trágica historia de un loco que lanzó al vacío a su hijo de dos años afirmando que ese niño era el Anticristo; luego se lanzó él., el puente acabó siendo catalogado de maldito por los lugareños, quienes afirman que todo se debe al fantasma de la Señora White de Overtoun, persona que pertenecía a la familia que vivía en el castillo próximo al puente del que también decían que había fantasmas. Dicen que este espectro ha sido visto tanto en las dependencias del castillo de Overtoun como en el puente en cuestión.

Pero nada de esto tiene cabida si la ciencia entra a investigar. La primero a descartar es que el perro no se suicida, se puede lanzar movido por algo, pero no suicidarse. Atribuir a un cánido la posibilidad de suicidio es un visión muy antropocéntrica que se aleja de la realidad de este animal.

David Sands, experto en comportamiento animal advirtió que la historia implicaba muchas emociones humanas y que el ánimo de los dueños también podía tener influencia y es que cerca del pueblo, casualmente, había un viaducto alto desde el que regularmente se suicidaban personas. En todo caso, esta no era la explicación directa.

El científico pensó en si podía tener alguna relación con temas de sonido que vinieran de antenas o radios cercanas pero no se encontró, a partir de mediciones, ningún sonido sospechoso que pudiera relacionarse a lo que sucedía con los canes.

Así, decidió recurrir a otros sentidos, dando por fin en la clave: el olfato. En la zona hay muchos mamíferos, uno particularmente propio de la región es el visón, un animal que produce olores muy fuertes desde sus glándulas anales.  Por la morfología del lugar el olor de estos animales se concentraba más en esa zona y alteraba mucho a los perros, especialmente a los de razas cazadoras.

Y si ese olor suponía en el perro un ansia desmesurada, la guinda la ponen las condiciones de visión. El metro de altura del parapeto del puente, junto a la condición de visión bicromática de los canes que no les permite medir correctamente la profundidad, no dejaban a los perros ver que había una caída de tantos metros… ante eso, el instinto se impone y en lugar de asomarse por el parapeto, los perros lo saltaban directamente.

Así pues, dijo el doctor Sands que "hay tres razones por la que los perrossaltan del puente: en primer lugar, el olfato del perro, segundo, la influencia de los gestos de los propios dueños al asomarse y generar curiosidad en el animal, y tercero, la estructura del puente que les impide ver lo que hay al otro lado, así que saltan sin pensar que hay una gran caída".

Resuelto el misterio, sólo queda que todos los que paseen por la zona al perro, lo lleven bien atado a su correa, tal y como reza el cartel con una advertencia que alguien ha puesto justo antes de pasar por él.

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