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18/12/2023 (08:00 CET) Actualizado: 18/12/2023 (08:00 CET)

Oscura Navidad: Kallikantzaros, el leñador del árbol del mundo

Los niños que nacen en navidades corren el peligro de transformarse en kalikantzaros una suerte de duende que sierra el árbol del mundo

Mario Yaír TS
18/12/2023 (08:00 CET) Actualizado: 18/12/2023 (08:00 CET)
Una imagen generada por IA del Kallikantzaros
Una imagen generada por IA del Kallikantzaros

Dicen que hay una especie de genios duende que habitan desde Bosnia hasta Turquía. Odian al mundo porque están malditos, la luz del sol puede quemarlos. Por eso viven bajo la tierra serrando el árbol que sostiene al mundo esperando que caiga junto con él. Pero cuando el solsticio de invierno llega y el sol detiene su paso, estos seres prefieren salir a fastidiar a los humanos. Esta es la historia de Kallikantzaros.

Entre 1911 y 1930, el profesor Krsta Božović se dedicó a grabar y recopilar el folclore de los pueblos de Serbia. Había cantos, dichos, leyendas, rimas y todo tipo de cuentos, pero un personaje en común aparecía constantemente en los chistes; el kallikantzaros. Narradas como anécdotas de humor negro, las historias hablaban de un ser mítico que apostaba con demonios, se juntaba con vampiros y jugaba bromas mortales a los humanos.

El ser proviene de los 12 días “no bautizados” que existen entre el 24 de diciembre y el 5 de enero. Según la superstición, los niños que nacen en esos días se les llama “malditos por la fiesta” y al crecer adquieren físico animal. Los hay peludos, con patas de caballo, colmillos de jabalí, cabeza de perro, orejas de burro o vientre de oveja. A menudo sus órganos sexuales son enormes y generalmente son ciegos. Por eso en Grecia, a los bebés nacidos en esas fechas se les envuelve en trenzas de ajo y paja, chamuscándole las uñas de los pies, previniendo la maldición.

La aparición del Kallikantzaros está asociada al consumo de opiáceos y alcohol

Los griegos creen que su nombre proviene del griego “kalos-kentauros” (hermoso centauro), pero en Turquía dicen que es del turco “kara-kondjolos” (hombre lobo negro). Aunque se les describe como torpes; tener un encuentro con ellos y no estar alerta, podría ser catastrófico. En una de las historias de Božović, se cuenta que una kallikantzaros hembra, montó a un hombre borracho que perdió el equilibrio y cayó matando a ambos.

Su aparición se le relaciona al consumo de opiáceos y alcohol. No solo era una advertencia para evitarlos. El mito antiguo decía que buscaba a los adúlteros montándoseles encima clavándole sus uñas y perdiéndolos en los bosques para tener relaciones con ellos. De esa manera tendrían más hijos en esas fechas y juntos podrían seguir serrando el árbol del mundo. En Bulgaria adoran vivir en molinos abandonados, en Albania tienen mal aliento y en Grecia hay un sinfín de supersticiones para evitarlos.

Representación de tres kallikantzaros serrando el árbol que sostiene al mundo
Representación de tres kallikantzaros serrando el árbol que sostiene al mundo

Existe la probabilidad de que se traten de una cristianización de los djin árabes y los espíritus castigadores medievales de diciembre. Por eso suelen ser dibujados como pequeños diablos negros que comen ranas y gusanos. Y también por eso, las supersticiones guardan relación con el folclore cristiano. Por ejemplo; se cree que marcar con ceniza una cruz o dejar un colador en la puerta de la casa, evitará que entren, pues se verán obligados a contar sus agujeros eternamente, imposibilitados de decir el 3 por ser número sagrado.

Otro simpático método de ahuyentarlos es quemar ropa vieja en la chimenea, pues si intentan entrar por ahí, el mal olor los ahuyentará. Un ser muy similar aparece en la mitología eslava con el nombre de Drekavac; y aunque ahí tiene rasgos feroces, dicen que cuando aparece en forma de niño, anuncia la muerte a quien lo ve.

Cuando llega la epifanía y los kallikantzaros vuelven a su tarea subterránea, descubren que el tiempo en que estuvieron fuera permitió sanar al árbol. Entonces vuelven a comenzar su tala esperando a salir el año siguiente en busca de nuevas víctimas. Así permanece el castigo invernal contra los pecadores, emanado de las profundidades de la mitología antigua.

Sobre el autor
Mario Yaír TS

Titulado en Comunicación Audiovisual por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Ha colaborado con Time Out México, Warp y Atlas Obscura. Es autor de la Guía Ciudad de México Insólita y Secreta de Editorial Jonglez. Es impulsor del proyecto digital Mapa del Muralismo Mexicano. Actualmente se dedica a la divulgación de la cultura y la recuperación de la memoria histórica por medio de la escritura y la fotografía. Lleva a cabo un proyecto de visitas guiadas por la Ciudad de México conocido como Tours Papiro. En su tiempo libre se dedica al arte y a la creación de obras relacionadas a los temas histórico sobrenatural.

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