Historia oculta
07/02/2023 (08:15 CET) Actualizado: 07/02/2023 (08:15 CET)

Hallan en Japón la espada de un gigante

Hallan en Japón una misteriosa espada gigante y un extraño espejo de bronce en una tumba del siglo IV.

Josep Guijarro

Periodista y escritor

07/02/2023 (08:15 CET) Actualizado: 07/02/2023 (08:15 CET)
Fue la espada de un gigante
Fue la espada de un gigante

Una gigantesca espada de dos metros de longitud ha sido hallada en Japón. Los arqueólogos se toparon con ella en el túmulo del yacimiento Tomio Murayama, en una tumba de finales del siglo IV que se erige en Nara, el corazón político y religioso del Japón ancestral, que cuenta con algunos de los santuarios y templos sagrados más antiguos del país.

Dadas sus asombrosas dimensiones, los investigadores que la encontraron pensaron que debía tratarse de varias espadas, colocadas longitudinalmente  

La espada de hoja serpenteante medía 2,3 metros de longitud y 6 centímetros de anchura y estaba elaborada con hierro dakō. La intrigante espada, digna de un gigante, es la de mayor tamaño de ese periodo encontrada en toda Asia Oriental, lo que ha reflotado el mito de los gigantes de Japón.

El arma sería digno del gigante japonés que inundó las redes tiempo atrás, capturado pretendidamente en el año 1902. En el vídeo se observa a un luchador de sumo de estatura colosal en un desfile.En realidad, se trataba de una escena de la película Big Man Japón, (2007) una película que narra las aventuras de un superhéroe dedicado a salvar a su país de la invasión de los monstruos que histórica y cinematográficamente han amenazado con su destrucción.

El luchador de sumo gigante se viralizó hace una década
El luchador de sumo gigante se viralizó hace una década

La misteriosa espada de hierro, digna de un gigante, medía 2,3 metros de longitud y 6 centímetros de anchura

La espada yacía junto a un espejo de bronce enterrada en arcilla, en el centro de un túmulo kófun, una gran construcción megalítica destinada a dar sepultura a personas influyentes y de alta jerarquía del Antiguo Japón y, para el subdirector del Instituto Arqueológico de Kashihara, Kosaku Okabayashi, este hallazgo indica que “la tecnología de este periodo [del año 300 al 710 de nuestra era] va más allá de lo que se había imaginado”. Y es que, los objetos hallados, constituyen obras maestras del metal de este período.

El espejo que moraba junto a la espada, tiene forma de escudo y mide 64 centímetros de largo por 31 de ancho. Su peso es de casi seis kilos y tiene su superficie estampada con motivos de criaturas fantásticas, aunque los motivos son similares a otros que adornan objetos encontrados previamente en la isla.

Desde un punto de vista puramente especulativo, tomando como referencia el tamaño de la espada, para un guerrero pudiera manejarla debe poseer, al menos, una altura 2,2 veces mayora a la longitud, y eso supone que el hombre que la empuñó debía medir alrededor de los 4 metros, lo que nos obliga a emplear la expresión “gigante”. Para evitar este tipo de especulaciones, los arqueólogos han precisado que estas espadas –hay otra de 85 centímetros hallada en Hiroshima del siglo V- no se fabricaban para el combate, ni como adorno, sino que tenían la función de proteger al fallecido de los malos espíritus. Son objetos meramente funerarios.

Imagen del hallazgo y su posterior examen de rayos X
Imagen del hallazgo y su posterior examen de rayos X

La espada ritual y el escudo espejo indican que el difundo estuvo involucrado en asuntos militares y en el culto al dios Serpiente

Naohiro Toyoshima, profesor de arqueología en la Universidad de Nara ha declarado a Japan Times  que la espada ritual y el espejo en forma de escudo pueden indicar que el individuo estuvo involucrado en asuntos militares y rituales, en concreto al culto del dios Serpiente.

Los investigadores aún no han abierto el ataud, por lo que se desconoce a quién pertenecieron los objetos. Seigo Wada, director del Museo de Arqueología de la prefectura de Hyogo, que asesoró en la excavación, está convencido que la espada fue agrandada para aumentar su potencia, ya que pertenecía a uno de los personajes más poderosos del Japón de la época, que apoyaba a los gobernantes Yamato de la época. No en vano, el kófun de Tomio-Maruyama, es el túmulo más grande del país, con sus 109 metros de diámetro.

 

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El tesoro oculto de los templarios, Aliens Ancestrales o Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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