¿Robots empáticos?

Este reciente estudio de la Universidad de Columbia, que ha sido publicado en Nature Scientific Reports, ha permitido demostrar cómo un robot, a través de las imágenes de vídeo de otro robot, puede predecir sus próximos movimientos. Esto es algo que, para algunos, podría denominarse también «empatía»: «Nuestros resultados han empezado a mostrar cómo los robots pueden ver el mundo desde la perspectiva de otro robot», dijo Boyuan Chen, el autor principal del comunicado.

Chen, en colaboración con los coautores Carl Vondrick y Hod Lipson, creó un pequeño robot que fue programado para que buscara y se moviera hacia cualquier círculo verde colocado en la misma sala en la que se encontraba. Conforme avanzaba el experimento, pudieron observar que a veces el robot podía detectar sin problema los círculos; Otras, se bloqueaba ante una caja roja, lo que le obligaba a moverse de nuevo en busca de otro círculo.

A su vez, colocaron un segundo robot que se encargaba de observar y predecir los movimientos del primero. Dos horas después, el robot que observaba, con solo unos pocos marcos visuales de su robot amigo, pudo predecir a la perfección qué círculo verde elegiría este y que camino iba a tomar. «La capacidad del observador de ponerse en el lugar de un compañero por así decirlo y comprender, sin ser guiado, si su compañero podía o no ver el círculo verde desde su posición de ventaja, es quizás una forma primitiva de empatía», continuó argumentando Boyuan Chen.

Si esto puede resultar un tanto preocupante ya de por sí, el autor del estudio va más allá. Al sugerir que esta sería una forma primitiva de empatía, Boyuan Chen asegura que, los robots, al igual que los niños pequeños, irán comprendiendo las necesidades y perspectivas de otros robots y progresivamente, desarrollarán interacciones sociales con ellos (cooperativas y de entretenimiento entre otras). De esta manera, poco a poco, alcanzarán conceptos más profundos como la mentira o la decepción.

Desde la perspectiva de Hod Lipson, los robots podrán desarrollar un «ojo mental» que les permita pensar visualmente como humanos. Sin embargo, como nos podríamos imaginar, el ingeniero no considera que este hecho vaya a tener un efecto positivo: «Reconocemos que los robots no van a seguir siendo máquinas pasivas de seguimiento de instrucciones por mucho tiempo. Al igual que otras formas de inteligencia artificial avanzada, esperamos que los responsables políticos pertinentes puedan ayudar a mantener este tipo de tecnología bajo control, para que todos podamos beneficiarnos» asegura Lipson. Por tanto, este avance tecnológico, ¿acabará superando al ser humano?