Parapsicología
21/03/2011 (13:06 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)

El Sanatorio encantado

Había escuchado hablar mucho de este lugar, había escuchado relatos escalofriantes sobre él, había formado parte de aquella colección de lugares que debía visitar, había algo que él que me atraía, que me seducía, que me llamaba…

21/03/2011 (13:06 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
El Sanatorio encantado
El Sanatorio encantado
Era una deuda pendiente, había visitado Berlín en el año 2005 y ahora en 2010 repetía viaje y esta vez en Postdam tenía una cita con la esencia misma del Misterio. Sus lúgubres formas y sus terrores escondidos formaban parte de la leyenda que la Red de redes había tejido en torno a este edificio y ahora estaba frente a él.

Por todos es conocido de mi afición a viajar y en particular a encontrarme y reencontrarme con un lugar para mi muy espacial: Berlín.

Por todo lo que representa, por lo que supone, por lo que fue, lo que es y será… Una ciudad, una doble ciudad, que tanto me recuerda a mi Sevilla natal, con lo mejor y lo peor de ese maldito telón de acero que un día separó a un pueblo hermano y que hace años lo volvió a unir… Berlín es esa ciudad que todo buen viajero jamás se debería de perder.

Y un año más viajé a estas tierras que me embriagan con sus misterios y con su frío glacial… Demasiado para alguien de tan al sur como lo es Andalucía.

Ahora desde mi portátil, mientras saboreo una sopa caliente en un tazón y traigo aún los nudillos helados por el frío me dispongo a escribir sobre un lugar que haría estremecerse hasta al mismo demonio… Un lugar donde hubo desatados muchos demonios personales e íntimos, y sin embargo sus paredes guardan los secretos que antaño guardaron sus "carceleros".

Me trasladé caída la tarde, y cuando el frío comenzaba a ocupar aquel páramo, al un complejo hospitalario en el suroeste de Berlín, en la zona de Postdam. Habíamos estado visitando sus viejos cementerios, e incluso aquel palacio del viejo Federico "el Grande" realizado con los últimos estertores de la decadencia prusiana…
O la misma Postdam de aquellos que un 17 de Julio de 1945 llegaron a la ciudad berlinesa para debatir sobre la paz del mundo y el fin de la IIª. Guerra Mundial. Aquella Postdam de la conferencia en el Palacio de Cecilienhof con Harry S. Truman –que sustituyó al fallecido Roosevelt-, Winston Churchill y Clement Attlee, y el carnicero Stalin… Era casi la postguerra y de él derivaría los enfrentamientos por Europa entre aquellas dos superpotencia que eran Estados Unidos y la Unión Soviética… Luego vendría la temida Guerra Fría…
José Manuel García Bautista


















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