Nuevos hallazgos sobre las momias de los pantanos

Un nuevo estudio publicado en la revista Antiquity ha revelado que la tradición de enterrar cuerpos en pantanos europeos tiene una historia milenaria, que se extendió desde la Edad de Piedra hasta la época moderna. Para realizar su estudio, los investigadores analizaron más de 1.000 «cadáveres del pantano» –restos humanos conservados en lugares con poco oxígeno y suelos húmedos y esponjosos, también conocidos como momias de las ciénagas o de los pantanos– y descubrieron que muchos de estos individuos habían muerto de forma violenta.

Sin embargo, a menudo estos cuerpos fueron enterrados en pantanos con intenciones diferentes. Es muy probable que, en algunos casos, como en el del célebre Hombre de Tollund (uno de los mejores ejemplos de momias de los pantanos, por su excelente estado de conservación, hallado en Dinamarca y con una 2.400 años de antigüedad) se trate de restos de sacrificios rituales; otros quizá sean enterramientos de criminales ejecutados; y otros es muy posible que fueran consecuencia de accidentes, como ahogamientos en estos medios acuáticos, según el estudio, del que se ha hecho eco también la publicación LiveScience.

La razón por la cual las ciénagas conservan tan bien los restos humanos todavía no está clara, pero el entorno con poco oxígeno y las propiedades antibióticas del esfagno –un polímero generado por el musgo Sphagnum– parecen desempeñar un papel importante. Además, el estudio publicado en Antiquity destaca que la conservación en las ciénagas también depende de varios factores, como si el cuerpo está sumergido en agua, experimenta temperaturas ambiente frías o si se ve libre de la acción de insectos y microorganismos.

Una momia de las ciénagas

Algunos lugares fueron empleados de forma reiterada, se han encontrado hasta 100 cadáveres en una sola ciénaga

Para investigar las características de las momias de los pantanos, el equipo de investigadores analizó exhaustivamente un total 266 yacimientos ubicados en el norte de Europa, desde Irlanda hasta los países bálticos, y con poseen una datación que abarca entre los años 9000 a.C. y el 1900 d.C. Según el apasionante trabajo, lo más habitual es que estos yacimientos acogieran a un único difunto, pero en algunos casos se han encontrado lugares que fueron empleados de forma reiterada, por lo que se han encontrado hasta 100 cadáveres en una sola ciénaga. Un caso insólito que destaca el trabajo publicado en Antiquity es el del yacimiento de Alken Enge, en Dinamarca, donde se calcula que se conservan los restos de más de 380 personas que murieron en un violento conflicto y fueron abandonadas en aguas abiertas a principios del siglo I d.C.

Entre otras conclusiones interesantes de la investigación destacan los puntos geográficos con mayor número de momias de los pantanos: Gran Bretaña, Irlanda, Noruega, Suecia, Dinamarca y Alemania. Según los restos descubiertos hasta la fecha, todo parece indicar que esta singular práctica mortuoria se inició en el sur de Escandinavia en el Neolítico, hace aproximadamente unos 5.000 años, y más tarde se fue extendiendo a otros puntos del continente, especialmente el norte de Europa.

Entre los casos donde se encontraron evidencias claras de la causa de la muerte (un total de 57 personas), el estudio ha podido determinar que 45 de ellas sufrieron una muerte violenta. También se descubrieron seis casos de suicidio, cuatro muertes por ahogamiento y el resto fue atribuido a algún tipo de dolencia o enfermedad.