Descifran un mapa estelar de 100.000 años

En 2013, el escritor y empresario bosnio Semir Osmanagić, conocido por promover su proyecto arqueológico relacionado con las llamadas "pirámides de Bosnia", descubrió cerca de los Túneles Ravne, en Visoko, a 20 kilómetros de Sarajevo, una piedra repleta de misteriosos símbolos que podrían representar un mapa astronómico.

Osmanagić cree estas inscripciones constituyen el núcleo de un antiguo sistema de escritura de una civilización desconocida que vivió en el valle de Visoko hace miles de años. 

Un periodista italiano especializado en civilizaciones antiguas ha descubierto la clave para interpretar el mapa astronómico

El periodista Armando Mei ha encontrado ahora la clave para descifrar los misteriosos símbolos. Según cuenta en un artículo publicado en Ancient Origins los extraños símbolos no son una escritura antigua, ni protorúnica, como supusieron algunos investigadores, sino la clara evidencia de una configuración estelar del cielo sobre Visoko en una época muy antigua.

Para el investigador italiano, no es una coincidencia que la piedra tenga forma de media esfera, sino que esta forma es la mejor para reproducir la bóveda celeste, fijando la posición de las constelaciones respecto a su latitud, como puedes constatar en el siguiente vídeo.

Las constelaciones representadas guardan relación con la mitología de Orión y la cultura a la Gran madre

Mei ha identificado la constelación Canis Major en conjunción con la constelación Monoceros; la constelación de Tauro; en el Meridiano Celestial se identifica claramente la constelación de Orión, incluido el arco y su cinturón de estrellas, Alnitak, Alnilam y Mintaka; a su derecha figura la parte superior de Cetus, esta constelación es muy grande y, curiosamente, solo representan la parte que es visible sobre el Horizonte Celeste. Por último, se encuentra representada la constelación de Piscis. Esta lectura nos sitúa ante un mapa estelar antiquísimo, Osmanagić calcula que más de cien mil años, que plasmó las constelaciones estrictamente ligadas a la mitología de Orión y a la cultura antigua de la Gran Madre.  

En 2005, Semir Osmanagic descubrió cinco colinas diferentes en los alrededores de la ciudad bosnia de Visoko que presentaban sugestivas formas piramidales. Supo que los lugareños hablaban de la "Ciudad Vieja" (Stari Grad) y con la ayuda de los niños de la región encontró posteriormente la entrada del Túnel Ravne, que es la única forma de llegar al interior de las supuestas pirámides.

Las bautizó como la “Pirámide del Sol” con 220 metros de altura, sería la más alta del mundo; de la "Luna", la "Tierra", el "Dragón" y el "Amor".