Habla el fotógrafo del poltergeist de Enfield
Graham Morris, fotógrafo del diario The Daily Mirror, se convirtió en testigo presencial de infinidad de fenómenos paranormales que ocurrieron en un domicilio de Enfield

En su página web, la BBC considera el caso Enfield como el fenómeno paranormal mejor documentado de Reino Unido. Desde su manifestación allá por 1977, este célebre poltergeist británico no ha dejado de estar nunca envuelto en la polémica y las dudas. Aquel verano, una casa radicada en dicha zona norte de Londres se vio sometida a unos extraños incidentes aparentemente paranormales. La familia llamó a la Policía y un vecino alertó a Graham Morris, fotógrafo del diario The Daily Mirror para que acudiera a cubrir todo el revuelo.
Estaban asustados por todo el asunto. No tenían ni idea de lo que estaba pasando
AGRESOR INVISIBLE
En una entrevista exclusiva a Metro.co.uk, Graham Morris relató sus vivencias dentro del célebre domicilio: «La llamada vino de la familia, estaban asustados por todo el asunto. No tenían ni idea de lo que estaba pasando. Para empezar, pensamos que era una broma de alguien. Entré, vi cómo sucedían las cosas y me convencí de que estaba pasando algo en la casa. Así que me quedé allí durante meses». La estancia en la vivienda le procuró diversos percances para los que todavía no encuentra explicación: «Me golpeé en la cabeza con una pieza de Lego que volaba por el aire, y supe que nadie estaba lanzando nada porque podía ver a todo el mundo en la habitación. (...) Me quedé noche tras noche y ocurrieron todo tipo de cosas».
Pude ver la mirada en sus rostros y estaban horrorizados, asustados por lo que estaba pasando

En un primer momento sospechó de los niños: «Ya sabes, estarían tirando cosas por ahí para llamar la atención. Pero yo estaba convencido de que no lo hacían por todo tipo de razones. Una de ellas fue el hecho de que no vi a nadie tirando nada, y yo los estaba observando en ese momento, y la otra razón fue que pude ver la mirada en sus rostros y estaban horrorizados, asustados por lo que estaba pasando. No habrían hecho eso. Ciertamente no lo hicieron».
Cuando la Sociedad de Investigaciones Psíquicas inició su investigación, Morris trató de documentar gráficamente con su cámara los fenómenos más extraordinarios: «Nos dimos cuenta de que Janet era el epicentro de todo lo que ocurría en la casa. Todo sucedía a su alrededor, así que nos sentábamos allí noche tras noche a esperar que ocurrieran cosas». Incluso instaló un micrófono y una cámara en la habitación de la niña de 11 años. Aparatos que captaron justo el instante en el que ella fue lanzada de la cama y arrojada al suelo por una fuerza invisible.

Otros investigadores, en cambio, consideran que todo se trató de un fraude orquestado por las niñas
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