Enigmas y anomalía
16/03/2023 (08:00 CET) Actualizado: 16/03/2023 (08:00 CET)

Charles Byrne, el gigante que no quería ser expuesto

Próximamente dejará de exhibirse el esqueleto humano más grande que se ha encontrado en el Reino Unido

Josep Guijarro

Periodista y escritor

16/03/2023 (08:00 CET) Actualizado: 16/03/2023 (08:00 CET)
El esqueleto del gigante irlandés
El esqueleto del gigante irlandés

Durante 200 años, el esqueleto de Charles Byrne, conocido popularmente como “El gigante de Irlanda” ha estado expuesto en una vitrina del Museo Hunterian de Londres, como un espécimen raro, junto al de un hombre adulto promedio del Reino Unido.  

Byrne alcanzó los 2,31 metros de altura en el siglo XVIII. Para el folclore irlandés, de donde era originario Byrne, los gigantes forman parte de muchas leyendas e historias fantásticas, pues se dice que estos seres fueron los creadores de las cuevas, lomas y valles.

Charles Byrne
Charles Byrne

Según el Génesis bíblico, una legendaria raza de gigantes híbridos​ habitó la Tierra tras consumar la unión entre los nefilim (una suerte de ángeles malvados) ​​ y las mujeres humanas. Estos gigantes habrían existido en la época de los patriarcas Enoc y Noé aunque se habrían extinguido posteriormente.

Los nefilim tenían fuerza sobrehumana, intimidaban a los demás y llenaron la Tierra de violencia (Génesis 6:13). La Biblia los describe como “los poderosos [...] de la antigüedad, los hombres de fama” (Génesis 6:4). Tras su paso dejaron un legado de violencia y miedo (Génesis 6:5; Números 13:33). 

Nunca se han encontrado evidencias arqueológicas que sustenten la existencia de gigantes en la antigüedad

A pesar de la precisión del relato bíblico, nunca se han encontrado evidencias arqueológicas que sustenten la existencia de gigantes en la antigüedad. Las numerosas fotografías que circulan por internet son burdas manipulaciones promovidas en muchos casos por grupos creacionistas que niegan la teoría de la evolución de Darwin.

Ahora bien, una cosa son los gigantes y otra muy distinta los seres humanos con gigantismo que, tal vez, pudieron dar lugar a confusión a la hora de interpretar tanto las tradiciones folclóricas como los textos sagrados.

Un adolescente cubano de 18 años el último caso de acromegalia
Un adolescente cubano de 18 años el último caso de acromegalia

En mi libro Aliens Ancestrales cito el caso de la iglesia de Niç, en Shaki  (Azerbaiyán), un templo de arquitectura albanesa en el Cáucaso, que se erige en lo alto de un promontorio, a las afueras de la localidad. No tiene culto, el edificio alberga en la actualidad un Museo etnográfico dirigido por Ilhama Huseyinova, quien me explicó que, en el año 2000, el gobierno noruego financió una investigación arqueológica encaminada a demostrar que sus ancestros nacieron en Azerbaiyán.
“El célebre antropólogo Thor Heyerdalh –me explica- visitó Azerbaiyán en 1999 y halló una increíble semejanza entre los barcos esculpidos en los petroglifos de Gobustán y las embarcaciones vikingas. Según su investigación –continúa- esta fue la cuna de Odín, quien emigró hacia escandinavia por el Cáucaso, camino del Mar Negro, atravesando Sajonia, Odense en Fionia, la antigua Sigtuna (Dinamarca) para establecerse finalmente en Suecia. Una migración –concluye-, de 31 generaciones.”

Heyerdalh encontró en una cripta del siglo I, los esqueletos de seres humanos con 2,30 metros de altura

Y es que Heyerdalh encontró en esta iglesia la ansiada conexión arqueológica en una cripta del siglo I, donde halló los esqueletos de seres humanos con 2,30 metros de altura”. ¿Seres de más de dos metros de altura? ¿Los hijos de los dioses? ¿Los nefilim o gigantismo producido por la acromegalia?

La acromegalia es una enfermedad endocrina. Consiste en un desarrollo anormalmente grande debido a un exceso de la hormona del crecimiento (GH por sus siglas en inglés) durante la etapa infantil. Esta hormona está secretada por la hipófisis, una glándula situada en el cerebro en el área posterior a la nariz. Hay casos documentados como el de Byrne que nació en Drummullan, una aldea de Irlanda del Norte que, en la actualidad, tiene tan solo 175 habitantes. “En el siglo de las luces” los vecinos dijeron que fue concebido sobre un montón de heno y que esa era la razón de su gran altura.

Como la mayoría le veía como “un bicho raro” al que tenían que mirar hacia arriba, como dan fe los grabados de la época, se mudó a Londres. Decidido a hacer de su “defecto” virtud y sacar partido económico de su altura, dejándose ver en público –previo pago.

Byrne encendía el fuego de su pipa con ayuda de las farolas del alumbrado público

Grabados de la época muestran la excepcional altura del 'gigante irlandés'
Grabados de la época muestran la excepcional altura del gigante irlandés

Como el baloncesto no llegaría hasta 1891, Byrne encendía el fuego de su pipa con ayuda de las farolas del alumbrado público. Sin salir de la marginalidad consiguió la admiración y el reconocimiento quienes iban a conocer al nuevo residente de Londres hasta que la enfermedad le hizo mella.

Sí, porque el gigantismo repercute tanto en los huesos como en el corazón y, a Byrne, la enfermedad y su dependencia al acohol, lo diezmaba en silencio pues los investigadores no daban con la razón de sus dimensiones anormales.

John Hunter hirvió el cadáver hasta dejarlo en los huesos y, cuatro años más tarde, lo expuso en su museo

Como a mediados del siglo XVIII, la disección de cuerpos humanos se había convertido en una práctica habitual en medicina, proliferaron los llamados resurreccionistas que, en realidad eran bandas de criminales que desenterranban los cuerpos de personas recién fallecidas para vendérselos a cirujanos y escuelas de medicina quienes los diseminarían posteriormente para sus estudios. Sabedor de que las anomalías de su cuerpo despertarían el interés de estos resurreccionistas, Byrne quiso que sus restos fueran arrojados al mar, para no quedar exhibido como un objeto de morbo. Pero no lo consiguió. Sus temores se hicieron realidad y, el fundador del Museo Hunterian de Londres, John Hunter, no solo pagó para que robaran el cuerpo del gigante, destinado a su colección privada, sino que hirvió el cadáver hasta dejarlo en los huesos y, cuatro años más tarde, lo expuso en su museo. En 1799 el Real Colegio de Cirujanos adquirió el museo pero hizo caso omiso de quienes protestaban por la exhibición del esqueleto del gigante.

En 2023, el Real Colegio de Cirujanos ha anunciado que retirará de la exposición el esqueleto de Charles Byrne. En su lugar se pondrá un retrato del fundador del Museo Hunterian que incluirá al fondo uno de los huesos de la pierna del “gigante irlandés” pero seguirá sin respetarse la última voluntad que era ser arrojado al mar.

 

Sobre el autor
Josep Guijarro

Josep Guijarro es reportero de prensa, radio y televisión, además de autor de varios libros entre los que cabe destacar El tesoro oculto de los templarios, Aliens Ancestrales o Coincidencias Imposibles. Es documentalista de la serie Extraterrestres (DMAX) y forma parte de los programas El Colegio Invisible y La Rosa de los Vientos, ambos en Onda Cero.

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