Ovnis y vida extraterrestre
20/08/2013 (12:33 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
POLICÍAS FRENTE A HUMANOIDES
Por Ana Luisa CidDesde el año 2004, una enigmática entidad voladora, ataviada con una especie de túnica oscura, viene siendo observada por docenas de testigos en el estado mexicano de Nuevo León. Varias personas han tenido la oportunidad de filmarla y fotografiarla con sus teléfonos móviles o cámaras de vídeo, incluidos cuarenta miembros de un grupo de investigación ufológica. En el presente reportaje damos cuenta de estos sucesos y de otros todavía más sorprendentes, porque dicho humanoide ha llegado a atacar a varios agentes de la ley, lo que desencadenó una serie de pesquisas oficiales en relación a tan espinoso asunto
El 17 de mayo de 2006, varios miembros del grupo OVNI Club Nuevo León –fundado y dirigido por la prestigiosa investigadora Diana Perla Chapa– filmaron el vuelo de una figura humanoide, ataviada completamente de negro y con una especie de capucha que le tapaba la cabeza. Los testigos se encontraban en lo alto del Cerro de las Mitras, situado en la localidad mexicana de Monterrey (Estado de Nuevo León), cuando a las ocho de la tarde contemplaron el inusual fenómeno. Inmediatamente, José Ramón Villarreal, uno de los presentes, tomó su cámara de vídeo y registró el hecho. En la grabación, que ha dado la vuelta al mundo, se observa el desplazamiento aéreo del humanoide a plena luz del día.
Diana Perla también captó el suceso con su cámara, aunque no logró estabilizar la toma, tal como me confesó en nuestra primera entrevista: «Lo que se ve en la filmación es evidente, pero lo que no pude captar con mi cámara es la extraña sensación que todos sentimos en ese momento. Nos pusimos muy nerviosos, hablando todos al tiempo, porque la visión era espectacular: aquello volaba a una velocidad uniforme y siempre a la misma altura. Si fuera un globo o un parapente, como aseguraron algunos, no podría mantener esa constancia en el desplazamiento. Por otro lado, durante el fenómeno reinó un silencio absoluto. No se escuchaban ni siquiera a los grillos. Este objeto, entidad o lo que fuera iba de norte a sur. Después trazó un ángulo perfecto de noventa grados, algo que nos impactó mucho, y se marchó de sur a este. Del Cerro de las Mitras voló hacia el Cerro de la Silla».
A pesar de que la filmación no sobrepasa los cinco minutos, el avistamiento duró algo más: unos siete. Y cuando la entidad desapareció, «surgió una cruz de nubes en el cielo. Tenía una armoniosa simetría, pues ambos ';brazos' presentaban la misma longitud. Yo interpreté esta visión como un símbolo de equilibrio, del yin y del yang, pues todo era perfecto en ese momento».
«PORTABA ALGO EN SU REGAZO»
En cuanto al humanoide volador, Diana asegura: «Era muy raro, imposible de comparar con cualquier objeto convencional. El primero en contemplarlo fue nuestro compañero Jerónimo Flores, que nos avisó al resto. Ese día teníamos una reunión en las instalaciones del Radio Club, situado en lo alto del Cerro de las Mitras, así que éramos más de cuarenta personas. Todos lo vimos y coincidimos en que se trató de una entidad de origen desconocido. Si ampliamos la imagen de la grabación, se percibe que porta un hábito como el de los monjes, pero debía de ser muy rígido porque no se le movía. Además, parece claro que estaba sentado en alguna clase de artefacto y en su regazo llevaba un bulto». Por las características del humanoide, fue bautizado por la prensa como «la bruja de Monterrey» (Continúa en AÑO/CERO 277).
Diana Perla también captó el suceso con su cámara, aunque no logró estabilizar la toma, tal como me confesó en nuestra primera entrevista: «Lo que se ve en la filmación es evidente, pero lo que no pude captar con mi cámara es la extraña sensación que todos sentimos en ese momento. Nos pusimos muy nerviosos, hablando todos al tiempo, porque la visión era espectacular: aquello volaba a una velocidad uniforme y siempre a la misma altura. Si fuera un globo o un parapente, como aseguraron algunos, no podría mantener esa constancia en el desplazamiento. Por otro lado, durante el fenómeno reinó un silencio absoluto. No se escuchaban ni siquiera a los grillos. Este objeto, entidad o lo que fuera iba de norte a sur. Después trazó un ángulo perfecto de noventa grados, algo que nos impactó mucho, y se marchó de sur a este. Del Cerro de las Mitras voló hacia el Cerro de la Silla».
A pesar de que la filmación no sobrepasa los cinco minutos, el avistamiento duró algo más: unos siete. Y cuando la entidad desapareció, «surgió una cruz de nubes en el cielo. Tenía una armoniosa simetría, pues ambos ';brazos' presentaban la misma longitud. Yo interpreté esta visión como un símbolo de equilibrio, del yin y del yang, pues todo era perfecto en ese momento».
«PORTABA ALGO EN SU REGAZO»
En cuanto al humanoide volador, Diana asegura: «Era muy raro, imposible de comparar con cualquier objeto convencional. El primero en contemplarlo fue nuestro compañero Jerónimo Flores, que nos avisó al resto. Ese día teníamos una reunión en las instalaciones del Radio Club, situado en lo alto del Cerro de las Mitras, así que éramos más de cuarenta personas. Todos lo vimos y coincidimos en que se trató de una entidad de origen desconocido. Si ampliamos la imagen de la grabación, se percibe que porta un hábito como el de los monjes, pero debía de ser muy rígido porque no se le movía. Además, parece claro que estaba sentado en alguna clase de artefacto y en su regazo llevaba un bulto». Por las características del humanoide, fue bautizado por la prensa como «la bruja de Monterrey» (Continúa en AÑO/CERO 277).
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