Descubren hebras de ADN únicas en humedales de California

Los trekkies (fans de la serie Star Trek) conocen muy bien a los Borg. Son una civilización de humanoides de diversas especies alienígenas que combinan lo sintético con lo orgánico, lo que les proporciona mejores capacidades tanto físicas como mentales. Los Borg han saltado de la ficción a la realidad aquí en la Tierra, después de que científicos que analizan muestras de fangos del oeste de Estados Unidos, hayan encontrado unas nuevas estructuras de ADN que actúan como los ficticios Borg de la serie, es decir, que parecen recolectar y 'asimilar' genes de microorganismos en su entorno.

Se trata de hebras extra largas de ADN que los científicos han bautizado como Borgs en honor a los extraterrestres de Star Trek y que, aparentemente se unen a una colección diversa de estructuras genéticas y plásmidos circulares conocidos como elementos extracromosómicos (ECE).

La mayoría de microbios tienen uno o dos cromosomas que codifican su patrón genético primario. Pero pueden albergar, y a menudo compartir entre ellos, muchos ECE distintos. Estos portan genes no esenciales pero útiles, como los de la resistencia a los antibióticos, por ejemplo.

Según publica la revista Nature, los Borgs son estructuras de ADN como nunca antes han sido vistas.

Una aplicación potencial de los Borgs podría ser de gran ayuda en la lucha contra el cambio climático

Su gran tamaño, que varía entre más de 600.000 y aproximadamente un millón de pares de bases de ADN de longitud, distinguen a los Borgs de muchas otros ECE. 

La doctora Jill Banfield, geomicrobióloga de la Universidad de Berkeley, en California, estudia cómo los microbios influyen en el ciclo del carbono, y en octubre de 2019, ella y sus colegas fueron a buscar ECE en los humedales de California. Fue allí donde encontraron los primeros Borgs y posteriormente identificaron 19 tipos diferentes de este en otros humedales de Colorado y California.

Humedal de California

Los borgs parecen estar asociados unos microorganismos unicelulares distintos de las bacterias y, específicamente, con la variedad Methanoperedens, que digiere y destruye el metano. Bandfield explica que los genes Borg parecen estar involucrados en este proceso.

Una aplicación potencial de los Borgs podría ser de gran ayuda en la lucha contra el cambio climático. 

Fomentar el crecimiento de microbios que los contienen podría reducir las emisiones de metano generadas por las arqueas (microorganismos unicelulares distintos de las bacterias) que viven en el suelo y que suman del orden de la gigatonelada anual a nivel mundial.