Civilizaciones perdidas
03/07/2019 (16:53 CET) Actualizado: 03/07/2019 (16:53 CET)

Druidismo: el origen de la religión atlante

Milenarias tradiciones aluden a la llegada a Irlanda de unas misteriosas tribus que profesaban una misteriosa religión

Miguel Pedrero
03/07/2019 (16:53 CET) Actualizado: 03/07/2019 (16:53 CET)
Druidismo: el origen de la religión atlante
Druidismo: el origen de la religión atlante

Este mito de la Atlántida también se repite en algunas narraciones de origen celta que se pierden en la noche de los tiempos. Amiano Marcelino, el principal historiador romano que vivió y relató el proceso de decadencia y descomposición del Imperio Romano durante el siglo IV, escribió: «Según los antiguos druidas, la población de la Galia era indígena solo en parte, pues fue reclutada en distintos momentos mediante la incorporación de extranjeros insulares llegados más allá de los mares…».

¿Acaso las leyendas celtas aluden a la llegada de pueblos megalíticos a diversos puntos de las costas europeas miles de años antes de Cristo? De hecho, siempre ha llamado la atención de los arqueólogos que megalitos y petroglifos se localicen principalmente en zonas costeras. Es más, grabados pétreos con idénticos motivos –como las espirales o los laberintos– se repiten en distintos lugares de Europa, Asia y América, aunque en teoría sus habitantes no mantuvieran ningún tipo de contacto en un pasado tan remoto. Quizá la explicación a este misterio se encuentre en la llegada a las costas de estos lugares de navegantes pertenecientes a un mismo pueblo o cultura, los cuales escapaban de unas tierras amenazadas por la crecida del nivel de los mares.

LA ATLÁNTIDA DE LOS CELTAS

La literatura esotérica y las tradiciones populares suelen relacionar el término druida con los megalitos, pero la realidad es que los celtas son muy posteriores a los pueblos que levantaron estas enigmáticas construcciones pétreas. Tampoco son contemporáneos de las gentes que grabaron los petroglifos. Sin embargo, lo anterior no significa que no exista una relación. Al contrario, los pueblos constructores de los megalitos aparecen en los mitos de la cultura celta y, a tenor de las últimas investigaciones, bien podrían ser los transmisores de la que luego sería la religión celta: el druidismo. Después de todo, para la tradición druídica los megalitos eran los principales centros de comunicación con los dioses.

Los introductores de la religión druídica provenían de las misteriosas Islas del Norte del Mundo

El texto irlandés conocido con el nombre de La Batalla de Mag Tured se cuenta entre los más antiguos de las epopeyas celtas de Irlanda. En el mismo se narra cómo, después de un gran diluvio, una serie de pueblos llegaron en barcos a las costas irlandesas. De todos ellos destacaron los Tuatha Dé Danann o «Tribus de la diosa Dana», que «vivían en las Islas del Norte del Mundo, aprendiendo la ciencia, la magia, el druidismo, la brujería y la sabiduría, y superaron a todos los sabios paganos en las distintas artes». En este pasaje debemos retener dos informaciones enormemente trascendentes: los misteriosos Tuatha Dé Danann fueron los introductores de la religión druídica en Irlanda y procedían de las Islas del Norte del Mundo. Mucho se ha discutido y escrito sobre la localización de estas islas, pero los datos que nos aportan estos legendarios textos son poco concretos. ¿Acaso estas islas no podrían ser la mítica existencia de la Atlántida que describió Platón en el Timeo?

Como apuntamos anteriormente, en todas las tradiciones de la Tierra nos encontramos con el mito de un gran diluvio que hizo aumentar el nivel de las aguas. Para geólogos e historiadores que se ocuparon de estudiar la cuestión, este diluvio no fue algo repentino, sino que la leyenda probablemente haría alusión a una época de cientos de años en la que las lluvias fueron constantes, provocando un ascenso de las aguas. Así, los míticos Tuatha Dé Danann serían poblaciones que merced a la subida de las aguas en sus territorios (¿la Atlántida?) desembarcaron en las costas irlandesas.

Sobre el autor
Miguel Pedrero

Miguel Pedrero es director adjunto de la revista Año/Cero y miembro del equipo de los programas radiofónicos La Rosa de los Vientos y El Colegio Invisible (ambos en Onda Cero). Es autor de una quincena de libros, el último de ellos titulado La verdad prohibida (Ediciones Cydonia).

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